Coronavirus
Un regreso a la calle con miedo a las aglomeraciones
A falta de medidas exhaustivas, las provincias adaptan las normas de alivio dispuestas por el Ministerio de Sanidad
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Hoy es el día D de esta nueva realidad impuesta por el coronavirus. Hoy el confinamiento se alivia por tramos de edad y horarios para la mayor parte de la población. Un respiro después de siete semanas de confinamiento que, sin embargo, no está exento de dudas, reinterpretaciones y críticas.
El Gobierno dio luz verde para que la población pueda volver a hacer deporte o pasear (de 6 a 10 de la mañana o de 8 a 11 de la noche), con horario dedicado para las personas mayores y dependientes (de 10 a 12 de la mañana o de siete a ocho de la tarde) y un recreo algo más limitado para los niños (una hora entre las 12 de la mañana y las siete de la tarde).
Aprendidos los horarios, tocaba el turno de las valoraciones, y no todas eran a favor de corriente. «Esto es un experimento», criticó Isabel Díaz Ayuso , presidenta de la Comunidad de Madrid, quien piensa que en una provincia con cinco millones de habitantes las franjas horarias puede provocar aglomeraciones, pues pueden coincidir quienes vayan a trabajar, con los que salgan a hacer deporte, hacer la compra o pasear con los niños. «Yo llegué a la conclusión de que esos experimentos no se pueden hacer en Madrid . El mando único es el de Sanidad, que estableció unas franjas horarias, y por ahora nos ceñiremos a eso».
También el alcalde madrileño, José Luis Martínez-Almeida se adapta a las medidas, con las que reconoció estar de acuerdo, pero se reserva el derecho a prohibir el uso de los columpios infantiles y zonas comunes de las urbanizaciones y a mantener los parques cerrados hasta, mínimo, el 9 de mayo. En otras provincias, sin embargo, comienza a levantarse la veda en los espacios públicos: en Barcelona , que había solicitado que las franjas fueran incluso más, para dar cabida a toda la población en horarios adaptados, se abrió ayer la mitad de los parques , y en algunos municipios gallegos se han instalado dispensadores de gel en las zonas verdes.
Acatadas las medidas que ofreció el viernes el ministro de sanidad, Salvador Illa, las comunidades reivindican que les dejen flexibilidad para valorar lo que les conviene más a cada territorio en particular. En la Comunidad Valencia, por ejemplo, han ido unos pasos más allá de lo propuesto por el Gobierno central y han abierto la mitad de las playas para uso y disfrute, con medidas de seguridad, de quienes quieran pasear o hacer deporte en ellas.
También en Gijón han decidido «desobedecer» lo que indicaba el Ejecutivo de Pedro Sánchez y sí admitirá el desplazamiento en coche hasta las playas abiertas quienes vayan a practicar surf. Una actividad que sí recogen las medidas de Sanidad, pero como paradoja, no está permitido el baño. En Vélez-Málaga también se podrá acceder a la playa, y el Ayuntamiento delimitará la arena por cuadrículas para guardar la distancia social.
En Huesca, por ejemplo, el Consorcio ha afinado todavía más las restricciones circulatorias para evitar los contagios: en las calles que tengan calzada se deberá circular siempre por la acera de la derecha para evitar cruzarse con otras personas; y en las vías peatonales o sin calzada, se arrimará lo más posible a los muros. En las plazas, se paseará en el sentido contrario a las agujas del reloj.
El límite de los 5.000
También se da la paradoja de que el 80% de los municipios en España podrán obviar las franjas horarias. Son los que tienen una población de menos de 5.000 habitantes y Sanidad indicó que no había peligro de aglomeración por lo que los habitantes pueden a partir de hoy salir a la calle en horario abierto de 6 a 23 horas .
A la hora de recuento de vecinos para aplicar la norma, resalta el caso de Marquina-Jeméin, en Vicaya, con un censo de 5.060 habitantes. Sin embargo, el Ayuntamiento se aferra a la cifra redonda de los cinco mil para incluirse en esa «apertura» de horarios de las medidas adoptadas.
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