El profesor de la Hispalense Emilio Ramírez Juidías
El profesor de la Hispalense Emilio Ramírez Juidías - ABC

De profesión investigador, universitario e inventor

El profesor Ramírez Juidías aplica su tarea investigadora al mundo que le rodea con patentes que incluyen desde una bici con sensor de movimiento a una cosechadora antiplaga

Sevilla Actualizado: Guardar
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Emilio Ramírez Juidías se considera, ante todo, investigador. Es la principal tarea que tiene asignada como profesor contratado doctor del Departamento de Ingeniería Gráfica de la Universidad de Sevilla, labor que compagina con la docencia en las escuelas de Ingeniería e Ingeniería Agronómica. Su personalidad creativa y siempre atenta a buscar soluciones y respuestas, consustancial, por otra parte, a su vocación investigadora, le ha llevado a inventar y aportar propuestas innovadoras que ya tiene registradas en la Oficina Española de Patentes y Marcas.

La más reciente ha sido un nuevo modelo de bicicleta de tres ruedas, basada en la mecánica de los «dragster cars», un tipo de vehículo utilizado en EE. UU. para carreras de corta duración, a cuyo diseño ha incorporado un acumulador eléctrico y un sensor de movimiento.

Entre sus ventajas y aplicaciones destaca su fácil manejo por personas con movilidad reducida o deficiencias de tipo cardiaco.

Pero no es ésta la única idea de este investigador que espera que una empresa se interese por su explotación industrial. Ramírez Juidías trasciende, la mayoría de las veces, su ámbito de especialización (la ingeniería agronómica) y genera procedimientos como el que le ha valido la máxima calificación que puede concedérsele a una patente y que sirve para conseguir «una imagen teledetectada a partir de fotografías».

Según explica, este novedoso planteamiento, capaz de obtener «longitudes de ondas que existen y no podemos ver, como parte de las infrarrojas y ultravioletas», puede tener importantes aplicaciones mediambientales en cultivos, en cauces públicos para el análisis de contaminantes e, incluso, en el ámbito militar. Por el momento, está empleando este procedimiento en un proyecto de investigación citrícola que está llevando a cabo en Cantillana y que le está ayudando a estudiar los distintos tipos de suelo y la cantidad de nutrientes.

Cosechadora de caracol manzana

Relacionado con el diseño industrial, el profesor Ramírez es coautor, junto al investigador Jesús Yanes Figueroa, de una «cosechadora de caracol manzana, un nuevo instrumento -explica- para combatir la plaga de esta especie en el delta del Ebro».

Estas son sólo algunas muestras del trabajo creativo de este ingeniero agrónomo para el que el proceso de transferencia de resultados de la investigación, pese a resultar «efectivo, podría ser mejorable». Ramírez Juidías opina que la transmisión de información tendría que ser más operativa en aras de una mayor fluidez, de manera que la referida a las «potenciales empresas interesadas en nuestro trabajo nos pudiera llegar más directamente a través de la Oficina de Patentes y Marcas, ya que actualmente no nos llega y es el investigador quien tiene que buscar las vías de contacto. Por parte de la Hispalense -dice-, el trabajo que hacen las compañeras de patentes es más que meritorio».

El profesor Ramírez no ceja en su empeño investigador o inventor, según se mire, y aboga por una mayor transparencia en el modelo de acreditación que, hoy por hoy, lleva aparejada su tarea. Aunque no oculta que la investigación, en general, «no está lo bien reconocida que debiera ni todo lo bien subvencionada que sería necesario», asegura que, en la mayoría de las ocasiones, a esas dificultades sólo se les hace frente desde la implicación personal de quienes optan por «no tirar la toalla, pese a la adversidad».

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