José Ramón Sierra: La valentía de volar en solitario

Cuando José Ramón Sierra (Sevilla, 1989) dijo en casa que quería ser arquitecto, el primer consejo fue que encontrara una voz propia . Había crecido entre planos y libros de arte, con la figura de un reconocidísimo profesional como ejemplo. Fue precisamente su padre, con el que comparte nombre, el primero que lo motivó para volar en solitario , por eso decidió estudiar en la Politécnica de Madrid y fundar allí su estudio apenas cuatro años después de terminar la licenciatura. El panorama que se encontró fue el peor que podía imaginar, con centenares de buenos arquitectos haciendo cola en el Inem y una crisis que no tenía final. José Ramón Sierra aprovechó ese tiempo para formarse , fue seleccionado para hacer un máster en la Universidad de Harvad y tuvo la oportunidad de vivir dos años en Boston. Aquella experiencia cambió por completo su concepción de la profesión, le abrió las puertas de la docencia y le aclaró las ideas sobre el tipo de arquitecto que quería ser.

La primera oportunidad laboral le llegó en el estudio de Londres de David Chipperfield , autor de la Ciudad de la Justicia de Barcelona, y casi desde el principio le empezó a rondar por la cabeza la posibilidad de establecerse por su cuenta. «Creo que todo arquitecto quiere hacer sus propios proyectos , pero se necesita cierto rodaje», admite. Y unos buenos compañeros de viaje. En la aventura se embarcaron otros dos amigos, Jaime Daroca y José Mayoral , que habían seguido caminos parecidos. «Cuando empezamos con nuestro proyecto yo vivía en Londres; Jaime daba clases en Nueva York, en la Universidad de Columbia, y José estaba de profesor en la Universidad Católica de Chile», continúa. Todavía quedaban unos meses para que terminara 2016 y la crisis seguía cebándose con los profesionales de su campo.

Práctica, su estudio, surgió en 2017 y bajo esta marca empezaron a participar en concursos internacionales en Chile, Reino Unido y Rumanía . También en iniciativas que los acercaban a su tierra, como una promoción de viviendas eficientes en Málaga y otra de vivienda protegida en Sevilla, la ciudad natal de los tres socios. El proyecto más ambicioso que tienen entre manos es la rehabilitación del río Somes , en la ciudad rumana de Cluj-Napoca, en el que colaboran con un equipo multidisplinar para transformar más de quince kilómetros de la ribera en un espacio para el ocio y el esparcimiento. «Ese es el tipo de retos que queremos asumir, porque demandan una c oncepción más amplia y es lo que nos define», indica Sierra, que en los próximos diez años se ve afrontando nuevos proyectos y compaginando esta labor con la docencia que actualmente ejerce en la Academy of Art University de San Francisco. Allí practica un método educativo que pone en el centro al alumno, un modelo que quieren trasladar también a Sevilla, donde encuentra «un potencial inagotable».