1. Fase prodrómica: aparece en un 40 por ciento de la gente y está formada por unos síntomas muy variables. En general incluyen cambios en el estado de animo o el comportamiento horas o días antes de padecer el dolor de cabeza. El paciente se siente con sensación de hambre, sobre todo por dulces, cambios en el estado de ánimo como irritabilidad, depresión, somnolencia, bostezos, retención hídrica, etc. Si se reconoce esta fase se puede controlar mucho mejor el dolor, eso sí con tratamiento médico.

2. Fase de aura: son los síntomas neurológicos focales que aparecen inmediatamente antes del dolor o coincidiendo con su aparición y suelen durar menos de 60 minutos. Los síntomas más frecuentes: visión borrosa, puntos brillantes y centelleantes, pérdida de visión en parte del campo visual, cosquilleo y + entumecimiento de un lado de la cara o de la mano hasta abarcar todo un lado del cuerpo.

3. Fase de cefalea y síntomas acompañantes: es la fase más constante, de hecho, muchos de los pacientes es la única fase que presentan. La duración del dolor oscila entre 4 y 72 horas, salvo en los niños, que puede durar menos de 4 horas. Si sobrepasa las 72 horas se denomina estado migrañoso. El dolor es unilateral y pulsátil. Suele tener intensidad de moderada a grave y empeora con las actividades físicas.

4. Fase de recuperación: el dolor va cediendo de forma progresiva. Puede durar unas 72 horas. Después del dolor de cabeza la persona suele estar más irritable, apática, cansada o simplemente agotada.