Un bloque unido contra un desahucio

«Yo es que no me lo explico. No entiendo cómo han podido llegar a esta situación». «Pues vamos a recoger firmas y vamos a hacer lo que sea para que no se tenga que ir porque es una injusticia». Los vecinos de Ana María López hablan en el salón de su casa, mientras ella no puede aguantar los nervios y rompe a llorar. Se acaban de enterar de que una sentencia la obliga a irse del que ha sido su domicilio durante unos 20 años, que está ubicado en el bloque 6 de la calle Cornelio Balbo en San Fernando. Todo por una disputa familiar que ha finalizado con la sentencia del Juzgado de Instrucción Número 1 de San Fernando por el que el día 11 de noviembre debe entregar las llaves y además pagar una indemnización de 21.500 euros.

A pesar de que la Justicia no le ha dado la razón -de momento ya que el auto está recurrido-, sus vecinos la apoyan de manera incondicional y ya planean diferentes formas de hacer presión y remar para conseguir que no tenga que irse de la vivienda. Entre todos les dan ánimo, pero Ana María ya no se ve con fuerzas para seguir peleando y piensa en entregar las llaves «y que sea lo que Dios quiera». El dinero no, porque no tiene forma de reunir tal cantidad. «No lo entiendo. Es mi propia familia la que me echa. La casa era de mi madre y desde que murió en 1995 yo he pagado la hipoteca, los recibos, la contribución, los impuestos. Nunca hubo problemas hasta ahora que me quieren echar de ella».

Ana María vive con su marido y uno de sus hijos, que se encuentra en paro y que ha tenido que dejar su propio domicilio. Con esfuerzo ella consiguió terminar de pagar su hipoteca y si pierde la casa expone no tener recursos para buscarse otra vivienda. «Yo tengo una pequeña tienda de arreglos de costuras, mi marido se queda en paro a final de mes y mi hijo lleva meses en paro. No sé por qué han surgido los problemas ahora cuando antes no había ni uno. Me pidieron dinero para quedarme en la casa y como no puedo darlo ahora quieren que me vaya y que se venda. Para mí es una injusticia porque yo he hecho frente a todos los gastos desde hace años y mi madre quería que esta casa fuera para mí».

Pero la propiedad del domicilio está compartida y ahora un juzgado ha atendido la petición de la denuncia realizada por parte de su familia. Ella ha propuesto pagar un alquiler mientras no se produzca una sentencia firme para no tener que abandonar la vivienda en unas tres semanas, pero no ha sido atendida por la otra parte. No será hasta marzo cuando se espera que se atienda su recurso y a pesar de ello ya tiene que abandonar el domicilio.

«Pero tú no te desanimes que aquí estamos nosotros que vamos a hacer lo que sea». «Tienes que plantar cara y no dejarte llevar por la angustia. Saca fuerzas que tú las tienes para tirar para adelante». Los residentes del bloque 6 de Cornelio Balbo no tienen ninguna duda y piensan estar al lado de Ana María durante las próximas semanas. Algunos vecinos la conocen desde que nació y les resulta complicado entender lo que ha sucedido, aunque lo tienen claro. «Nos enfrentaremos a quien haga falta aunque sea a la Policía, pero no vamos a permitir que echen a Ana María de esta casa». Una frase que se repite por los rellanos del bloque.