Los misterios de «Sevilla Horror Story»

En pleno siglo XXI desconocemos aún el mecanismo por el cual se producen determinados fenómenos paranormales en un edificio habitado o casa abandonada, en cualquier momento y en el lugar más insospechado

Los misterios de Sevilla Horror Story ABC

José Manuel García Bautista

Nos desplazamos a la denominada -por nosotros- Hacienda San José , en el término de la localidad sevillana de San José de la Rinconada . Allí se tiene constancia de la existencia de esta edificación desde finales del siglo XVl o principios del XVll , perteneciendo inicialmente la Compañía de Jesús, a los hermanos Jesuitas, con un uso de explotación mixta dedicaba al olivo (aceite) y cereales. Como vestigio mudo de esta actividad aún quedan visibles, y semienterradas, aquellas grandes vasijas donde se vertía el aceite que sacaban de las aceitunas y permanecían macerando.

En su historia particular también figura la Casa de Alba que colaboró con la expulsión de la congregación de los hermanos Jesuitas de la ciudad, así como en la expropiación de todas las propiedades durante la Desamortización de Mendizábal . Propiedades pertenecientes a congregaciones religiosas que estaban repartidas por otros municipios sevillanos tales como Alcalá de Guadaira, Gerena, Carmona , San José de la Rinconada y otros muchos.

La Hacienda San José quedó sin dueño y fue el momento en el que la propiedad se subastó y pasó a engrosar el patrimonio de la Casa de Alba, así como otras muchas haciendas de la provincia como Algarvejo, San Francisco de Los Ángeles o la finca de La Pizana .

Abolida la ley de señoríos en 1937 , la casa Ducal vendió varias propiedades, y entre esas ventas estaba la finca donde se encuentra el edificio encantado que investigamos y que, a lo largo de los años, ha tenido diferentes propietarios, entre ellos una famosa empresa sevillana.

Son los investigadores locales los que comienzan una inédita investigación en el lugar. El lugar tiene su propia leyenda , casi con estética becqueriana. En las cercanías –según narran los más viejos del lugar- se aparece un hombre vestido de época , de años atrás, de aspecto serio, que entra en el establecimiento y, casi sin levantar la cabeza, se dirige al tabernero pidiéndole un paquete de tabaco marca «Ideal ». Ante la imposibilidad de servirle el tabaco se le ofrece otra marca disponible que tiene en la máquina expendedora y el hombre, sin abrir la boca y con la cabeza cabizbaja, simplemente se da la vuelta y lo ven adentrarse en las ruinas del cortijo donde desaparece.

Nada más comenzar la investigación pudieron escuchar, en varias ocasiones, pasos en la planta s uperior donde se encuentran los dormitorios. Puntualizando que el 90% del techo se encuentra derribado y pudiéndose apreciar desde el primer piso las puertas de las habitaciones o celdas. Así, comenzaron la ronda de preguntas . La primera: «¿Eres un trabajador de este cortijo?», obteniendo como lacónica y terrible respuesta un «mala muerte».

Ello rescata una segunda historia, casi leyenda , que nos dice que en este cortijo vivía un trabajador junto a su esposa. Éste un día regresa pronto de la faena del campo y la sorprende junto a uno de los señoritos. Y ante la impotencia de ver aquella escena en su lecho, se va a la torre y desde allí se quita la vida ahorcándose .

El grupo pudo ver una sombra grande, negra, en el pasillo donde se ubicaba la investigación. Una nueva pregunta se formula en esta ronda en busca del registro psicofónico : «¿Estás con nosotros?». Y una voz solemne e impresionante responde: «Estamos». La testigo e investigadora lo describe como «un hombre bastante corpulento que surgió justo detrás de pedir, en la sesión de psicofonías, que si había alguien hiciera algún tipo de señal. Y apareció esa sombra».

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