Feria El Puerto
«Llevo 57 años viniendo a la Feria de El Puerto y mi padre otros tantos»
Durante gran parte del año los feriantes no tienen un hogar fijo y luchan día a día, de feria en feria, por cubrir los gastos fijos que tiene poner un puesto de comida
En la Feria hay atracciones y cacharritos, hay casetas muy diferentes y también hay unas personas que se encargan de darnos la energía que necesitamos cuando nos da la bajona a altas horas de la madrugada. Esos puestos de comida que en más de una ocasión nos han sacado las castañas del fuego y nos permiten seguir disfrutando de la Feria con la barriga llena bien merecen un reconocimiento.
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Gran ambiente en las casetas del Real de Las Banderas durante la celebración de la Feria de la Manzanilla 2023
La mayoría de los feriantes que se dedican al negocio de la gastronomía ya sea con un puesto de chucherías, hamburguesas, bocatas o papas asadas, comienzan la temporada de trabajo sobre el mes de abril, con los primeros eventos de la primavera y se decantan por cubrir una zona geográfica concreta.
«Llevamos nuestra caravana y en cuanto comienza la época de ferias vamos de una en otra sin descanso», comenta un feriante dedicado al sector de hamburguesería y bocadillos. El mismo, proveniente de Jaén, dice preferir cubrir las ferias de la zona de Andalucía Occidental. «Mi mujer y yo nos movemos por las provincias de Huelva, Sevilla y Cádiz. Justo hace una semana estábamos en Jerez, ahora nos vinimos a El Puerto y nuestro siguiente destino está en la Feria de Puerto Real», explica.
La vida del feriante no es fácil, los que tienen hijos los dejan en casa para que vayan al colegio y estudien y mientras ellos van recorriendo las diferentes ferias para conseguir dinero, por lo que normalmente dicen tener una segunda familia con el resto de los feriantes. «A parte de trabajar también tenemos ratos en los que nos lo pasamos bien. Somos como una familia en verdad, y como buena familia pues también tenemos nuestras peleillas, pero en general nos llevamos bien».
Además, muchos de estos negocios son familiares y se han ido traspasando de generación en generación. «Yo llevo viniendo a El Puerto 57 años, pero es que antes que yo mi padre estuvo otros tantos años viniendo. Con la edad cuesta más montar y desmontar todo cada semana, entonces cuando nos hacemos mayores vamos necesitando la ayuda de nuestros hijos», comenta un feriante.
En cada feria a la que van los feriantes se hospedan en un parking de caravanas en el que por su puesto también deben hacer uso de luz y agua, ya que es su casa. Esto obviamente aumenta el coste que tiene poner un puesto en la Feria. «Los gastos enormes porque nosotros aparte de lo que pagamos de sitio tenemos la cuota de autónomo y los seguros de los vehículos y del negocio».
Los propietarios de estos negocios admiten que no siempre cubren el gasto diario que tienen. «Normalmente no se pierde dinero, pero a veces pasa. El gasto diario de poner un puesto en El Puerto de Santa María ronda los 300 euros. Piensa que son muchos gastos y que diariamente también debemos comprar el género».
Este año, el Ayuntamiento de El Puerto de Santa María ha hecho una rebaja del 30% a los feriantes que han montado su puesto en el Real durante estos días, algo que «en ninguna otra ciudad o ayuntamiento han hecho y por supuesto es de agradecer». Respecto a la situación financiera del sector tras la pandemia afirman que la feria del año pasado fue bien y que «este año los números están volviendo a parecerse a lo que era en el 2019».
Una pregunta que muchas personas se hacen sobre los feriantes es a que se dedican cuando no hay ferias ni eventos grandes donde ir, y la respuesta es fácil. Unos, durante el invierno, tienen otra profesión, «yo en particular durante los meses que no hay ferias me dedico a trabajar en el campo», y otros aprovechan estos meses para «reparar, organizar y descansar. Siempre hay algo que se avería o algo que pintar u hay que ponerlo a punto para el año siguiente».
Hasta noviembre aun quedan muchas ferias en las que desmontar y montar. Los feriantes no han hecho más que comenzar su época de mayor trabajo y con un gran verano por delante es prácticamente seguro que los seguiremos viendo y llenaremos nuestros estómagos con sus productos.
