MasterChef Celebrity

Ainhoa Arteta seduce al jurado de «MasterChef»

El beso de la soprano a Jordi Cruz fue el «momentazo» de una gala en la que Josie brilló como Wellington en Waterloo

Laura Sánchez, séptima expulsión de una edición que ya ha cruzado el ecuador

Ainhoa Arteta besa a Jordi Cruz en la prueba de exteriores, en Cáceres RTVE

Rubén Ventureira

La modelo Laura Sánchez tenía ganas de osmotizar. Es raro tener ganas de semejante cosa. Pero son cosas que pasan en «MasterChef» . Y que, a veces, se pagan. Ella lo hizo con la eliminación. Por su parte, Ainhoa Arteta tenía ganas de dar un ósculo a cierta persona, y lo hizo.

El beso que la soprano le plantó, previo aviso, a Jordi Cruz , y el creciente fulgor de Josie –que ayer triunfó a lo Wellington en Waterloo– fueron lo más destacado de la gala que dejó a Sánchez como séptima expulsada de la edición.

Homenaje a los mayores

En la primera prueba de la noche de este «MasterChef Celebrity 5» que ya ha cruzado su ecuador los aspirantes rindieron un merecido homenaje a los abuelos . En el plató recibieron a diez chefs veteranos premiados en diferentes tipo de concursos culinarios. Se trataba de replicar platos tradicionales elaborados por estos «seniors» como marmitako, caldereta de lechazo, caracoles, rabo de toro a la cordobesa, guiso de mújol, pavo trufado o bacalao empiñonado.

Los aspirantes cocinaron auxiliados por los veteranos chefs.

La soprano Ainhoa Arteta elaboró junto a Irene Zaragoza una tarta de calabaza magnífica: «Para comerse un saco», resumió Pepe Rodríguez . La Terremoto de Alcorcón le cogió el punto al mújol gracias a su gurú gastronómico Jaime : «Maravilloso caldo», elogió Jordi Cruz . El dúo formado por el periodista Gonzalo Miró y Manuel se sometió al criterio de los jueces con un arroz al que le faltó «un poquito de sal», reprocharon los chefs. La caldereta de lechazo de Aurelia Matellán y Nicolás Coronado estaba «para chuparse los dedos», sentenció Samantha Vallejo-Nágera .

Sobre el papel, la prueba estaba hecha a la medida de la concursante más veterana, la ex ministra Celia Villalobos . «He vuelto a los 30», aseguró de entrada la rejuvenecida malagueña, quien ha recuperado la alegría de vivir a base de más cocina y menos psiquiatra. Cocinó un bacalao empiñonado junto a Milagros Molpeceres que resultó «fenomenal», según Pepe Rodríguez .

Al marmitako que el actor Juanjo Ballesta trabajó con Valen Galín le faltaron «dos gotas de sal», pero quedó «para mojar pan», según el chef de Illescas. Al pavo trufado de la modelo Laura Sánchez y Santiago le faltó algún minuto más de guiso.

El estilista Josie no quería ver los caracoles ni en pintura. Pues fue el plato que le tocó en suerte. «Nunca he podido probarlo. Sería la primera vez. Es algo que no he hecho, como tirarme de cabeza», contó con su gracia habitual, antes de comer uno por primera vez con visible cara de asco. La propuesta que elaboró después con estos pequeños cornudos como base junto a Pedro resultó el mejor plato de caracoles que ha comido Samantha en su vida: además de coejecutar de forma magnífica, el estilista, que está ya en modo estrella del programa, separó unas babas que recomendó usar como cosmético.

Josie, probando por primera vez los caracoles RTVE

Chari y el humorista Flo trabajaron un rabo de toro, pero se quedaron cortos de salsa y largos de azafrán. Por último, José Antonio y la actriz Raquel Meroño presentaron un guiso pasado de vino.

Todos «aprobaron con nota», según el jurado. Fueron elegidos como los mejores de la prueba, por este orden, Josie y Ainhoa Arteta .

Exteriores en la bella Cáceres

Cáceres , ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, albergó la prueba de exteriores, que en su día no estuvo exenta de polémica . Las «celebrities» descubrieron todas las posibilidades de aprovechamiento del cerdo ibérico en la cocina.

Los chefs propusieron viajar al 900 antes de Cristo, a la Edad del Hierro, a lomos de un cerdo ibérico de 200 kilos, que fue despiezado por dos expertos locales mientras Toño Pérez , chef del restaurante Atrio (un dos estrellas Michelin), explicaba los diferentes cortes.

Josie eligió primero, y de corrido, a su equipo, el azul: seleccionó a Flo , Juanjo Ballesta y Raquel Meroño . Por consiguiente, Laura Sánchez , La Terremoto de Alcorcón , Nicolás Coronado y Gonzalo Miró trabajaron dirigidos por Ainhoa Arteta .

Tuvieron que elaborar un menú degustacion de diez platos , cada uno de ellos con un corte diferente del cerdo ibérico. Las propuestas fueron obra de Toño Pérez . El azul cocinó oreja con anguila ahumada; panceta y cigala; solomillo relleno de algas; lagarto y puntillistas; y secreto con vieiras. Al rojo le correspondió elaborar castañetas y gambas al ajillo, bañadas en ajo blanco; presa en mejillón en escabeche; careta con bogavante; papada y almejas; y pluma con carabinero.

Celia se quemó durante el cocinado en Cáceres RTVE

El reto era epatar a 65 amantes del cerdo ibérico. «Va a ser lo máximo Valverde», pronosticó Josie. El chiste, a estas alturas del programa, ya está gastado, pero al menos no es malo, categoría en el que se sitúa el que improvisó Celia Villalobos . «¿Por que te crees que me gusta a mí el cerdo? Porque he vivido mucho tiempo rodeada de bastantes».

