El rincón de...

Martín Domingo: «Con ocho “Málagas” seríamos el motor de España. En ese espejo hay que mirarse»

Es uno de esos andaluces que, frente al cainismo interprovincial, apuesta por la suma frente a la resta de los radicales libres de la confrontación

El escritor Martín Domingo ABC

Félix Machuca

Licenciado en Derecho en Granada y Siena, abogado, articulista y colaborador en Herrera en la Onda en su versión granadina y en varios diarios andaluces, «Artículos paras envolver el pescado» , editorial Círculo Rojo, es una selecta recopilación de artículos suyos donde se mete en todos los charcos : desde el narcotráfico al proceso catalán.

Dice que se siente en Triana como en su barrio granadino de La Magdalena, porque es un pueblo adosado a una ciudad. Piensa que el sevillano es emocionalmente conservador, vote lo que vote.

Dirige el foro de debate de la Magdalena, por donde han pasado gente como José María García, Jesús Quintero, Javier César, Antonio Carmona e Ignacio Camacho. Próximamente se espera a Gonzalo García Pelayo.

Debe estar usted pasándolo divinamente: el Granada en el piso de arriba de la Liga y su libro en la calle. Felicidades.

Muchas gracias. Sí, lo del libro tiene menos mérito, pero lo del Granada es de locos. Sin duda se lo merece un club histórico. El Granada, contra lo que decían los agoreros, tiene todo un pasado por delante.

Y felicidades también por ser un oriental que no piensa que Sevilla les roba.

(Risas) Me llama usted oriental y parece que esté hablando con un chino y así es como se sienten muchos granadinos, almerienses y jiennenses en esta autonomía. Pero soy de los que piensa que debemos hacer autocrítica antes de desempolvar el memorial de agravios.

¿Aún hay mucha gente que piensa así, que Sevilla les roba?

Cada vez más, porque la estadística granadina de proyectos frustrados y oportunidades perdidas es apabullante. Pero no debemos ceder a la tentación de creer, como hacen los nacionalismos, que nuestros males provienen de un agente externo. Algo habremos hecho mal nosotros.

Déjeme que le diga que ese estado de opinión no surge de forma espontánea y que hay políticos mal nacidos que siembran semejante semillas…

Que a Granada haya llegado el AVE con 27 años de retraso tampoco ayuda, pero, insisto, eso no es culpa de Sevilla, sino, entre otras cosas, de la desidia de las élites políticas y sociales granadinas. Lorca dijo que la granadina era la peor burguesía de España y tenía toda la razón.

Me gustaría, igualmente, como granadino que es, felicitarle por el premio nacional de narrativa que ha ganado una paisana suya, Cristina G. Morales…

Creo que los 20.000 euros del premio no los va a compartir conmigo.

¿La conoce?

Poco. En estos días, a raíz del galardón, sí he leído bastante sobre ella.

¿Y la obra premiada?

La he hojeado, pero no me interesa demasiado. Uno empieza a tener una edad y debe seleccionar bien sus lecturas.

Sus declaraciones tras conseguir el premio no han sido muy edificantes. Parece que las ha hecho bajo el síndrome del charnego huérfano.

Ha querido ir de escritora revolucionaria, sin caer en la cuenta —o quizá sí, quién sabe— de que le estaba haciendo el juego a la opulenta burguesía catalana.

Es chocante que siendo tan rebelde esté con los niños pijos quemacoches y no con los policías andaluces que están allí de carne de cañón.

Sí, cuando leí sus declaraciones me acordé del poema que dedicó Pasolini a las revueltas estudiantiles del 68, en el que se negaba a lamer el culo, como hacían los periodistas de todo el mundo, a aquellos hijos de papá que escupían en la cara de los policías pobres. Parece que Cristina Morales, como tanta gente de izquierdas, siente una cierta fascinación por el nacionalismo, que le lleva a no saber distinguir quiénes son los opresores y quiénes los oprimidos.

Eso les pasa a muchos andaluces. Que a falta de alguien que los quiera lejos del tópico abrazan causas ajenas para que acaben llamándolos «botiflers».

Ahí tenemos al ínclito Rufián. Aunque últimamente se está moderando. De él, como de Errejón, dije que acabaría en el PSOE, y no me voy a equivocar.

Dicen que somos un pueblo sabio. Yo cada vez veo más catetos…

Sobre todo en Canal Sur, que durante décadas ha sido la televisión más hortera y reaccionaria de occidente. Ahora parece que quieren dar otra imagen de Andalucía. A ver si es verdad, porque nuestra tierra es más que niños jartibles, gordos acomplejados y batas de cola.

Hablemos bien de Málaga. ¿Ha pasado por encima de Sevilla y Granada?

Absolutamente. Es un espejo en el que el resto de Andalucía debería mirarse, porque la región tiene un potencial extraordinario: con ocho «Málagas» seríamos el motor de España.

¿Qué hemos hecho mal aquí y allí?

Mientras los granaínos y los sevillanos observábamos ensimismados nuestros viejos pergaminos, Málaga estaba conquistando el futuro.

¿Y en Triana, ese barrio que tanto le gusta de Sevilla, qué hemos hecho bien los sevillanos?

Lo mejor, que se haya conservado ese carácter de pueblo dentro de la ciudad. O mejor dicho, de pueblo junto a la ciudad, porque, como se sabe, Triana es una república independiente. ¡Así que menos lobos, Quim Torra!

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación