Un momento de la comida solidaria de la que han disfrutado vecinos de las Tres Mil Viviendas de Sevilla
Un momento de la comida solidaria de la que han disfrutado vecinos de las Tres Mil Viviendas de Sevilla - J.M.SERRANO
Solidaridad

Crema de gambones para las familias de las Tres Mil

Trabajadores del Ayuntamiento de Sevilla organizan una comida navideña para 250 personas con dificultades económicas

SEVILLA Actualizado: Guardar
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Carmen Herrera tiene 18 años, es hija de padres parados y vive en las Tres Mil Viviendas de Sevilla. Hoy por primera vez ha probado las delicias de Elías del Toro, el chef de Abades Triana que ha elaborado la comida servida a ella y a 250 personas más de ese barrio sevillano. Un aperitivo de chacinas ibéricas, crema de gambones con cruditte de verduras y huevo de codorniz, carillada ibérica con textura de tubérculo y berros y un postre de matices dulces a base de bizcocho, piononos, piña y polvorín. Ese ha sido el menú de la comida solidaria que cinco trabajadores de las áreas de Seguridad, Movilidad y Fiestas Mayores del Ayuntamiento de Sevilla decidieron organizar en Fibes para familias de esta zona deprimida de Sevilla que nunca habían degustado una carta similar.

Era el sueño de estos «cinco locos», como ellos se autodenominan decidieron poner en marcha hace sólo veinte días después de muchos años de colaboración con estas familias a las que querían ofrecer algo muy especial tras haber colaborado con ellos, a través de la parroquia de Jesús Obrero del Polígono Sur organizando recogidas de alimentos o de dinero para llevarles juguetes.

Y este jueves en Fibes su deseo se ha hecho realidad: una comida de gala, seguida de actuación de un coro de campanilleros, a la que han acudido numerosas familias de ese barrio, la mayoría parados y con muchas necesidades, que se han arreglado para la ocasión. Las mujeres peinadas y maquilladas, los hombres elegantamente vestidos y los niños y niñas sin parar de sonreír.

Un plato del menú
Un plato del menú - J. M. SERRANO

«Venían muy ilusionados», han explicado Lola Ponce y José Antonio López, trabajadores de Movilidad y la Policía Local respectivamente que llevaban meses soñando con esa iniciativa y que hoy estaban a punto de llorar. Claro que para ello han tenido más de una veintena de patrocinadores, numerosas empresas que desinteresadamente han colaborado con el proyecto. ¿El resultado? además de la comida, presupuestada aproximadamente en 3.000 euros, han entregado a la parroquia un cheque de 3.700 euros para comprar alimentos para el barrio.

Falta les hace, según ha explicado Maruja Vilches, hermana mayor de Los Javieres e implicada en la iniciativa a través del proyecto Fraternitas. Vilches, entusiasmada por haber colaborado en hacer posible la comida, no ha parado de recordar las necesidades que atraviesan estas familias, muchas de ellas con todos sus miembros en paro, y los proyectos que tienen en marcha. «Hemos puesto en marcha clases de apoyo para los niños y talleres para los jóvenes. De peluquería, costura, limpieza, camareros, pero necesitamos más profesores para esos talleres», se ha quejado pidiendo a las administraciones ayuda para financiar estos talleres y sacar adelante «un taller humano». Y es que, según la hermana mayor de Los Javieres, no hay que olvidar que la mayoría de los que viven allí «son gente honrada que intenta integrarse en la sociedad». Hoy han empezado a hacerlo con una celebración a la que ellos no están acostumbrados.

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