Juan, el pastor que cruzó medio mundo para encontrar a la niñera que le cuidó hace 45 años: «Vine a darte las gracias»

El niño y su cuidadora se hicieron inseparables en Bolivia, pero tuvieron que despedirse cuando él se mudó a España

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S.M.

Su historia comenzó hace tiempo. Cuando Juan Jonsson, ahora pastor de una iglesia, conoció a Ana Jiménez en Cochabamba, Bolivia. L os padres de Jonsson, de origen sueco, emigraron a Bolivia cuando este era pequeño por motivos laborales. Una vez allí, decidieron contratar a una niñera, que resultó ser Jiménez.

La mujer, ahora de 78 años, llegó a la vida de esta familia cuando tenía 31. Con los años, el niño y su cuidadora se hicieron inseparables , pero tuvieron que despedirse cuando Jonsson se mudó a España.

A pesar de la distancia y los años transcurridos, Juan nunca olvidó a Ana. Así que lanzó una llamamiento en redes sociales con el que buscaba ayuda para poder emprender el viaje de regreso a Bolivia. Una vez consiguió los fondos necesarios, fue a su encuentro.

Gracias a algunos misioneros, pudo dar con el número del hijo de su cuidadora, y él fue su cómplice para el reencuentro. Así, Jonsson viajó desde Fuengirola, en la Costa del Sol, hasta Yacuiba, donde reside la anciana.

Imágenes compartidas en TikTok e Instagram muestran la travesía de Jonsson hasta llegar a la casa de Ana. «Ella sabía que alguien iba a ir a visitarla, pero no sabía quién», reveló en una entrevista con ' Aquí en vivo' , un programa de la televisión boliviana. En el vídeo compartido del encuentro se puede ver que Juan aparece en la puerta de la casa de su niñera, se agacha, como en un gesto de respeto y amor, al que ella corresponde.

«Cuando lo volví a ver no lo reconocí, pero en mi corazón lo tenía a él», contó Ana en el programa de televisión. Una vez reunidos, recordaron los momentos que pasaron juntos. «Yo estaba triste porque mi hijo estaba enfermo, desahuciado del corazón. Mi marido había muerto en Alto Beni, trabajando, cuando se lo tragó una perforadora. Él [por Juan] llegó como un regalo de Dios», recordó Ana.

Los Jonsson, una familia cuyos padres eran misioneros, viajaban a diferentes comunidades del sur de Bolivia. Los dos hijos mayores se quedaban en un internado, mientras que a Juan le cuidaba su niñera. «Yo me quedaba con Juanito, él tenía seis meses, era cariñoso. Después, cuando creció, corría para todos lados donde estaba yo», rememoró la mujer boliviana. «Yo le decía ‘mi cholo sueco’ y él me decía ‘mi nana’».

«El cariño y amor, eso nunca se va y por eso soy tan privilegiado por encontrarme con Ana; es muy especial», dijo Jonsson.

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