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Un turismo «de calidad» para El Puerto

En el debate sobre el estado de la ciudad y en diferentes plenos municipales, la oposición ha reclamado al Equipo de Gobierno que actúe contra el turismo de borrachera y botellón

Playa de Fuentebravía, que ha recibido la bandera Q de Calidad Turística J.M

Jesús Mejías

El turismo es uno de los motores económicos de la provincia de Cádiz, y por ende de El Puerto. Durante todo el año, pero sobre todo en verano, numerosos turistas arriban a la localidad portuense con el fin de desconectar durante unos días, y disfrutar de unas vacaciones basadas en el sol, la playa, una gran oferta gastronómica y de los locales de ocio.

El litoral portuense es uno de los más demandados por los viajeros. Recientemente, las playas de Valdelagrana y Fuentebravía han recibido la Bandera Q de Calidad Turística, una certificación que otorga el Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE), y que mantendrán hasta finales del año 2025. Para obtener dicho certificado se han analizado diferentes aspectos como la condición higiénica de las playas, el control de los chiringuitos, la accesibilidad, los servicios de seguridad y primeros auxilios, la oferta ocio y la información facilitada por os turistas.

Además, la localidad ha conseguido una subvención para mejorar la ciudad como destino turístico debido a que la Consejería de Turismo de la Junta ha aprobado el proyecto presentado por la ciudad por un valor de 2,5 millones de euros y que estará íntegramente financiado con fondo europeos 'Next Generation' del Plan de Recuperación y Resiliencia.

El Puerto ha logrado estas subvenciones junto a otros municipios de la provincia de Cádiz como son Chiclana de la Frontera, el Campo de Gibraltar y Rota.

Los fondos se emplearán en mejorar la accesibilidad, hacer la ciudad más sostenible y verde, reducir el consumo energético y mejorar los atractivos turísticos. En cuanto a hacer a la transición verde y sostenible se implantarán energías renovables en módulos de playas, se mejorarán las comunicaciones para los ciclistas y se mejorará la zona verde localizada en el acceso a la playa de Fuentebravía, entre otras acciones.

Para el impulso de la transición digital se implementarán duchas inteligentes en las playas, cámaras de videovigilancia en la vía pública, sistema de vigilancia por drones de la playa o la instalación de puntos WIFI, mientras que para mejorar la competitividad, El Puerto ha incluido estudios de capacidad de carga de las playas, dotación de aparcamientos disuasorios del litoral, mejora de la señalización turística de las playas que componen la costa portuense, así como de la accesibilidad y la gestión de la zona.

Diferentes actuaciones que supongan una mejora para los vecinos de El Puerto y para los viajeros que lleguen a la ciudad en verano. Sin embargo, la oposición ha criticado continuamente el camino que ha ido tomando la ciudad en cuanto al tipo de turismo que está atrayendo. En el reciente debate sobre el estado de la ciudad, los diferentes grupos políticos reclamaron al equipo de gobierno encabezado por Germán Beardo que apueste «por un turismo de calidad».

La idea de turismo de calidad siempre ha estado asociada a aquellos viajeros que disponen de un gran poder adquisitivo y que podrán ganar más dinero en el destino que elijan para sus vacaciones.

En el debate sobre el estado de la ciudad, diferentes portavoces criticaron el turismo que está atrayendo la localidad y que está basado en «el turismo de borrachera».

Los botellones, una práctica habitual en El Puerto

Es bastante habitual que cada fin de semana los jóvenes se reúnan para consumir alcohol en la calle, una práctica que es criticada, no por el hecho de consumir alcohol en la calle, que puede acarrear una sanción económica, sino por el ruido y la suciedad que provocan.

Hay diversas zonas en la localidad dónde es más frecuente ver a jóvenes, muchos de ellos menores ingiriendo bebidas alcohólicas. Junto a la pasarela que permite cruzar el Guadalete, el Parque Calderón o Vistahermosa, sobre todo en verano, son algunos de los puntos en los que en verano hay numerosos botellones.

Es bastante habitual que los vecinos se quejen por los botellones y las fiestas ruidosas en apartamentos turísticos. Una noche de botellón que se traduce en imágenes de botellas vacías y bolsas de plástico sin recoger y que los operarios de limpieza se apresuran en recoger.

María vive junto a sus dos hijos en la calle Luja, cerca del parque Calderón, una de las zonas más comunes con presencia de botellones. «El problema ya no es que hagan ruido, es que le dices que bajen la música y te vacilan».

«Ya estamos acostumbrados, llamamos a la Policía y a veces tenemos suerte y vienen, y otras no», señala.

El caso de Francisco es similar. Vive Vistahermosa, una zona que «es muy tranquila en invierno, hay varios pubs de copas para no es habitual que haya excesivo ruido o que se líe como en verano».

«El problema llega con los turistas, que se creen los dueños de la ciudad», asegura.

«Yo he ido a coger el coche por la mañana para ir a trabajar y me he encontrado a chavales que están volviendo y muchas veces te gritan o te cantan», señala.

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