Ben Sowter: «Las universidades anglosajonas tienen una ventaja en los rankings por el idioma»

El responsable de una de las listas de universidades más famosas del mundo asegura que no son suficientes para decidir dónde estudiar

Ben Sowter, en el campus de Madrid de la Universidad de Navarra ISABEL PERMUY

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Ben Sowter es director de la unidad de inteligencia de QS Quacquarelli Symonds , una consultora británica formada por unas 250 personas que desde Londres, París, Bombay o Singapur analizan los datos de educación superior de todo el globo. Sus rankings , con los que se califica el nivel de las mejores universidades, son seguidos con atención en todo el mundo .

Tras su paso por Madrid en el marco del Congreso Building Universities Reputation, organizado por la Universidad de Navarra , Sowter habló con ABC sobre de la posición de las universidades españolas en el ranking mundial (en la última edición la Autónoma de Madrid fue la primera de nuestro país en el puesto 159), de la reputación académica y de por qué los alumnos no deben tomar decisiones solo basadas en lo que digan los rankings.

¿Por qué los rankings se han convertido en la referencia para evaluar a una universidad?

En las organizaciones, empresas o universidades hay una creciente demanda por las métricas para saber si se están haciendo las cosas bien y de forma competitiva. Las universidades, por ejemplo, compiten por tener más alumnos internacionales, por recibir inversiones... Tienen que demostrar entonces que son mejores que el resto y usan para ello los rankings

Hay muchos rankings, ¿cómo saber por cuál decantarse?

Por una razón u otra, solo dos rankings internacionales tienen significativa atención pública: el Times Higher Education (THE) y el QS. El de Shanghai también tiene relevancia pero sobre todo en los círculos académicos, no entre el público en general. La gente sabe que lo importante es la reputación de las universidades; el que piensa dónde va a estudiar o dónde lo harán sus hijos tiene en cuenta esto y tanto el THE como el QS miden la reputación.

Hay educadores que dicen que los rankings no son justos. Creen que una mala posición podría llevar a una universidad a perder estudiantes.

¡Mataría a mis hijos si basaran su decisión solo en un ranking! No cubre todo lo que un alumno tiene que saber para entrar a la universidad, no se puede dejar esa decisión a un grupo de gente encerrada en una habitación en un país diferente al tuyo. Sin embargo, tampoco hay que olvidar que antes de que existieran los rankings los estudiantes tomaban decisiones con mucha menos información. Además, brindan a muchas instituciones visibilidad, reconocimiento o un perfil internacional que no hubieran tenido de otra forma.

¿Cuál es el secreto de las universidades de EE.UU. y Reino Unido para copar los primeros puestos del QS?

Las universidades estadounidenses y británicas tienen una ventaja histórica. Sobre todo, desde el punto de vista del idioma. Su posición tiene también que ver con que tienen dinero, con que son destinos atractivos para los estudiantes, con que han adoptado un pensamiento estratégico y cuentan con métricas de rendimiento. Sin embargo, también están ganando terreno las asiáticas.

¿Qué pueden hacer las universidades españolas para mejorar su posición en el ranking?

Deben tomar más en consideración los programas en inglés, forjar más colaboraciones internacionales, acelerar resultados en investigación y permitir a los líderes universitarios adoptar decisiones más rápidamente.

«Asumir que todos los alumnos que estudian en las universidades líderes son buenos no tiene ningún sentido»

¿Cómo le sacan provecho los empleadores a los rankings? ¿Contratan a los estudiantes de las universidades que lideran las listas?

Asumir que todos los alumnos que estudian en las universidades líderes son buenos no tiene ningún sentido. Los empleadores suelen contar con métodos patentados sofisticados para evaluar la idoneidad de los solicitantes. Algunos tienen en cuenta la posición que ocupa en el ranking la universidad en la que se graduaron los candidatos, pero el uso más común de nuestros datos es con fines de marketing. Una compañía de ingeniería, por ejemplo, puede utilizar las clasificaciones que hacemos sobre las asignaturas de empleabilidad y tener una lista de universidades en las que concentrarse.

Un líder indiscutible del ranking QS es el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), ¿cómo lo consigue?

El MIT ha ocupado el primer puesto durante siete años gracias a su innovación y desarrollo contínuo. Un estudio de 2009 concluyó que las empresas fundadas por alumnos del MIT emplean a unas 3,3 millones de personas y generan ventas de dos billones, equivalentes a la undécima economía más grande del mundo.

«Personalmente, no querría méitos por cosas que no hice, por títulos que no he estudiado»

Sin duda, la reputación es el indicador en el que ponemos más peso en la actualidad. Sin embargo, hay muchos otros que tener en cuenta. En un futuro escenario en el que podamos mostrar datos sólidos y fiables sobre los resultados académicos de los estudiantes, o contemos con medidas genuinas acerca de la calidad de la enseñanza y el aprendizaje puede que cambiemos de indicadores.

En España se ha puesto en tela de juicio la reputación de universidades después de que varios políticos fueran acusados de obtener títulos «falsos», ¿qué opina?

Es una pena. Personalmente, no querría méritos por cosas que no hice, por títulos que no he estudiado. Si estos se otorgan sin mérito, esa práctica debería detenerse.

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