Alemania supera los 300 casos de incidencia semanal por primera vez desde que comenzó la pandemia

El país exigirá vacuna o test para acceder al transporte público

La incidencia por coronavirus en Alemania mantiene una tendencia al alza EFE

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Alemania registra este lunes su octavo récord consecutivo de incidencia , superando por primera vez desde el comienzo de la pandemia los 300 nuevos casos por cada cien mil habitantes en siete días, además de la barrera de los cinco millones de contagios . La cifra diaria de fallecidos con o por Covid-19 es de 55 víctimas, lo que sitúa el total en 97.672 desde el inicio de la pandemia. Los especialistas del Instituto Robert Koch señalan como causas del repunte la ausencia de restricciones , agravada por el hecho de que no hay todavía un gobierno que pueda tomar medidas, ya que la coalición que dirigirá el socialdemócrata Olaf Scholz está todavía siendo negociada, y la tasa de vacunación , estancada por debajo del 70%.

El relevo en el poder se hará efectivo presumiblemente en la segunda semana de diciembre, pero la pandemia «no admite demoras» , advierte un informe interno de la situación. Merkel ha dirigido este fin de semana un mensaje a los ciudadanos, pidiendo un «esfuerzo nacional» para contener la ola de contagios y el próximo jueves hay convocada en la Cancillería una reunión entre el Gobierno federal en funciones y los poderes regionales, para consensuar medidas más estrictas en todo el país. No se plantea un cierre de la actividad pública a escala nacional ni implantar la obligatoriedad de vacunarse, tampoco en los sectores profesionales más sensibles, pero la futura coalición de Scholz, integrada por socialdemócratas, verdes y liberales, sí adelanta en su proyecto de ley contra la pandemia varias medidas radicales, como la prohibición de acceder al transporte público a los no vacunados.

Esta nueva ley, que se adelantará a la toma de posesión del nuevo gobierno, dada la emergencia, y que se espera sea aprobada en menos de una semana por el Bundestag, impide el acceso a los no vacunados a bares, restaurantes, piscinas públicas y otros espacios cerrados en buena parte del país. «Se trata de hecho de un bloqueo para los no vacunados y por primera vez, se aplicará una obligación de 3G a los autobuses y trenes, lo que significa que para acceder al transporte público será necesario el pasaporte de vacunación o un test realizado como máximo 24 horas antes.

El nuevo gobierno justifica estas drásticas medidas por la situación de los hospitales, especialmente las clínicas del sur y este del país, que ya están sobrecargadas. El nuevo gobierno también se está planteando en las últimas horas prolongar la situación de emergencia epidémica, que caduca a finales de noviembre, o reemplazarla con una ley de protección contra infecciones previamente debatida. En todo caso, acordarán un ajuste significativo y, en vista del número dramáticamente creciente de infecciones, los mismos partidos que durante la campaña electoral prometieron reiteradamente que no habría más cierres, ahora también consideran posible ordenar restricciones de contacto y cierres de la vida pública, aunque dirigidos especialmente a las personas no vacunadas, como ha indicado el jefe de los Verdes, Robert Habeck. «Continuaremos asesorándonos y contribuiremos con las decisiones necesarias para que podamos mantener el proceso de infección bajo control», ha dicho esta mañana Scholz antes de continuar las negociaciones de coalición en Berlín.

El vicepresidente del grupo parlamentario del SPD, Dirk Wiese, ha defendido el endurecimiento de la normativa pandémica , alegando que «no se incumplen promesas electorales porque esto es en realidad un bloqueo solamente para los no vacunados». Wiese ha mencionado también el test obligatorio para entrar en el lugar de trabajo y medidas como forzar a los empleados a trabajar desde su domicilio. «Al catálogo de medidas se suma la posibilidad de poder ordenar restricciones de contacto en espacios privados y públicos», siempre subrayando que «no debemos empeorar la situación de las personas no vacunadas». Los Bundesländer, además, se reservan el derecho de implementar ciertas medidas individuales, incluyendo, por ejemplo la prohibición o restricción de eventos de ocio, culturales y deportivos, así como asambleas, prohibiciones de entrada en establecimientos de salud, prohibiciones de alcohol y el cierre de universidades. «De esta manera, las medidas regionalmente diferentes servirán para combatir de una manera muy específica en los focos en los que resulte necesario», explica.

Alemania sigue, en cierta medida, los pasos de la vecina Austria , donde desde este lunes ha sido decretado el confinamiento para los no vacunados, que no pueden salir de casa a menos que sea necesario para su trabajo, para comprar medicinas o bienes de primera necesidad y para dar un solo paseo al día al aire libre. Esta mañana, policía de Viena realiza controles en los autobuses y en el metro. Los agentes piden la documentación a los pasajeros y toman nota de los datos de los no vacunados para realizar las pertinentes comprobaciones. Las multas alcanzan los 500 euros y la medida afecta a unos dos millones de personas. Su entrada en vigor ha tenido como consecuencia que, desde el sábado, vuelva a haber colas en los centros de vacunación, en un país en el que solo el 65% de la población tiene puestas las dos dosis , tasa que en algunas regiones, como Alta Austria, alcanza solo el 55% .

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