San Sebastián y Campo de las Balas se quedan como puntos negros del mejor perfil litoral de Cádiz

Aunque el objetivo de reformar y reutilizar el gran inmueble, construido en 1968, está lejos de ser un compromiso -mucho más de tener fechas, plazos o presupuesto-, al menos se ha manifestado una voluntad política e institucional unánime para sacarlo de su vergonzoso estado de abandono.

La Escuela de Náutica fue desalojada en 2007 y desde entonces permanece vallada y ruinosa pese a su ubicación, en una teórica milla de oro turística y estar protegido por su arquitectura modernista ligada al movimiento DoCoMoMo. La coincidencia, en este otoño, de los pronunciamientos de la Junta y del PSOE local abren una puerta para confiar que el estado de cierre, desuso y deterioro no llegue a cumplir los 20 años (en 2027).

Su recuperación, impulsada también por exprofesores y antiguos alumnos de forma casi permanente, se ha reactivado tras el acuerdo entre Junta, Universidad, Diputación y Ayuntamiento para trasladar la Facultad de Ciencias de la Educación al antiguo hospicio y colegio de Valcárcel, el edificio del siglo XVII clausurado y abandonado desde los años 90.

Las hipotéticas obras en Valcárcel, con inicio pactado en la segunda mitad de 2023, completarían las recuperaciones ya consolidadas del antiguo hospital de Mora, actual Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales; el antiguo centro de salud El Olivillo, inaugurado como Centro de Transferencia Empresarial y el Colegio Mayor Beato Diego. Los dos últimos inmuebles fueron reinaugurados tras la recuperación en la segunda mitad de la década pasada. El Mora, con el inicio de siglo, al igual que el Balneario de La Palma (Centro de Arqueología Subacuática).

De esta forma, al perfil sudeste del casco antiguo, el histórico y amurallado litoral que va del Baluarte de los Mártires al Baluarte de la Candelaria, tiene un futuro algo más despejado aunque con tres grandes zonas oscuras: castillo de San Sebastián, Campo de las Balas y Paseo de Santa Bárbara. En este último caso, el trabajo pendiente es dar un mejor uso a la reforma presentada en 2012, aunque con graves defectos de construcción y la necesidad de reparar las instalaciones afectadas por dos incendios en los años 2020 y 2021.

El Castillo de San Sebastián es un ejemplo palmario de falta de entendimiento entre administraciones. A pesar de recibir hasta 17 millones de euros de la administración central en obras de recuperación entre 2009 y 2012, con ocho millones en un solo año, su estado de abandono es absoluto. Tras un breve periodo de uso entre 2012 y 2017, un temporal obligó a su cierre. La crisis sanitaria 2020-2021 y el deterioro acumulado han dejado el espectacular recinto sin uso. Ni Ayuntamiento de Cádiz ni Gobierno quieren hacerse cargo de su mantenimiento y actualmente ni siquiera hay proyecto definido, por más que se incumpliera, para devolverle la actividad.

El tercer punto negro en la zona litoral es el Campo de las Balas. Utilizado como aparcamiento para una asociación solidaria (Nueva Juventud de Trille) desde finales de los años 90, el solar está en manos del Ayuntamiento desde 2010. Se han propuesto paseos, zonas verdes, instalaciones deportivas, universitarias y hasta hoteleras en un balcón de ubicación y panorámica privilegiadas. Sin embargo, ninguno de esos planes ha salido adelante. Actualmente no hay futuro definido, o al menos propuesto, para estos 24.000 metros cuadrados ocupados, especialmente en verano, por coches de turistas o de trabajadores de la zona, incluyendo autocaravanas.