lavozdigital.es
nuboso
Hoy 5 / 18 || Mañana 7 / 16 |
más información sobre el tiempo
Estás en: >
Noticias

ESPECIALISTA DE CINE RETIRADO

Alain Petit: «La muerte, no. Lo que me da miedo es no poder ser independiente»

A sus 80 años, el especialista de cine Alain Petit ha sobrevivido a 12.408 accidentes automovilísticos. Por fortuna, la mayoría solo le provocaron roturas múltiples

16.01.14 - 06:00 -
El especialista de cine Alain Petit tiene rotos casi todos los huesos: en la cabeza, la clavícula, las extremidades, las costillas… La peor es la clavícula, en ella tiene unas 12 fracturas. FOTO: ALBERTO FERRERAS.

Antiguo oficial de la Armada Francesa, Alain Petit tiene ochenta años, ha sobrevivido a 12.408 accidentes automovilísticos y apenas le queda un hueso que no se haya roto. Su profesión durante más de medio siglo fue la de especialista de cine, donde se arriesgaba con escenas que nadie más se atrevía a hacer. Pero su imagen se nos hizo más familiar cuando comenzó a aparecer en el famoso programa televisivo de Paco Costas, ‘La segunda oportunidad’. Un título perfecto para hablar de su nueva vida, sana y sin malos hábitos, tras una complicada operación de corazón: «Había llegado un momento en el que no podía subir ni una escalera», confiesa. Sin embargo, y con todo lo que ha sufrido su cuerpo, dice que ni uno solo de los golpes recibidos le llevó a cuestionarse dejar una peligrosa profesión que a punto estuvo de costarle la vida. Si naciera de nuevo, volvería a dedicarse a lo mismo.

–¿Cómo empezó todo?

–Con 16 años ingresé en los Bèrets Verts (‘Boinas Verdes’) y tras casi una década de servicio lo dejé para viajar a Angola. Con 25 años regresé a Francia, fue ahí donde comencé a acercarme a los rodajes de cine. En ellos conocí a Gilles Delamarre, un célebre especialista de los sesenta que se convirtió en mi maestro.

–¿Y se dedicó a los coches?

–No, al principio participaba en doblajes de peleas y caídas de caballo, fue posteriormente, cuando lo de los coches comenzó a ponerse de moda, cuando me dediqué sobre todo a ellos en muchas películas (604 para ser más concretos, entre las que se encuentran: ‘El sueño del mono loco’, de Fernando Trueba; ‘Historias del Kronen’, de Armendáriz, o series de televisión como ‘El comisario’). Además de mi trabajo como especialista tenía también mis espectáculos y exhibiciones automovilísticas.

–Imagino que cuidar la forma física era imprescindible.

–Por supuesto, pero creo que eso deberíamos hacerlo siempre. Yo aún hago mis ejercicios, claro que ahora con un límite ya que además de tener una edad estoy operado del corazón. Pero creo que la actividad física es importante, de hecho se lo aconsejo a todo el mundo. Y también tener cuidado con la alimentación y evitar los excesos.

–De todas las escenas que ha grabado, ¿recuerda alguna como la más difícil de llevar a cabo?

–Hubo una para la película ‘Un espía en mi alcoba’ que rodamos en el puerto de Denia y que yo hice porque los demás especialistas no se atrevían. Consistía en lanzar un autobús desde el puerto hasta el mar y volar con él durante 35 metros hasta aterrizar sobre un barco.

–Con escenas de tan enorme calado, lo extraño es que le quede algún hueso sano…

–[Risas] Por eso tengo rotos casi todos: en la cabeza, la clavícula, las extremidades, las costillas… La peor es la clavícula, esa tiene por lo menos 12 fracturas, pero se han curado a base de platino, titanio, placas… Bueno, de esos metales que usan los médicos para tratar ciertas fracturas. Tampoco es como tener una enfermedad. Además, muchos de los materiales (placas, tornillos…) me los retiraron, aunque los últimos como ya estoy mayor los llevo conmigo, no me he operado para quitarlos. Antes hasta pitaba en los aeropuertos si el detector era muy sensible.

–Cuando uno va a chocar contra algo tiene ganas de soltar el volante, gritar, taparse la cara… Usted no, ¿es que no tenía miedo?

–Claro que sí, la persona que no tiene miedo para mí es que no está muy bien de la cabeza. Pero para esta profesión hay que dominarlo y saber muy bien dónde están tus límites.

–¿La fractura más dolorosa fue...?

–En el momento del golpe ninguna porque no duelen, es después. La peor fue un golpe de la cabeza que me tuvo ocho meses en coma y de la que me rehabilité en Suiza. Al despertar estuve dos años sin poder moverme de cintura para abajo. Me tiraban cada día a una piscina para ver si al hundirme reaccionaban mis piernas. Y un día así fue.

–¿Recuerda algo de aquel coma?

–No mucho, es como si salieras de una nube, como si te acordaras de gente que ha pasado a verte, pero de una forma extraña. Aunque imagino que cada coma es distinto.

–Creo que una de las últimas fracturas ha sido especialmente molesta, ¿no es así?

–Sí, la que afecta al pie derecho porque en él he perdido la sensibilidad. Ahí me podrían cortar los dedos y no lo notaría. Lo peor fueron los problemas para andar, ya que al no tener sensibilidad era como si se me escapara el pie, como si no me respondiera, pero con el tiempo me he acostumbrado, ya hace 8 años de esto.

–¿Algún accidente le hizo pensar en dejar esta profesión?

–No. La verdad es que morirme no me da miedo, es algo natural que pasa en la vida, lo que me da miedo es no poder ser independiente. Quizás lo más peligroso es que te acostumbras al dolor y a veces no das importancia a algunos que te indican que hay algo que no está bien. A mí me pasó esto con una costilla rota que me presionaba el pulmón, menos mal que el médico se dio cuenta. Pero claro, el dolor también debes dominarlo y necesitas que las recuperaciones sean cortas para poder seguir trabajando.


lavozdigital.es

EN CUALQUIER CASO TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS:
Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa.