África

Burkina Faso lucha contra la malaria con mosquitos transgénicos

Liberan los primeros mosquitos modificados genéticamente que recogerán datos esenciales para combatir una de las enfermedades más mortales de África

Mosquito de la malaria

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Burkina Faso da un paso importante en su encarecida lucha contra la malaria. El pasado 1 de julio, el Instituto de Investigación en Ciencias de la Salud (IRSS) liberó a 6.400 mosquitos macho estériles modificados genéticamente en la pequeña aldea de Bana, al suroeste del país. Se trata de la primera vez que se sueltan mosquitos transgénicos en el continente africano y el experimento forma parte del proyecto Target Malaria, financiado por la Fundación Bill y Melinda Gates y apoyado por un consorcio de más de 150 investigadores africanos y occidentales.

La liberación de los mosquitos transgénicos, que fue aprobado por la Agencia Nacional de Bioseguridad de Burkina Faso (ANB) en agosto de 2018, permitirá obtener valiosos datos científicos que resultaran esenciales para el objetivo final del proyecto -iniciado en 2012- que es combatir la malaria a través de una herramienta sostenible . La fase preliminar del proyecto consiste en capturar a los mosquitos, que fueron impregnados con un polvo fluorescente ser identificados con facilidad, diariamente durante al menos 10 días para recopilar datos científicos consistentes y sólidos sobre su comportamiento en el patrón y la dispersión de vuelo, su longevidad (se estima que estos tengan un promedio de vida útil de varias semanas) y los compararán con los insectos salvajes . «Después de este período de recuperación inicial, realizaremos un monitoreo mensual de la población de mosquitos en el pueblo por un período máximo de un año», según recoge un comunicado remitido a EFE.

El equipo de investigadores, liderado por el doctor Abdoulaye Diabaté, pretende introducir hasta 10.000 mosquitos transgénicos para reducir la población de Anopheles gambiæ , una de las principales especies responsables de la transmisión de la malaria en el continente africano. Diabaté, que tuvo malaria varias veces cuando era niño y dice no conocer a ningún compatriota suyo que no haya padecido esta enfermedad, espera pasar rápidamente a la segunda fase del experimento que consiste en la introducción de «varones sesgados autolimitados» . En el producto final se empleará la tecnología Gene Drive, basada en sistemas de herencia sesgados que aceleran la transmisión de un carácter genético de padres a hijos.

Críticas por el experimento

El proyecto, que se desarrolla en Burkina Faso desde 2016, ha generado muchas críticas entre la sociedad civil y ambientalistas, quienes desconfían de la seguridad de este experimento y creen que los insectos modificados suponen una « catástrofe medioambiental y sanitaria para el país ».

Desde el IRSS de aseguran que respetan «escrupulosamente las normas éticas, de bioseguridad y de seguridad, así como las exigencias de las autoridades del país». Los insectos liberados fueron esterilizados y, por tanto, no pueden transmitir sus genes a la naturaleza : «Se trata de machos modificados genéticamente estériles. Cuando se reproducen con las hembras silvestres [vectores de transmisión de parásitos responsables de la malaria], sus huevos no alcanzar la madurez, por lo que no tendrán descendencia y desaparecen rápidamente», dice Delphine Thizy, investigador de la Imperial College London, donde se realizó dicha tecnología en 2009, antes de su importación de una primera cepa en Burkina Faso en 2016.

Diabaté defiende su proyecto ante las críticas por los riesgos potenciales que puede acarrear eliminar una especie . «En primer lugar, permítame decirle que tenemos alrededor de 3.500 especies de mosquitos en todo el mundo. Y solo en la región de África hay unas 850 especies. Target Malaria solo está apuntando a una especie, que es la principal causante de la malaria en África y particularmente en Burkina Faso. Si la eliminación de una sola especie puede ayudar a salvar millones de vidas, creo que es vale la pena intentarlo», explica el investigador en una entrevista de Marco Werman de PRI's The World.

La malaria es una de las enfermedades más mortales de África, junto al VIH- Sida, las enfermedades respiratorias y la diarrea. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), afectó a más de 216 millones de personas en 2016, y África representa casi el 90% de los casos en todo el mundo. En Burkina Faso esta dolencia sigue siendo la principal causa de muertedel país y es la responsable del 61.5% de las hospitalizaciones . En 2017, la OMS informó sobre más de 7 millones de infecciones y 27.000 muertes en este país de África occidental. El año pasado, al menos, 4.000 personas murieron por culpa de la malaria.

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