Sucesos

Bajan los incendios domésticos en Sevilla a pesar del confinamiento en los hogares

La estadística de los bomberos de Sevilla revela un descenso global del 30% en las intervenciones

Imagen de archivo de una intervención en una vivienda del Casco Antiguo ABC

Silvia Tubio

El estado de alarma ha confinado a centenares de miles de sevillanos en sus domicilios . Una situación extraordinaria que ha trastocado por completo la cotidianidad de los ciudadanos. Al inicio del confinamiento, uno de los temores que surgieron en el seno de los servicios de emergencias es que se multiplicaran los accidentes domésticos como consecuencia de que los hogares están siempre ocupados y a pleno rendimiento. Sin embargo, la estadística del servicio contraincendios de la capital está contradiciendo esta hipótesis inicial, al menos en los 20 primeros días de reclusión en los que cayeron a la mitad los incendios en vivienda y el cómputo global de salidas también han bajado un 30% con respecto al mismo periodo del año pasado.

Según datos oficiales extraídos de los partes diarios de los parques de bomberos de la capital, entre el sábado 14 de marzo, cuando se decretó el estado de alarma y el pasado lunes, los bomberos tuvieron que atender 15 incendios en edificios . Si se toma como referencia el mismo periodo de 2019 se constata un descenso del 50% de las intervenciones de este tipo (en 2019 fueron 30). De este recuento quedan fueron otro tipo de siniestros como los fuegos de vegetación o los que afectan a vehículos.

Sobre este último epígrafe, los bomberos tuvieron que trabajar en estos últimos días contra la acción de un pirómano que durante dos días consecutivos prendió fuego a una quincena de vehículos estacionados en calles de la zona norte de la capital. Una incidencia poco frecuente que en este caso trastoca la estadística general. Tras hacerse eco los medios de lo que estaba ocurriendo, el pirómano ha dejado de actuar, por ahora,

Una de las explicaciones a este descenso en esta estadística, señalan fuentes del servicio contraincendios, es que la presencia permanente en los domicilios ha favorecido la prevención . «Ahora es más difícil que un despiste como dejar una olla en el fuego tenga consecuencias. Todos estamos pendiente de todo», señalan fuentes del servicio contraincendios.

Parón de la actividad

El descenso global en el número de actuaciones es del 30%. Aquí está incidiendo el parón en la actividad de los establecimientos hosteleros, comerciales... Una intervención muy común en los partes diarios son los pequeños fuegos en cocinas de bares y restaurantes. Una casuística que no se puede producir porque todos esos establecimientos tienen en estos momentos la baraja echada.

Otra de las intervenciones que comenzaron a mirarse con lupa desde que se decretara el estado de alarma son las aperturas de vivienda . Este servicio es uno de los más frecuentes que realizan los bomberos porque, entre otros motivos, hay un número significativo de ancianos que viven solos en la capital hispalense. Este colectivo, si sufre un accidente, puede quedarse atrapado entre las cuatro paredes de su casa y son los bomberos los que tienen que forzar la puerta de sus viviendas para que los servicios sanitarios los auxilien. Aquí la estadística también registra un descenso pero mucho más moderado. En el periodo de 2019 se realizaron 45 actuaciones de estas características mientras que en estos días de confinamiento, los servicios de emergencia han sido activados en 40 ocasiones.

«Ahora es más difícil que un despiste, como dejar una olla en el fuego, tenga consecuencias.Todos estamos pendiente de todo»

Estas entradas en domicilios se producen porque el propio afectado avisa a través del servicio de teleasistencia o porque algún familiar o vecino lleva tiempo sin saber de esa persona. Las mismas fuentes consultadas señalan que el confinamiento también puede estar influyendo en esa reducción en el número de intervenciones porque las familias al estar encerradas en sus casas es más complicado que echen en falta a alguien.

Este tipo de intervención se coordina a través del Cecop social , que atiende de media –durante un periodo normal sin confinamiento– a unos cuatro ancianos al día que se han quedado atrapados en sus viviendas. En un año pueden llegar a registrar más de 1.300 avisos. Los bomberos trabajan codo con codo con las Umies (unidades de emergencias sociales). Son equipos, compuestos por trabajadores sociales y técnicos sanitarios, que se encargan de la atención de los ancianos rescatados. Estas unidades están dentro de los servicios esenciales decretados por el Ayuntamiento.

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