José Luis Bueno:«Con mi promesa, quise hacer visible el regreso de IU de Cádiz al Congreso»

Afirma que no se esperaba esta sucesión de rebotes y que, «más allá de unas bromas con un compañero de partido», nunca se planteó la posibilidad de ocupar un escaño en la Cámara Baja. «Ilusionado» con su nuevo desempeño, confiesa que no abandonará la política municipal, «al menos hasta que acabe la presente legislatura».

Aunque su cabeza, asegura, «está en El Puerto y con los portuenses», no descarta dar el salto definitivo a la política nacional, aunque «eso es algo que decidimos entre los compañeros y compañeras de partido; no me corresponde a mí», quien además confirma: «no pienso estar más de ocho años en un cargo político». Pese a continuar con la militancia en Izquierda Unida, su idea es sacar las oposiciones como profesor de francés, «una vez acabe el tiempo que me he dado».

Hablando precisamente de la lucha 'antiyanqui', se muestra «preocupado y contrario» respecto a la presumible llegada de dos nuevos destructores a la Base Naval de Rota, a lo que votará «no» en el Congreso. Más allá del grueso de los roteños, que ven con buenos ojos la llegada de los barcos, «hay que tener en cuenta», dice, «a los bomberos y trabajadores de la base con los que se ha incumplido su convenio laboral: que se les escuche», pide.

Por sus convicciones

Cuando tuvo que prometer su cargo como diputado y respeto a la Constitución Española, hubo cierta polémica –expresada en forma de abucheos– porque a la fórmula estándar de «Sí, prometo» le añadió la coletilla de «Por mis convicciones republicanas y en defensa de la clase trabajadora». Algo, que asegura que «no fue improvisado», sino «consensuado». «De hecho, consulté en el móvil si la fórmula no era invalidante», confiesa.

«Quería hacer visible que somos una fuerza republicana y que nuestro grupo volvía a tener representación por Cádiz después de mucho tiempo», explica este heredero político de Rafael Alberti. «Fue un momento simbólico, nada más ni nada menos», añade Bueno. Precisamente, esas «convicciones republicanas» son las que le llevaron a él y a su grupo de AA El Puerto a manifestarse contra el Rey Felipe VI en su reciente visita al municipio. Unas reivindicaciones que les pueden costar la reprobación en el pleno municipal a petición de Vox. «No me preocupa», asegura: «lo que me inquieta es que un grupo político vaya contra la libertad de expresión y manifestación constitucionales».

Con los comicios municipales de 2023 a la vuelta de la esquina, es inevitable preguntarle por su posible candidatura a la alcaldía. Un balón que automáticamente despeja de manera expeditiva, dejándolo en el tejado de la organización o en este caso de la coalición municipal: una macedonia de partidos de izquierda que a día de hoy ni el propio Bueno sabe quiénes irán en la confluencia, «ni cómo nos llamaremos». Eso sí, «cuanto más fuerzas nos sumemos a la izquierda del PSOE, mejor».

En el hipotético caso de 'hacerse un Kichi', sus líneas maestras en el consistorio irían por «reforzar la plantilla municipal y con ello los servicios públicos: hoy con contratos en precario», «retomar los contactos con las fuerzas sociales y hacerlas partícipes».

Se muestra crítico con el actual equipo de gobierno de El Puerto, al que ve «incapaz de cumplir con las más simples gestiones económicas y administrativas». Habla de «pasotismo» y de una tendencia a «vivir de las rentas y los 'me gusta' en las redes sociales».