Casi 70.000 conductores gaditanos superan los 70 años

Un total de 25 personas perdieron en 2021 la vida en las carreteras de la provincia. Se trata de la cifra más alta de los últimos 5 años, por encima de los 22 fallecidos de 2017 y 2019 y el doble de las que se produjeron en 2020, en el que las cifras bajaron por las restricciones de movilidad en la pandemia y el estado de alarma. Nueve de los 25 fallecidos tenían menos de 40 años de edad y Jerez fue el término municipal con más siniestros de circulación. Por lo que respecta a 2022, entre enero y mayo, fallecieron en nuestras carreteras 13 personas en once accidentes de circulación. En esta estadística no se registran infracciones de personas mayores al volante.

Sin embargo, cabe preguntarse si los ancianos suponen un peligro en las carreteras y hasta qué edad debería estar permitido conducir. La provincia cuenta con un censo de 748.950 conductores, de los que el 42,4% (317.615) son mujeres y el 57,5% restante (431.335) son hombres. La estadística desvela que el 9,2% de los conductores (69.570) tiene más de 70 años. De hecho, en el censo figuran 33.710 personas con más de 74 años con el carné de conducir en vigor.

Por lo que respecta a la accidentalidad de este colectivo, la Dirección General de Trabajadores (DGT) destaca que los mayores de 64 años representan el 19,6% de la población española, el 16,5% del censo de conductores y el 26% de los fallecidos en accidente de tráfico en el conjunto del país.

El patrón de accidentalidad es diferente en función de la vía en la que se haya producido el siniestro. En interurbanas las personas de 65 años y más fallecieron como conductores y en las vías urbanas como peatones.

En opinión de Álvaro Gómez , director del Observatorio Nacional de Seguridad Vial de la Dirección General de Tráfico, «en relación con el censo, la diferencia de los conductores de más de 65 años se encuentra más en la vulnerabilidad que en el riesgo de implicación en un accidente». Según los datos de fallecidos y hospitalizados tras un siniestro vial, las personas con más de 65 años están implicadas en más colisiones laterales, frontolaterales y alcances, en más accidentes entre semana y de día, y en más choques en intersecciones. También comenten más infracciones por no usar el cinturón de seguridad y la mayoría de las víctimas son hombres. En cambio, tienen menos colisiones frontales y salidas de la vía y comenten menos infracciones relacionadas con la velocidad o el consumo de alcohol o drogas.

Cabe destacar que en España no existe, de momento, edad legal para dejar de conducir. Desde 2015 una normativa europea establece la renovación, hasta los 65, cada diez años, y a partir de esta edad cada 5 años. Hasta ahora el reconocimiento médico marca la continuidad, a la espera de que sea un facultativo quien lo haga.

«El 30% de los fallecidos en accidentes de tráfico en la Unión Europea son mayores de 65 años. Un dato que se repite en todos los países y que alcanza el 50% cuando hablamos de fallecidos peatones o ciclistas. En España en 2019, el 28% de los fallecidos en accidente de tráfico eran mayores de 65 años. Estas cifras se van a agravar, si no hacemos nada, por el envejecimiento de la población», advierte la propia DGT.

En relación con la pérdida de aptitudes psicofísicas y con la revisión de la vigencia de los permisos, Tráfico quiere revisar no solo los periodos de vigencia de los permisos de los mayores sino todos los periodos de vigencia.

Desde la Automovilistas Europeos Asociados piden que los propios facultativos tengan la obligación de comunicar a Tráfico cuando una persona tenga una enfermedad que le inhabilite para conducir. Una medida que es vista con buenos ojos por los centros psicotécnicos que proponen además, en todo caso, acortar los plazos para realizar un reconocimiento bianual a los mayores de 70 y anual a conductores mayores de 80 años.

Independientemente del estado físico de la persona, es un hecho de que con la edad vamos perdiendo facultades; visión más cansada, menores reflejos y capacidad de reacción, o disminución de la concentración son sólo algunos ejemplos.

Pretender reducir la siniestralidad de las personas mayores al volante solo con mejores reconocimientos médicos es una «ingenuidad», según distintos estudios que destacan la necesidad de abordar múltiples factores, como la complejidad de las señales, la confusión que generan algunas vías, la antigüedad de sus vehículos o sus especiales dificultades para ver de noche.

Por lo que respecta al resto de la tabla, el mayor contingente de conductores gaditanos se concentra en el segmento de edad comprendido de los 35 a los 55 años, que agrupa a 300.613 personas, el 40,1% del total de los conductores gaditanos.

Otro dato a destacar, según una encuesta de la Asociación Empresarial del Seguro (Unespa), Cádiz, junto con Melilla, Las Palmas y Sevilla es donde peor conducen los conductores más jóvenes. De hecho, la provincia cuenta con 195.402 conductores con edades comprendidas entre los 18 y los 35 años, lo que supone el 26,10% del censo provincial.