Dos empresarios locales convertirán en hotel una casa de Reyes Católicos

En el número 23 de la avenida Reyes Católicos se está perfilando un movimiento que indica cuál es una de las principales tendencias inmobiliarias en el centro histórico de Sevilla. La Real Maestranza de Caballería adquirió hace unos dos años el inmueble, que en su día acogió la heladería estadounidense Hägen-Dazs y que cuenta con más de 1.800 metros cuadrados construidos en tres plantas. En la última década ha tenido un uso preferente de oficinas pero ha estado prácticamente vacío desde que comenzó la crisis.

Frente al enorme excedente de metros cuadrados que sufre actualmente el sector de las oficinas, la Real Maestranza está ultimando un acuerdo para reconvertirlo en un establecimiento turístico y rentabilizar así una operación de alquiler.

Esta institución está negociando actualmente con los hermanos Cebolla (propietarios de pubs como el O’clock y El Gallo Negro y concesionarios de terrazas como las del pabellón de Chile y los jardines del Líbano) y con Óscar Vega (el promotor de las discotecas Dadá y Antique) para que asuman el arrendamiento del edificio y acometan la inversión necesaria para transformarlo en hotel, según fuentes del sector inmobiliario consultadas por ABC. Por el momento, el objetivo de estos empresarios es analizar todas las posibilidades de esta casa para hacer un pequeño hotel de calidad media-alta (equivalente a un cuatro estrellas) o bien crear apartamentos turísticos. El importe económico de la transacción no ha trascendido.

Esta casa tiene 600 metros en cada una de sus tres plantas y su catalogación histórica impide modificar la volumetría y cambiar la fachada, con lo cual su potencial es limitado y los trámites en la gerencia de Urbanismo y en la delegación de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Sevilla pueden ser lentas.

Diseño

Dado el enclave en el que se ubica, uno de los objetivos es que el diseño interior del establecimiento sea muy singular. «El sector turístico es el que está animando el negocio inmobiliario del centro histórico, tanto en la modalidad de apartahotel, como en viviendas vacacionales y el denominado hostel (dirigido al público juvenil)», indican las fuentes consultadas por ABC. Las nuevas tecnologías (con portales de reserva por internet) permiten que este tipo de establecimientos puedan recibir un flujo regular de turistas si logran mantener precios competitivos. Para ello, los costes también deben ser bajos, de ahí que los apartamentos turísticos (sin servicios como recepción o cafetería) estén en auge y sean la fórmula más viable.

No es la primera inversión conjunta que realizan los hermanos Cebolla y Óscar Vega en esta zona de Sevilla. Junto a otros socios (como el empresario de hostelería Germán Franco Ayala, alma mater del restaurante La Sacristía), también se han adjudicado la concesión administrativa para el desarrollo de la actividad de restauración en el emblemático Faro de Triana, ubicado en la orilla trianera del puente de Isabel II, donde pretenden recuperar parte de la fisionomía original de la antigua estación de vapores de 1922, siendo el responsable de las obras y del diseño Francisco Díaz Sánchez.