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El Manchester deja colgados a De Gea y al Madrid

Todo estaba pactado, pero Keylor pidió cambios en su contrato con el United y el club inglés no los devolvió a tiempo. Enfado morrocotudo

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El Manchester se la ha vuelto a jugar al Real Madrid. Los dos clubes tenían pactado desde las seis de la tarde el intercambio de porteros. Pero Keylor pidió cambios en su contrato con el club inglés, los papeles se devolvieron al United y la entidad británica no envió antes de las doce de la noche los nuevos aspectos del contrato.

El enfado del Madrid con el Manchester es morrocotudo. El Madrid pagaba veinte millones fijos más diez en variables por el guardameta madrileño mientras que el conjunto inglés pagaría 15 por el costarricense.

De esta forma, Keylor Navas, que se iba a ir traspasado al Manchester United por 15 millones en una operación conjunta, tendrá que seguir siendo el portero del conjunto blanco junto a Kiko Casilla.

El Manchester, sí, se la ha jugado bien a David de Gea y al Real Madrid. Los dos clubes tenían firmado el intercambio de porteros y al final fueron los directivos de Old Trafford los que no devolvieron a tiempo el nuevo contrato de Keylor, que iba ligado al fichaje del guardameta madrileño. La casa blanca informó durante la madrugada que envió la documentación a las 23.59 horas del día 31 y manifestó que pelearía por la aceptación de las dos operaciones. Fue el United el que atrasó la devolución del papeleo. Todo dependía de lo que decidiera Javier Tebas y la Liga Profesional. Pero la patronal expresó anoche que la documentación por De Gea no llegó. No entró.

El enfado de la entidad madridista con el club británico es enorme. Una vez más le ha dejado tirado en la cuneta, como una venganza anglosajona, lenta, sin rabia, pero igualmente con guadaña. El año pasado, la lentitud inglesa ya significó que Coentrao no pudiera marcharse a Old Trafford y que Siqueira, entonces jugador del Benfica, no pudiera recalar en la plantilla de Ancelotti, para enojo del chaval. Ahora, con todo acordado, ha sido el retraso en el envío de los convenios con Navas el hecho que ha dejado al madrileño sin traspaso y al costarricense en el plantel de Benítez.

El acuerdo inicial de traspaso entre ambos equipos se alcanzó a las cuatro de la tarde de ayer, en el último día del mercado de fichajes. No era culpa de la casa blanca, sino de la entidad británica, que no accedió a negociar hasta estas horas de la basura.

Jorge Mendes consiguió que los ingleses aceptaran por fin dialogar sobre la operación de canje de ambos cancerberos. Su as bajo la manga fue el traspaso del joven Antony Martial al Manchester por 50 millones fijos más 30 en variables. Van Gaal necesitaba presentar fichajes y la adquisición del delantero francés era una buena opción de futuro. El ariete del Mónaco es apoderado también por el portugués. Su estrategia era perfecta. Martial era el arma para abrir la puerta al acuerdo sobre los guardametas. Así sucedió.

Tras dos horas de negociaciones,se llegó a una entente en los precios de los dos futbolistas. El coste de David de Gea era de veinte millones fijos más diez en variables. Paralelamente, se cerró el pacto para que el club inglés contratara a Keylor por quince millones de euros.

El centroamericano aceptó su transferencia, que le reportaría la duplicación de su ficha desde los dos a los cuatro millones en un convenio por cinco años. Pero sus abogados quisieron variar unas cláusulas de su contrato y esa petición provocó todo el parón final de la operación. José Ángel Sánchez se sentó con los abogados del «tico» para concretar esos cambios, se devolvieron los papeles al United para que asumiera esos aspectos concretos solicitados por el jugador y el retraso de la entidad inglesa en el envío de los nuevos textos significó que el canje de guardametas se quedara en el aire al filo de la medianoche.

El Real Madrid debía presentar la ficha de David de Gea y retirar la de Keylor antes de las veinticuatro horas del día 31. La firma del nuevo papeleo del costarricense por parte del Manchester no llegó a tiempo. La operación se frenó en seco, pues el pacto era un intercambio de guardametas. El club blanco no aceptaba fichar solamente al cancerbero español y encontrarse con tres grandes guardametas internacionales en su plantilla. Quería un buen acuerdo para Navas. Respeto para Keylor.

El Madrid no deseaba, por respeto humano y profesional, que el centroamericano pudiera quedarse de nuevo en el banquillo. No se lo merecía. Si David venía al conjunto blanco, Navas debía conseguir un equipo importante. Así se había acordado. El United era un conjunto ideal para el mejor portero del Mundial de Brasil. «El arquero», como le denominan en su país, aceptó el traspaso. La laxitud de los ejecutivos británicos en la operación ha supuesto que se quede.

Lo que más molesta al club español y a Mendes es que De Gea debe regresar a trabajar con Van Gaal. No será fácil para el español pasar esta temporada en Old Trafford. La casa blanca anunciará el 1 de enero su acuerdo con el futbolista, un contrato por seis temporadas. Y vendrá gratis. El Madrid prefería pagar y tenerle ya aquí.

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