Munigua, la ciudad romana menos conocida de Sevilla

Situada en el municipio de Villanueva del Río y Minas, este conjunto arqueológico ofrece a los visitantes los restos de una urbe de dos mil años de antigüedad

Restos arqueológicos de lo que llegó a ser Munigua en época romana @HUELLASSEVILLA

Martín Laínez

A una hora en coche desde la capital se llega hasta uno de los enclaves arqueológicos romanos menos conocidos por parte de los sevillanos. Situado en las estribaciones de la Sierra Morena sevillana se sitúa el municipio de Villanueva del Río y Minas , que cuenta con cerca de cinco mil habitantes y con una gran tradición minera.

Pero además, este bello pueblo esconde una de las joyas romanas que es todo un deleite para el visitante. Con entrada gratuita y situado en la carretera que une Cañada Rosal a El Pedroso, el enclave arqueológico de Munigua fue descubierto en 1756 por dos investigadores de la Academia de Buenas Letras de Sevilla —Sebastián Antonio de Cortes y José de Cuentos Zayas—, encargándose el Instituto Arqueológico Alemán del trabajo arqueológico para rescatarlo del olvido.

El origen de este asentamiento abarca dos periodos: uno prerromano , desde el siglo IV a. C. y que llega hasta la época de Augusto, y otro ya plenamente romano, que llega hasta el siglo VI d. C. Un estudio acometido por el Instituto Geológico y Minero de España (Igme) e investigadores de las universidades Autónoma de Madrid, de Alcalá de Henares, de Salamanca, Politécnica de Madrid y de Sevilla ha demostrado que la decadencia de este enclave, a partir del siglo II de nuestra era, se pudo deber a la coincidencia de un movimiento sísmico en esta zona.

El visitante que llega hasta Munigua, para el que no es necesario solicitar cita previa, se encuentra con templos, edificios públicos y hasta una necrópolis , que ocupan las casi cuatro hectáreas del recinto urbano, que contaba con pocas viviendas a su alrededor y en las que residían las personas más poderosas, mientras que el resto de los ciudadanos se esparcían a su alrededor.

Desde que se abandona el vehículo hasta alcanzar Munigua, el visitante debe andar por un bello paraje que atraviesa una finca privada dedicada a la explotación agrícola y ganadera, El Fijo, de unos dos kilómetros y medio de distancia hasta alcanzar este yacimiento que sobresale en una colina bajo la que discurre el arroyo Tamohoso.

Templo de cuatro columnas @HUELLASSEVILLA

Hasta llegar allí se recomienda seguir el camino señalizado y para atravesar esta finca solo se puede hacer en el horario de apertura ( de miércoles a domingo, de 10 a 14 horas ; cerrado los días 1 y 6 de enero; 1 de mayo, 2 de junio —fiesta local—; 15 de agosto; 6, 24, 25 y 31 de diciembre, así como los festivos que caigan el lunes o martes). Asimismo, está prohibido el paso con vehículos a motor, —no las bicicletas— y la compañía de animales (excepto perros guía).

Lo que sobresale durante su ascensión, situado a unos 150 metros de altitud , es el santuario de Terrazas consagrado a Hércules o a la Fortuna Augusta que corona el cerro, y que ha sufrido varias intervenciones para conservar su estado y cuyos muros de construcción siempre han estado visibles. Popularmente, se le conoce como el «castillo de Mulva» , que está conformado por varias terrazas.

El acceso se hace a través de un sistema de calzadas y rampas y en una segunda terraza sobresale el templo tetrástil o (formado por cuatro columna en la fachada) con podio incluido. Al sur del templo se conservan restos de un pórtico de dos pisos junto al cual hay un edículo o capilla.

En la terraza inferior está situado el foro, una plaza cuadrada, porticada, no muy amplia, con edificios alrededor, entre los que destacan la «curia» y el «tabularium». En el de Munigua se encontraron dos inscripciones en bronce , un tratado de hospitalidad de los tiempos de Augusto, y una carta del emperador Tito a la ciudad fechada en el año 79 d. C.

También en la terraza inferior están las termas, de la época de Nerón, y se conservan los estucos de las paredes en los nichos , el suelo de «opus spicatum», del «frigidarium» y el suelo en suspensura del «tepidarium».

Las murallas del santuario que presiden Munigua @HUELLASSEVILLA

Existen restos de dos necrópolis , una que está dentro de las murallas y en la que se han encontrado tumbas con ricos ajuares junto al mausoleo; y otra, cortada por la construcción de la muralla, en la que se han hallado restos de urnas de incineración .

Munigua está configurada por dos calles principales (calle del foro y calle de las termas) y casas a su alrededor, que se han excavado total o parcialmente. Las calles poseen un pavimento de losas de granito, hormigón de cal y ladrillos triturados , según la descripción que hace de las mismas el perfil de Twitter @Huellas Sevilla. De la casa número uno se sabe que estaba compuesta por 22 habitaciones y piso alto sobre el vestíbulo y el «triclinium».

En un mausoleo extramuros se descubrió un sarcófago infantil del siglo II d. C. sin la tapa y con bajorrelieves en tres de sus cuatro lados, representando a Erotes (Dios Eros niño). 

A pesar de ser una de las grandes desconocidas para los sevillanos, el enclave arqueológico de Munigua fue el que mayor aumento de visitas tuvo en los primeros seis meses de 2019 con respecto del mismo periodo del año pasado, con 5.860 personas, situándose en quinto lugar dentro de los enclaves de la provincia que registraron más visitas.

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