Los pollos del matadero moronense que ha logrado dos sellos internacionales de calidad
Los pollos del matadero moronense que ha logrado dos sellos internacionales de calidad - J.L.M.
CAMPIÑA

Morón procesa 25.000 pollos al día con las mayores normas de calidad internacionales

El matadero Tomás Guerrero, que tiene a cien empleados fijos, logra con la mejor nota dos certificados mundiales que acreditan la trazabilidad del ave desde que nace hasta que llega a la mesa del consumidor

MORÓN DE LA FRONTERA Actualizado: Guardar
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En la década de los cincuenta, en Morón, un empresario llamado Tomás Guerrero Martínez, montó una granja de gallinas ponedoras. Aquel fue el germen de lo que hoy es Tomás Guerrero S. L. U.. Se trata de una empresa familiar que va por su segunda generación y una de las más influyentes en la economía local.

Actualmente tiene en plantilla a más de cien trabajadores de forma directa, más todo el empleo indirecto que genera su actividad. Opera en toda Andalucía y Extremadura y Madrid, además de operaciones puntuales en Francia y Portugal, facturando 24 millones de euros al año.

Desde aquella primera granja de gallinas ponedoras, la empresa Tomás Guerrero ha experimentado un gran crecimiento, convirtiendo su matadero en una de las instalaciones que más hace por la calidad y la seguridad a la hora de procesar el producto.

Cuidar los detalles

Porque una de las claves para el crecimiento de la empresa ha sido esa: cuidar hasta el más mínimo detalle todo lo referente a la cría y tratamiento del pollo, lo que sirvió para que consiguiesen los dos certificados de calidad más importantes a nivel internacional.

«La implantación de estos certificados nos posibilitó acceder a nuevos mercados, nuevos clientes que te exigen esa marca para poder comerciar contigo», explica Juan Luis Mármol Martín, director general de Tomás Guerrero. Esos certificados son «BRC Global Standar for Food Safety» y el «International Featured Standars Food».

Para lograr este objetivo, las instalaciones tuvieron que someterse a una modernización importante. «Hemos tenido dos tipos de reformas: la física, de materiales e instalaciones, y luego otra de rutinas de trabajo», explica Mármol. Es un proceso que ha llevado dos años en los que, además de nueva maquinaria, el personal ha adoptado unas nuevas formas de trabajo con unas normas de calidad específicas.

La primera parada es con Sandra Moreno, responsable de Calidad de la empresa. En el momento en que enseña las instalaciones, la maquinaria está detenida. Acaba de procesar 25.000 pollos, el número de aves que entra de media cada día en el matadero, criados en las granjas que tienen repartidas por Morón, Carmona y Huelva.

«El matadero se divide en dos zonas», explica Moreno, «una sucia y otra limpia, que están completamente separadas». En la primera es donde tiene lugar el tratamiento de las aves, «con todos los cuidados necesarios para que el animal no sufra antes del sacrificio».

Una vez se traspasan las puertas, todo está controlado al detalle. Hay ciertas zonas a las que no se puede acceder si no es a través de un paso sanitario; cada empleado tiene un número que le identifica para todo (desde vestuario a utensilios para su trabajo, taquillas...). Incluso «tenemos nuestro propio servicio de costura y lavandería para tratar con la indumentaria».

Toda esta normativa de seguridad se deja ver en cuanto se pasa de la «zona sucia»a la «zona limpia»: incluso cuando están tratando los elaborados o el despiece, procesos de la «zona limpia», la pulcritud es máxima. Gracias a ese compromiso, Tomás Guerrero no solo consiguió los dos certificados antes mencionados, sino que lo hizo «con la máxima califiación posible», asegura Mármol, que resalta el «mérito que tiene adaptar unas instalaciones de cincuenta años para ello».

Y, si exigentes son con la calidad y la seguridad en sus instalaciones, también con la trazabilidad del ave, es decir: el seguimiento de la vida. «Nosotros conocemos, con solo mirar la etiqueta del producto final, la vida entera del pollo, desde que nació hasta que se procesó».

La crianza de las aves es otro de los puntos en los que Tomás Guerrero pone mucho cuidado. Cada pollo recibe todo tipo de cuidados desde su nacimiento, tanto en materia de salud como en la alimentación, basando la calidad de la misma en las recomendaciones de los mejores nutrólogos.

Labor social

Además del trabajo, Tomás Guerrero tiene un fuerte compromiso social. El pasado sábado, el Ayuntamiento de Morón hizo un reconocimiento al matadero, no solo por su quincuagésimo aniversario, sino por toda esa labor social que realiza en la localidad. Y es que la empresa patrocina a varias entidades deportivas de la localidad (dos equipos de fútbol y el baloncesto) y colabora con una gran multitud de asociaciones para causas solidarias.

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