Tradición

La Conmemoración del maremoto de 1755 en Cádiz por la Hermandad de la Palma, declarado Bien de Interés Cultural

El milagro que se recuerda cada 1 de noviembre es Actividad de Interés Etnológico; el reconocimiento obliga a la preservación y conservación tanto de la tradición como de sus bienes principales

Virgen de la Palma, en desfile procesional a La Caleta. F. J.
José María Aguilera

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El Consejo de Gobierno andaluz ha aprobado este martes el decreto por el que se inscribe en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, como Bien de Interés Cultural, la Actividad de Interés Etnológico denominada Conmemoración del maremoto de 1755 en Cádiz por la Hermandad de la Palma, en Cádiz capital, pues constituye en sí misma un fenómeno que presenta relevantes valores patrimoniales.

Hace justo un año fue cuando el BOJA (Boletín Oficial de la Junta de Andalucía) recogía el inicio del procedimiento que hoy ve la luz. El fin de este proceso es preservar una de las manifestaciones culturales y religiosas más características de la capital gaditana. Ese 1 de noviembre, el barrio de la Viña recuerda el 'milagro' por el cual la Virgen de la Palma intercedió para frenar el tsunami que amenazaba con tragarse parte de la Tacita de Plata. Coletazo del histórico terremoto de Lisboa, ese día las aguas ganaron parte del terreno de la ciudad. La tradición se ha mantenido desde aquel año, por lo que cada primero de noviembre se lleva a cabo la salida procesional de la Virgen de la Palma y numerosos actos rituales que evocan aquel histórico momento.

El motivo de haber sido designado Bien de Interés Cultural es que representa «en sí misma un fenómeno que presenta relevantes valores patrimoniales, especialmente enmarcadas en el interés etnológico. Hay que remarcar su largo proceso histórico, su gran valoración entre los participantes, los procesos de identidad local que genera entre ellos, incluso la sociabilidad y asociacionismo generados alrededor de esta. Este conjunto convierte la festividad en un elemento destacado del patrimonio cultural andaluz», apunta en el informe.

«La perduración que se ha dado en el tiempo no hay que banalizarla y darla por sentado, pues la celebración ha atravesado numerosos acontecimientos. En el siglo XIX existen escritos entre el ayuntamiento y la archicofradía dando el primero permiso para procesionar y donde se invitaba a los vecinos a tomar parte. En la otra cara de la moneda, la paulatina secularización que experimenta la centuria hará que la procesión vespertina no se realice durante algunos años, debido a carencias económicas, aunque siempre su hermandad ha estado activa y ha organizado las fiestas en su honor, donde se incluía, de manera inextinguible, el rosario matutino hasta la playa de la Caleta, según se anotará posteriormente... Se puede decir que este ritual es un ejemplo claro de continuidad temporal de una manifestación religioso-festiva, donde, aparte de su larga estancia, también se pueden señalar grandes momentos vividos».

«Es en estos participantes y espectadores donde se demuestra que esta celebración es una manifestación de interés cultural», señala el documento. «En él están insertos valores identitarios presentes en la utilización del espacio, en este caso el barrio de La Viña... El 1 de noviembre se refuerza la identidad del barrio».

Reconocer esta celebración como Bien de Interés Cultural (BIC) sirve también para la preservación de todos estos bienes que participan, y se pueden abrir diferentes vías de investigación y análisis. «Hacer saber a los propietarios, titulares de derechos y simples poseedores de los bienes, que tienen el deber de conservarlos, mantenerlos y custodiarlos, de manera que se garantice la salvaguarda de sus valores. Asimismo, deberán permitir su inspección por las personas y órganos competentes de la Junta de Andalucía, así como su estudio por las personas investigadoras acreditadas por la misma». A su vez, se le informa al Ayuntamiento «que debe procederse a la suspensión de las actuaciones que se estén desarrollando y de las licencias municipales de parcelación, edificación o demolición en las zonas afectadas», hasta recibir el permiso de la Junta (patrimonio histórico).

Se protegen bienes inmuebles asociados, como la parroquia de Nuestra Señora de la Palma, y el espacio de recorrido de la procesión matinal del Santo Rosario que conduce la talla de la Virgen desde su templo a la playa de la Caleta: Calle San Nicolás, el tramo que ocupa la fachada de la Capilla de Nuestra Señora de la Palma; Calle Virgen de la Palma hasta la esquina con la calle San Félix; Calle Cristo de la Misericordia desde la calle Virgen de la Palma hasta la calle Pericón de Cádiz; Calle Pericón de Cádiz desde la calle Cristo de la Misericordia hasta la avenida Campo del Sur; Calle San Félix; y la explanada que se abre junto a la puerta de la Caleta, donde se lleva a cabo la ceremonia de bendición del mar. Ocupa la Plaza Canal de Ponce y tramos adyacentes de las avenidas Duque de Nájera y Campo del Sur.

Asimismo, por constituir parte esencial y consustancial a la actividad, se protege la vinculación con esta celebración de bienes muebles y espacios clave como el estandarte del Milagro y estandarte actual, el crucifijo del Milagro, la talla de la Virgen de la Palma y la Parroquia de Nuestra Señora de la Palma.

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