El Papa recuerda el 40 aniversario del atentado a Juan Pablo II en la plaza de San Pedro el 13 de mayo de 1981

Francisco asegura que ese ataque «nos hace conscientes de que nuestra vida y la historia del mundo están en las manos de Dios»

Fotografía tomada el 13 de mayo de 1981 que muestra a Juan Pablo II cayendo tras tras ser alcanzado Efe
Juan Vicente Boo

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En la primera audiencia general con fieles después de siete meses de «encierro» por el agravamiento de la pandemia, el papa Francisco ha recordado este miércoles que «mañana se cumple el 40 aniversario del atentando a san Juan Pablo II » el 13 de mayo de 1981, cuando el pistolero a sueldo turco Ali Agca le hirió gravemente de dos disparos en la plaza de San Pedro.

Francisco ha añadido que ese intento de asesinato, que mantuvo a Juan Pablo II hospitalizado cuatro meses y dañó su salud para siempre, «nos hace conscientes de que nuestra vida y la historia del mundo están en las manos de Dios». El Papa polaco lo sabía con certeza y «subrayaba con frecuencia su firme convicción de que debía la vida a la Virgen de Fátima ».

Como agradecimiento y exvoto, san Juan Pablo II regaló al santuario portugués -que la engastó en la corona de la Virgen- la bala que le hirió el codo derecho, el dedo índice y, después de atravesar su abdomen, quedó en el suelo del automóvil descubierto blanco desde el que saludaba a los peregrinos. El lugar en que esto sucedió está marcado en el pavimento oscuro de la plaza con una pequeña losa blanca, no lejos del Portone di Bronzo.

El atentado tuvo lugar a las 17.17, el Papa se desplomó y el pistolero turco fue apresado e inmovilizado por varios de los asistentes a la audiencia hasta que llegó la policía. Mientras tanto, el automóvil descubierto llevaba a Juan Pablo II a toda velocidad al local de primeros auxilios en el ambulatorio del Vaticano, donde se decidió trasladarle inmediatamente en ambulancia al policlínico Gemelli.

La operación, a vida o muerte, duró cinco horas y veinte minutos . La convalecencia fue muy larga e incluiría, más adelante, otros momentos de peligro por contagio de virus hospitalarios.

El asesino a sueldo sería visitado en la cárcel por el Papa polaco -quien le comunicó personalmente su perdón- y juzgado por un tribunal italiano. Sus declaraciones en el proceso eran deliberadamente estrafalarias y nunca pidió disculpas por su agresión . No llegó a cumplir toda la condena pues en el año 2000 el presidente italiano Carlo Azeglio Ciampi le concedió la extradición a Turquía, cuyas autoridades le reclamaban por delitos cometidos en su país que le mantuvieron en la cárcel hasta 2006.

Juan Pablo II sufriría otro atentado, por fortuna más leve, el 12 de mayo de 1982 en el santuario de Fátima a donde había ido para dar las gracias a la Virgen por haberle salvado la vida.

Un sacerdote español tradicionalista -ordenado por Marcel Lefebvre, quién le expulsaría inmediatamente de la Fraternidad Sacerdotal San Pio X- le atacó con una bayoneta a los gritos de «¡Muera el comunismo y el concilio Vaticano II!». El agresor fue condenado a seis años de cárcel, pero puesto en libertad y expulsado de Portugal al cabo de solo tres. Posteriormente dejó el sacerdocio.

Juan Pablo II falleció en abril de 2005, fue beatificado por Benedicto XVI en 2011 y canonizado por Francisco en 2014 junto con Juan XXIII, «el Papa del Concilio».

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