Los asombrosos «trucos de magia» usados por un ladrón para robar joyas

Hasta ocho negocios británicos han sufrido las malas artes de Rostas antes de que las autoridades le echasen el guante

BITÁCORAS

La verdadera magia no existe , pero un buen prestidigitador puede llegar a meternos la duda en la cabeza. Con algo de talento y muchas horas de ensayos se puede alcanzar prácticamente la perfección en los juegos de manos, hasta el punto de que el ojo humano sea incapaz de detectar lo que realmente está ocurriendo . El problema se presenta cuando el mago no emplea estas habilidades para entretener al público, sino para el engaño interesado, la estafa y el robo. Eso es lo que ha hecho un hombre llamado Mircea Rostas.

El blog Shropshire Star nos cuenta todos los detalles de las fechorías de este mago rumano, que junto a un socio consiguió sustraer joyas por valor de más de 27.000 euros. Eso solo en su última «gira» por Reino Unido , porque anteriormente ya había sido procesado por robos en la República Checa y Alemania. Las cámaras de seguridad de una de las tiendas que asaltaron los han captado en acción, tal como puedes comprobar en este vídeo de YouTube.

Hasta ocho negocios británicos han sufrido las malas artes de Rostas antes de que las autoridades le echasen el guante. Su estrategia consistía en solicitar a los dependientes que envolviesen de un modo determinado las joyas que supuestamente iban a comprar. Al no comprender éstos sus instrucciones el mago procedía a envolver los objetos con sus propias manos, aprovechando la ocasión para hacerse con el anillo o pulsera . Llegado el momento de pagar, Mircea Rostas y su socio se excusaban diciendo que sólo disponían de euros en efectivo.

Entonces explicaban que iban a cambiar divisas para finalizar la compra. Para no levantar sospechas no sólo dejaban el paquete en la tienda, sino que además depositaban una pequeña señal en libras. Al pasar las horas y comprobar que los compradores no regresaban, los joyeros abrían el paquete y comprendían que habían sido estafados . Un desliz condenó a estos habilidosos ladrones: en un local tocaron unas monedas que no llegaron a robar. De ahí pudo extraer la policía sus huellas digitales, desvelando así su identidad.

Mircea Rostas ha sido llevado ante un juez y condenado a 26 meses de cárcel. De nada ha servido que su abogado argumentase que se encontraba bajo presión por tener que devolver dinero de un préstamo. El tribunal ha entendido que no sólo actuó con premeditación y mala fe, sino que además estaba preparando su traslado a otra zona al darse cuenta de que muchos joyeros ya estaban sobre aviso. Su aliado está por ahora en paradero desconocido, igual que el botín que amasaron juntos. ¿Se habrán evaporado dentro de la chistera de Rostas?

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