El obispo Juan Barros pide «perdón» tras dejar la diócesis de Osorno por encubrir abusos sexuales

Las víctimas saludan la decisión del Papa de aceptar la renuncia del obispo de Osorno y aseguran que empieza «un nuevo día en la Iglesia de Chile»

Juan Barros (drcha.) junto al Papa en su viaje a Chile en enero pasado AFP

Libio Pérez

El Papa Francisco aceptó este lunes la renuncia de tres obispos católicos chilenos, dando inicio así a un proceso de limpieza de la jerarquía eclesial fuertemente cuestionada por su manejo de la crisis generada por múltiples acusaciones sobre ocultamiento y complicidad con casos de abusos sexuales.

Entre los apartados de la Conferencia Episcopal –cuyos 34 integrantes pusieron sus cargos a disposición del Papa hace tres semanas cuando éste los recibió en el Vaticano– está el controvertido obispo de Osorno, Juan Barros, quien ha sido apuntado como cómplice por ocultamiento de los abusos sexuales cometidos por el otrora influyente párroco Fernando Karadima.

Junto a Barros, el Papa Francisco también aceptó las dimisiones de los obispos de la sureña ciudad de Puerto Montt, Cristián Caro, y el Valparaíso Gonzalo Duarte. Sin embargo solo Barros reaccionó al anuncio del Vaticano y pidió «con humildad que me disculpen por mis omisiones y lo que no pude lograr» . A través de una carta publicada en el portal del episcopado chileno, Barros agradeció al Papa Francisco «por su viva y paternal preocupación por el bien de todos», así como a la comunidad de Osorno, pese a que fue ésta la que opuso la mayor resistencia a su nombramiento como obispo de la ciudad en el 2015.

En enero pasado, cuando el Papa Francisco realizó una breve visita a Chile esbozó una defensa del obispo Barros, que recibió fuertes críticas de sectores de la iglesia. «Mientras no haya pruebas en su contra todo es una calumnia», dijo el prelado poco antes de terminar su visita. Pero las denuncias que escuchó y que además les fueron transmitidas desde distintos sectores llevó al Papa Francisco a mandatar a un enviado especial, el obispo de Malta Charles Scicluna, quien permaneció en Chile durante dos semanas y elaboró un informe que ha sido clave en las decisiones de Sumo Pontífice.

El obispo Scicluna regresará a Chile este martes y durante los siete días que estará en Santiago continuará con la recopilación de datos y antecedentes sobre las denuncias que afectan a la iglesia, por lo que la salida de los tres obispos marcarían un proceso que recién comienza.

Mientras tanto, Juan Carlos Cruz, una de las víctimas del abusador serial Karadima, escribió en Twitter: «Empieza un nuevo día en la iglesia Católica de Chile! Se van tres obispos corruptos y seguirán más. Emocionante por tantos q han luchado para ver este día. La banda de obispos delincuentes @episcopado_cl se empieza a desintegrar hoy!»

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