Romería

El Rocío vuelve a ser lo que siempre ha sido

Esplendoroso sábado de presentaciones, convivencia y hermandad en una aldea repleta de peregrinos

El gentío ante la ermita del Rocío Raúl Doblado

Miguel A. Jiménez / M. Humanes

Nadie diría, al ver la aldea almonteña, que la Romería del Rocío lleva dos años de parón obligado por la pandemia. Hoy todo es bullicio, gentío, carros, caballos, visitas y cantes. Las carretas de los distintos Simpecados llamados a hacer su presentación se cruzan unos con otros. Unos van al Santuario, a cumplir con la promesa adquirida y eterna por las filiales de plantarse ante Ella en primavera. Otros vuelven con el corazón henchido de satisfacción y las lágrimas dibujando surcos en los rostros polvorientos por haber llegado felizmente a su objetivo, que no es otro que el de mirar frente a frente el rostro de la Patrona de Almonte en estos días consagrados a su devoción.

Si la jornada del viernes era el turno de las hermandades filiales de más reciente incorporación, la de hoy sábado ha sido la de las más antiguas. Desde las doce de mediodía y con una multitudinaria Villamanrique de la Condesa abriendo el turno, se han sucedido los momentos de emoción en la puerta del Santuario, al que hoy ha acudido el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla , entre otras autoridades como el vicepresidente Juan Marín o el viceconsejero Antonio Sanz.

Ha sido el presidente autonómico quien, tras la misa de Hermandad, ha realizado una ofrenda a la Blanca Paloma acompañado de su esposa, gesto también protagonizado por los efectivos del Plan Romero.

Tras este momento, los miembros de la Hermandad Matriz , con la hermana mayor Rocío Acevedo , y del Ayuntamiento de Almonte , todos ellos en representación del pueblo anfitrión, además del obispo de Huelva, han dado la bienvenida y la enhorabuena a todas y cada una de las 81 hermandades filiales que hoy se han postrado ante la Virgen. Momentos imperdibles como siempre los de Pilas , arropada por un mar de peregrinos; Sanlúcar de Barrameda , deslumbrante y con toques amarillos, como queriendo traer a la aldea todo el sol de sus playas; Triana , que se presenta nada más llegar del camino, con sus sombreros al aire y ese himno que es un clásico de los sonidos del sábado de Romería; las vecinas hermandades de La Palma del Condado, Rociana, Bollullos del Condado, Bonares o Moguer ; Umbrete y su antiguo cajón, tan diferente, depositario de una tradición casi extinta al igual que Coria y su inigualable Simpecado.

Muy emotivas las presentaciones de las dos filiales de la capital onubense, Huelva y Emigrantes , o la de San Juan del Puerto , a cuya hermana mayor le ha costado dar los vivas con la garganta rota por el cansancio y la emoción. Una pintura Dos Hermanas y sus carros tradicionales y el mérito indiscutible de las que llegan desde tan lejos, como Gran Canaria -precioso el exorno de la carreta con flores de platanera-, la no filial de Salamanca, Navarra, Santander o Segovia, por citar sólo algunas, sin olvidar a la filial de Bruselas, cuya presentación se produce en la jornada del viernes.

Pero si en la puerta del Santuario el momento es espectacular, no lo es menos cuando emprenden despacito su camino para encontrarse con Ella, captando a su paso la atención de los miles de romeros que hoy se congregan junto a la marisma, recibiendo saludos y felicitaciones.

Y es que hoy se ha constatado de verdad que la romería del Rocío no ha perdido un ápice de devoción ni porque se haya parado el mundo durante tantos meses. Mañana será el momento de la introspección, de la preparación para el Rosario de Hermandades y la posterior salida en procesión de la Virgen. Pero hoy, aún, todo es una explosión de disfrute y alegría que se había quedado guardada esperando este momento, que por fin y aunque parezca mentira, ha llegado.

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