¿Debe un camarero uzbeko saber catalán para trabajar en un restaurante balear?

Una profesora mallorquina denuncia que no fue atendida en su «lengua» en un restaurante de la isla

Josep María Aguiló

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Una nueva polémica de carácter lingüístico se ha hecho presente en estos últimos días en Baleares. En esta ocasión ha sido porque una profesora de la Universidad de las Islas Baleares (UIB) denunció el pasado domingo en su perfil personal de Facebook que en un restaurante de cocina mallorquina de la localidad isleña de Deià no habrían querido atenderla en su «lengua», es decir, en mallorquín.

Desde el citado establecimiento alegaron, por su parte, que el camarero que iba a servir a esta profesora nació en Uzbekistán y que no entiende el mallorquín, sólo el castellano.

La citada docente, Caterina Valriu, es profesora titular del Departamento de Filología Catalana de la UIB. Además, es también investigadora, escritora y narradora oral. Tras el incidente del pasado fin de semana, Valriu indicó que no volverá «nunca más» al mencionado restaurante y además añadió que no recomendará «a nadie» que vaya.

En declaraciones a ABC, la profesora de la UIB señaló este martes que nadie le dijo en el restaurante que el camarero era extranjero. «Pensé que era del norte de la Península», señaló, para añadir: «Lo que me dolió fue que se cerró en banda, sólo me decía que le hablase en español, no me escuchaba».

A raíz del escrito que publicó en la mencionada red social, Valriu recibió insultos en su perfil y también críticas en su ficha de contacto universitaria. En unos casos pedían su expulsión de la UIB y en otros amagaron con denunciarla ante la Justicia.

«Todos los que me conocen saben que no soy nada radical en estos temas y que soy muy empática», recalcó. «Me fui del restaurante diciendo "buenos días" y diciéndole al camarero y a la encargada que tuvieran un buen día», resumió.

La versión del propietario del restaurante, Juan Valenzuela, y la del camarero afectado es distinta a la de la mujer. «La clienta se dirigió a mí en catalán desde el primer momento», explicó a este rotativo Vladimir, nacido en Uzbekistán hace 28 años. «En varias ocasiones le pedí, siempre amablemente, si por favor me podía hablar en castellano, pero ella me siguió hablando en catalán», lamentó. La encargada del restaurante intentó mediar entonces en la situación, pero la profesora de la UIB optó finalmente por levantarse e irse.

Vladimir reside en Baleares desde hace unos tres años. Con anterioridad trabajó en Navarra unos once años. «Allí nunca tuve problemas ni me hablaron nunca en euskera», recordó. En ese contexto, indicó que en Mallorca, en cambio, en algunas ocasiones le han llamado «extranjero» o «forastero» para intentar menospreciarlo.

Por su parte, el propietario del restaurante señaló que en su establecimiento se atiende a los clientes en diversos idiomas, como por ejemplo castellano, catalán, inglés, francés, alemán o ruso. «Nunca ha habido ningún problema en ese sentido, todo esto que ha ocurrido es una tontería y un absurdo», resumió Valenzuela, que lleva 40 años dedicado al mundo de la restauración.

Desde que tuvo lugar el incidente, este empresario isleño ha recibido llamadas insultándole. «Pero también me han llamado personas para decirme que me apoyan», sintetizó.

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