salud
«Tras tatuar un pezón en 3-D, muchas pacientes se echan a llorar. Es el final del duelo por el cáncer»
Manuel Madrigal, doctor en Bellas Artes, lleva diez años tatuando pechos mastectomizados, quemaduras, injertos de piel y abdominoplastias en su taller de Los Remedios. «He tatuado un ojo a un tuerto con una tinta especial y el asesoramiento de un cirujano, algo que nunca se ha hecho en el mundo», dice.