Las enfermedades reumáticas pueden aumentar el nivel de dolor y fatiga, y generar incapacidad física o falta de movilidad, junto a un cuadro de depresión general. Todo esto desemboca en un fuerte impacto en la sexualidad de los pacientes con estas enfermedades.
“La salud sexual es un estado de bienestar físico, emocional, mental y social, relacionado con la sexualidad”, afirma la doctora Monserrat Romera-Baures, reumatóloga del Hospital universitario de Bellvitge (Barcelona), en el marco del I Congreso de pacientes con enfermedades reumáticas de la Sociedad Española de Reumatología, celebrado en Madrid. “Es necesario abordar este problema, que va unido a muchos conflictos emocionales, y que afecta a la calidad de vida de los pacientes”.
El sexo, un tema tabú en las consultas
Pero, según explica la experta, hablar de la sexualidad en las consultas médicas no es habitual y existen todavía barreras sociales que lo impiden o dificultan. “Es necesario mantener una buena comunicación con el médico, que debe informar convenientemente a los pacientes acerca de sus problemas y así despejar sus dudas”. Para lograr esto con el médico, hay que empezar por la pareja, según la doctora Romera-Baures. “La comunicación con la pareja debe tener el objetivo de mejorar la comprensión y facilitar la identificación de los problemas, así como adaptar las posturas sexuales a los casos individuales de cada paciente”.
Prevenir las complicaciones del embarazo es esencial
Por otra parte, el embarazo de las mujeres que padecen enfermedades reumáticas inflamatorias y autoinmunes sistémicas puede resultar “extremadamente complicado con consecuencias graves tanto para la madre como para el futuro hijo”, según la doctora Paloma Vela, reumatóloga del Hospital General Universitario de Alicante. “Es esencial que las pacientes y sus parejas conozcan los principales factores de riesgo, el tipo de complicaciones que se pueden esperar, y la adecuada forma de prevenirlas o tratarlas. En la mayoría de casos el embarazo es posible, pero es fundamental la programación del mismo, y una estrecha vigilancia en colaboración con los especialistas en Obstetricia”.
