«Basta de guerras», pide Rocío Flores a sus padres en su despedida de Honduras

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25/05/2020
Actualizado a las 01:50h.

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Rocío Flores se fue de la isla lanzando un nuevo mensaje en una botella. Lo dirigió a su madre, a la que ha enviado varios durante el concurso (sin ninguna respuesta).

Antes de despedirse del que ha sido su hogar en los últimos tres meses, los cinco supervivientes que quedan anotaron en un papel sus deseos y lo arrojaron a la hoguera. Rocío, quien asegura que su paso por la isla la ha ayudado a «superar muchísimos miedos», reveló qué pidió. «La unión familiar. Mi deseo y lo más importante en esta vida es la unión familiar. Y la unión familiar conlleva retomar relaciones que a día de hoy no tengo y que es lo que más me puede doler». «Basta de guerras», espetó. En esta ocasión, no se trataba solo de una apelación a su madre, Rocío Carrasco , sino también a su progenitor, Antonio David . Se refiere a «la guerra entre los padres», precisó Gloria Camila , que estaba una vez más ganándose los euros en el plató . En esta ocasión, en el estudio no se encontraba el aludido padre.

«Nunca he deseado tanto algo como lo que he arrojado en el fuego. Así que espero que "Supervivientes" y la hoguera de hoy hagan que se cumplan mis deseos», expresó Rocío Flores .

Todo esto, y algo más, ocurrió en el último «Conexión Honduras» de «Supervivientes 2020», el oficiado por Jordi González en la noche de ayer y la madrugada de hoy.

Aunque los supervivientes están a punto de regresar a España , y esto ha hecho que broten los mejores sentimientos en ellos y entre ellos, sigue habiendo episodios puntuales de enfrentamiento. El motivo, el de siempre: la comida.

El pasado jueves, el uruguayo Hugo Sierra y la andaluza Ana María Aldón ganaron una prueba de recompensa y fueron premiados con sendas hamburguesas XXL . Era tan grande que los otros tres que quedan en la isla ( Jorge , Barranco y Rocío ) dieron por hecho que la mujer de Ortega Cano la compartiría. Con Hugo no contaban porque, en palabras de Ana María , es «hugoísta» . Y eso lo tienen asumido todos. Pero sí contaban con ella, que decepcionó. De entrada, solo compartió con la hija de Antonio David , «porque es familia». Barranco y Jorge rajaron y rajaron, especialmente el primero, pero al final fue compasiva y algo les cayó. El ex tronista acabó pidiendo perdón a Ana María . Por cierto, la mujer de Ortega Cano se va después de haber atrapado 233 peces –la que más, si bien es cierto que ella dispuso durante mucho más tiempo de unas gafas de bucear en exclusiva–, y eso que cuando llegó a la isla no sabía nadar.

A Hugo no lo defendió nadie, excepto... Adara , que estaba en el plató. Su ex pareja –y madre de su hijo– entiende su «hugoísmo». «La última vez lo dejaron sin su parte de coco», dijo recordando un episodio de hace unas cuantas lunas. Ni así convenció a la ex superviviente Carmen Lomana , que lo definió con mucho ingenio: «Siempre está retranqueado, nunca estaba en fila con los demás. No da nada. Es infumable». Hay que reconocer que lo de «retranqueado» es una genialidad, porque si se hace el VAR de sus últimas semanas es tal cual: el uruguayo siempre está unos pasos por detrás que sus compañeros. Porque, tras romper con Ivana por un bocadillo –así de crueles fueron ayer los tertualianos de «Conexión Honduras» – ha ido totalmente a su bola.

Y le ha ido bien así, pues es el primer finalista de una edición que está encarando su fin .

Tras el adelgazamiento radical de Avilés y de Ivana en semanas anteriores llegó el turno de la báscula para Elena . El resultado fue mucho menos espectacular. «Me voy a ver ahora horrorosa», dijo la madre de Adara Molinero antes de verse de cuerpo entero en un espejo por primera vez tras más de tres meses en la isla.

«Estoy mucho más mayor», fue lo primero que dijo. «Con tres meses más», animó Jordi González desde Madrid . Calculaba que había perdido «cinco o seis kilos». «Yo venía pesando muy poco», recordó. «Has perdido 7 kilos y 900 gramos», comunicó finalmente el presentador. «Me he quedado en 50 kilos», exclamó ella.

Además de perder casi ocho kilos, Elena ha perdido una amiga. La hizo en la isla, y allí se la dejó también. Hablamos de Rocío Flores . «Al principio me hizo sentir que era de su grupo, pero después me fue marginando», se quejó. Todo se empezó a quebrar cuando la hija de Antonio David escribió su nombre en una pizarra: «Me dijo que yo era como una madre para ella y después me nominó», recordó la madre de Adara . Después, Rocío optó por hacer pandilla con Avilés y Barranco , y olvidarse de la que había sido su amiga.

Elena , la última expulsada, cree que hay dos formas de afrontar el concurso: como un superviviente o como un estratega. A su juicio, ella optó por la primera. Y Rocío lo hizo por la segunda: «Habiendo estada zumbada todo el concurso, solo ha sido nominada una vez. Yo opté por ser una superviviente, y ella optó por una estrategia».

Más allá de su nueva y aún más estilizada figura, el gran momento de la noche para Elena fue poder hablar con sus hijos Aitor y Adara , y también verlos. «Vaya cojones que le has echado. Me haces muchísima falta. He estado todos los días pensando en ti. Me haces mucha mucha falta. Valoro mucho todo lo que has hecho por nosotros», elogió Adara desde Madrid . «Vivo por y para vosotros», respondió su madre desde Honduras .

El próximo jueves se verán madre e hijos en el plató de Madrid, si bien no se podrán tocar. Elena ya lo tiene asumido porque ayer le pasaron un vídeo-resumen de la pandemia que la dejó, claro, pasmada .

Por cierto, y como el asunto iba de reconciliaciones, Adara también avanzó durante la gala que intentará arreglar con Hugo en lo tocante a su hijo en común: «Voy a poner todo de mi parte», aseguró.

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