Los farmacéuticos lamentan que el precio fijo de las mascarillas llegue tarde

Desde ayer, fecha en la que salió publicada la cifra en el Boletín Oficial del Estado, las mascarillas quirúrgicas cuestan al público un máximo de 96 céntimos . Un precio máximo fijado por el Gobierno que trata de frenar las especulaciones de un producto que hoy ya es de primera necesidad para trabajadores, enfermos por coronavirus y familiares de contagiados que pasan la enfermedad en casa. Los farmacéuticos aplauden la medida, que evita la proliferación de proveedores de fuera del sector con la clara intención de lucrarse ante el mal ajeno y la falta de existencias, y también que se prevea una posible revisión conforme a la evolución del mercado. No obstante, el Consejo General de Colegios Farmacéuticos subraya que esta decisión se tomó «sin contrastar con el sector» y llega con retraso.

La petición de la regularización lleva en el buzón del Ministerio de Sanidad desde hace un mes y ahora coge a las farmacias un poco a contrapié, aunque el ministro, Salvador Illa , señalara ayer que era poco probable que las boticas tuvieran almacenaje de mascarillas dado el desabastecimiento. No se puede olvidar que las farmacias no solo suministran a pacientes y clientes que quieren protegerse contra el coronavirus. Un porcentaje de la población ya requería de esta herramienta en su día a día antes de la aparición del Covid-19 : enfermos oncológicos o con deficiencias inmunológicas que necesitan protegerse ante cualquier virus, se llame como se llame.

De ahí que los farmacéuticos continuaran adquiriendo mascarillas a pesar de las dificultades de abastecerse por los distribuidores habituales, como denuncia el Consejo desde hace tres semanas. Las compraron al precio que imponían proveedores ajenos con poco talante ético y en un mercado que fluctuaba cada hora , y, a partir de la orden ministerial no podrán venderlas ni siquiera al precio de coste, sino a esos 96 céntimos fijados. «El Gobierno tendría que haber pensado una solución para los que han hecho una inversión para proporcionar las mascarillas a los pacientes y ahora no se pueden vender porque el precio de venta es inferior al precio de coste que en su momento pagaron por ellas », indica Sergio Marco, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Castellón, quien añade que es «imposible» conseguir mascarillas a un precio razonable para venderlas a menos de un euro.

En la misma línea se muestra el Colegio de Farmacéuticos de Madrid . «Se ha conseguido suficiente material y la fijación del precio máximo hará que el mercado se normalice y vuelvan a entrar los proveedores habituales», dicen fuentes de la entidad, pero ahora el farmacéutico está obligado a «vender a pérdidas» todas aquellas unidades que compró a un precio más alto, cuando ante la falta de existencias se recurría a otros vendedores.

También desde el País Vasco subrayan que ese precio no es asumible. « El coste de las últimas mascarillas adquiridas por los farmacéuticos es el doble del fijado por las autoridades gubernamentales », dice Sonia Sáez de Buruaga, presidenta de la delegación en esa Comunidad de la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (SEFAC). Un farmacéutico de la Comunidad Valenciana explica que los precios sí se han moderado en los últimos días, y han recuperado a las cooperativas habituales cuando antes era imposible o carísimo, pero apunta que deberían haber dado un margen para que las boticas hubieran dado salida al material adquirido a un precio mayor.

Sin embargo, Salvador Illa, ministro de Sanidad , no entró a considerar ayer las quejas de los farmacéuticos: «[Esta fijación del precio] va a ser ejecutiva desde el momento que sea ejecutiva y no habrá ningún tipo de compensación . Es un producto muy demandado. Entiendo que ninguna de ellas tendrá stock de este producto que ha ido teniendo salida en el mercado».