«Sabes que si gano te voy a morrear», amenazó Ainhoa a Jordi Cruz , que supervisó al equipo rojo. La soprano se apiadó de los bogavantes y, compinchada con Nicolás Coronado , los metió en agua fría para darles una muerte dulce. Craso error. Había que meterlos 20 segundos en agua salada, cortarles la cabeza y después seguir cociendo la cola. Así se lo contó su chef supervisor, pero la capitana pasó un tanto de las explicaciones. También le molestó que le reprochase que su escabeche no servía. Ay, es que del amor al odio hay un paso, como bien sabemos por «La isla de las tentaciones» . Pero, afortunadamente, siempre puede haber vuelta atrás (y, como veremos, la hubo).

Josie mostró una fe enorme en un «clásico que nunca muere», el solomillo Wellington , que impresionó a los comensales. Fue una victoria a lo Waterloo sobre el ejército napoleónico que lideran Gonzalo Miró y Nicolás Coronado , que se perfilaron ya desde el principio como los dos grandes favoritos y que justo en esta prueba habían caído en el equipo rival.

Precisamente, el periodista se llevó una tremenda crítica de Jordi Cruz : «Gonzalo, tu plato era terrorífico» , criticó la presa con mejillón en escabeche, que fue la propuesta menos elegida y que más se dejó. «Eso es discutible. Era del que más cantidad había», precisó el periodista. «Tienes el síndrome del pin. Tranquilo, relajado y discutiendo tonterías», juzgaron los chefs. Más que un escabeche, fue una escabechina. También hubo críticas para la capitanía de la soprano, si bien Jordi Cruz supo valorar que supiese enderezar la situación. Antes de que se emitiese el juicio definitivo, le plantó un beso en la boca al chef catalán: «Hay un antes y un después del morreo de una Arteta» , dijo la muy diva. «Aparte de para cantar y cocinar, nací para besar», continuó. Cruz , que le siguió el juego, lo corroboró: «Besas muy bien», elogió. Eso es seducir al jurado.

«La victoria me está oliendo a gardenia», reaccionó Josie , nombrado mejor aspirante de la segunda prueba (ya lo había sido de la primera) y que en sobre el papel iba a subir a la galería tras cuatro jornadas jugándose la continuidad en el foso.

Reto postrero

En el último reto de la noche los delantales negros tuvieron que preparar diferentes platos dulces con el condicionante de no poder usar ni azúcar ni edulcorantes. Sólo podían endulzar con fruta. En un desafío tan complejo, Andy , finalista de «MasterChef 8» , y Vicky Martín Berrocal , tercera clasificada de «MasterChef Celebrity 4» , sirvieron de apoyo con sus consejos a los aspirantes.

Josie , que se las prometía muy felices, porque así se lo había ganado, fue injustamente torturado mentalmente por el jurado. Se le ofrecieron dos opciones: cocinar con los delantales negros, exponiéndose a la eliminación, o bien bajar al foso a sus compañeros del equipo y subirse él y el equipo rojo a la galería. En esa misma disyuntiva estuvo el abogado Andy en «MasterChef 8» , donde fue finalista. Y el madrileño eligió la opción más egoísta. No siguió su ejemplo el estilista. Ni lo seguirá a la hora de vestirse: «Es el primer abogado que he visto en mi vida con pantalón-pitillo» . «Hay que vestirse por los pies, en la vida y en MasterChef», justificó Josie . Sus compañeros en la prueba anterior bajaron al foso para cocinar con él, pero no se les permitió; en todo caso, el gesto fue muy valorado por el «nuevo duque de Wellington»: «Me ha emocionado mucho que hayan bajado a apoyarme», afirmó entre lágrimas.

Gonzalo Miró tuvo la ocasión de canjear su pin de la inmunidad, pero decidió no hacerlo. Así que el periodista, Josie , Nicolás Coronado , Ainhoa Arteta , Laura Sánchez y La Terremoto de Alcorcón fueron los que pugnaron en esta postrera prueba.

Gonzalo Miró presentó «Máximo riesgo» , un brownie hecho con mango, pero no se notaba este último. «No ha funcionado porque el cacao no funciona igual que el chocolate», le explicó Jordi Cruz . Le salió un polvorón.

La Terremoto de Alcorcón elaboró un postre típico inglés con un toque español. «Está rico», elogiaron Jordi Cruz y Pepe Rodríguez al unísono.

Ainhoa Arteta se la jugó con una tarta de manzana con crema inglesa y un toque de Pedro Ximénez . «Muy bien resuelto», «todo rico», «está bueno, está bien», escuchó de los jueces.

Laura Sánchez tenía ganas de osmotizar. Gelatina de mango, piña osmotizada con varios elementos y una crema inglesa compusieron su postre. «Está insípido», criticó Samantha . «Está para hacerle una foto, pero le falta alegría por todos lados», lamentó el de Illescas.

El mango, el yogur y la galleta dieron forma al postre de Josie , que era aún más fotogénico que el de Laura. Y muchísimo más rico.

Nicolás Coronado apostó por un extraordinario y saludable strudel que impresionó a los tres chefs. Fue elegido el mejor plato en compañía del elaborado por el estilista. En un segundo escalón quedaron La Terremoto de Alcorcón y Ainhoa Arteta .

A esas alturas, solo restaba por decidir quién tenía que abandonar los fogones de «MasterChef». Quedó la decisión entre Laura Sánchez y Gonzalo Miró . Y le correspondió irse a la modelo: «Es maravilloso haber llegado hasta aquí», valoró Laura mientras la soprano lloraba, pues se sentía responsable como capitana que había sido del equipo rojo. «El postre era para hacerle una foto, pero no sabía a nada», lamentó Pepe Rodríguez .

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación