Daniel tenía una única preocupación antes de entrar en el quirófano. «¿Me podré subir en las montañas rusas?», preguntó. Para su tranquilidad, los médicos le aseguraron que no habría ningún problema –claro está– en cuanto pase un tiempo de rehabilitación. Respiró. En su inocente inquietud nada hacía sospechar que, pocas horas después, iba a ser sometido a una operación pionera en España para la corrección de la curvatura de su columna.

Este risueño pucelano de ocho años padece una escoliosis progresiva de aparición temprana y su espina dorsal tenía una desviación de 66 grados. Como describe Alfonso, su padre, «estaba descuadrado. Sus hombros y sus caderas no eran simétricos». Tras la intervención en el Hospital Clínico de Valladolid, la curva ahora es de 24 grados (42 menos) y desde el cuarto día ya puede caminar sin dolor alguno.

La novedad

Con esta operación se corrige la desviación sin detener la fase de crecimiento natural del paciente, explica David César Noriega, miembro de la unidad de cirugía de espalda que ha tratado a Daniel.

La innovadora técnica (denominada Shilla), consiste en un sistema de tornillos tradicionales que permiten fusionar el ápex, la zona mas deforme de la curva del niño. En los extremos de ésta se colocan unos tornillos canulados a los que se añaden unos tapones de cierre con brida (tapón de Shilla) que bloquean el tornillo, pero no la barra. Esto permite que esta última se deslice y guíe el crecimiento del niño.

El método que se venía realizando hasta ahora conllevaba la necesidad de realizar operaciones periódicas –tres o cuatro– con el fin de alargar esas barras. «El objetivo es que la columna no evolucione a peor y que al final del crecimiento se pueda hacer una cirugía de fusión espinal», recalca Noriega.

Una intervención que entonces le fijará de forma definitiva la columna vertebral, algo dentro de los parámetros normales; pero que durante la niñez sería «una tropelía» porque el paciente se quedaría con una talla corta, mientras el resto de los órganos de su cuerpo se siguen desarrollando.

Buen nivel

Uno de cada 10.000 niños europeos sufre escoliosis de aparición temprana. Esta desviación idiopática (de causa desconocida) es más común entre los varones y su evolución puede provocar algún tipo de incapacidad.

«Daniel ingresó en el hospital con un futuro gris y ahora tendrá un buen nivel de vida», apunta el doctor. Tal ha sido el éxito de esta pionera intervención que el pasado lunes fue operado otro niño con escoliosis precoz –de 9 años y con una curva de 52 grados– en el mismo Hospital Clínico de Valladolid.

«Mi hijo lleva tres días andando con un corsé de sujeción y no nota ningún dolor», comenta Alfonso visiblemente emocionado. Y es que los últimos dos años habían sido bastante complicados. Era notable cómo la columna se iba doblando y el niño notaba dolores a la hora de agacharse o cuando llevaba más de un cuarto de hora sentado.

Entonces, le pusieron un corsé de corrección espinal. «No funcionó como se esperaba, no le corrigió nada y nos vimos abocados a la operación». Ahora le ve más alto, más recto e, incluso, todavía más guapo. Tras diez días ingresado, Daniel ardía en deseos de abandonar la clínica y volver a su casa.