Masterchef

El amago de abandono de un concursante en plena prueba: «Me quiero ir con mi mujer»

Marcos, con el delantal negro, estuvo a punto de tirar la toalla, pero gracias a Jordi Cruz continuó cocinando

Marcos llora durante la prueba decisiva de Masterchef

Manuel Campillo

La tercera gala de Masterchef estuvo cargada de momentos de enorme tensión. Tras el reparto de delantales negros con la prueba en grupo, Alicia, Marcos, Aleix, Teresa y Osiris se tuvieron que enfrentar en una, a priori, sencilla prueba de eliminación. A modo de carrera, cada uno debía de enfrentarse en velocidad al resto de sus compañeros para freír diferentes platos y que quedaran perfectos. Fritura de pescado, alitas de pollo, el aliño de una ensalada y la preparación de unos buñuelos de viento fueron las diferentes preparaciones a las que se enfrentaron.

En la primera de las carreras de retos, Marcos y Teresa se enfrentaron acompañados en cocinas de Samantha Vallejo-Nágera, que batió en velocidad a los otros dos concursantes con el delantal negro. Ser el más rápido en el reto suponía librarse de la expulsión directamente, sin tener que enfrentarse al duelo final.

La tensión y los nervios provocaron que, desde un primer momento, el duelo entre Marcos y Teresa se empezara a decantar por la gallega. Teresa logró una fritura de pescado acorde al nivel del programa, mientras que Marcos tuvo que repetirla de nuevo, lo que supuso un retraso en su cocinado. Sin embargo, a medida que avanzaban entre productos, Marcos llegó a acercarse mucho al tiempo que logró Teresa, pero no fue suficiente.

Después de que la fotógrafa lograra subir hasta la galería de la salvación, Marcos se encontró con que se tendría que batir en duelo con el perdedor del segundo reto con el resto de concursantes en la cuerda floja. A pesar de haber mostrado síntomas de flaqueza a lo largo del cocinado, fue cuando supo que el trabajo realizado hasta el momento no le servía para evitar la expulsión cuando se derrumbó.

«No te vas a ninguna parte», dijo Jordi Cruz a Marcos

«Me quiero ir, de verdad. Me quiero ir con mi mujer», repetía un Marcos completamente desolado, que paseaba entre las cocinas sin un rumbo fijo, mientras la ansiedad en su respiración y las lágrimas por sus mejillas marcaban el semblante. A pesar de los ánimos que le intentaban transmitir sus compañeros desde la galería y el jurado, no consiguió soportar la presión y terminó haciéndose un ovillo detrás de una de las cocinas.

Fue en ese momento cuando Jordi Cruz , el mentor de Marcos en la edición, se lanzó a darle ánimos al valenciano. Los nervios le habían podido, pero sería capaz de salvarse de la expulsión si, según el chef del ABaC, conseguía tranquilizarse. «No te vas a ninguna parte. Como no lo quieres hacer por ti mismo, lo vas a hacer por mi», le repetía insistentemente Cruz, mientras Marcos continuaba con su constante canto pesimista.

Para el tres estrellas Michelín, uno de los grandes problemas que había cometido Marcos durante el último cocinado era no haberse centrado en el mismo, sino que estuvo pensando en el mundo más allá de los fogones, por lo que no pudo dar el cien por cien en la prueba. Por ello, Jordi Cruz le pidió que reseteara su mente y empezara a preparar la cabeza para el duelo final de la noche. «Son 5 minutos de no pensar en otra cosa más que en cocinar», le dijo. Pasados unos instantes, el aspirante se serenó y fue capaz de recomponerse de cara al cocinado final.

Tras su pequeño bache en la prueba con el delantal negro, el concursante valenciano se enfrentó en un duelo final con unas gambas a la tempura a Alicia . La exmodelo había sido la peor del segundo reto de velocidad, por lo que tuvo que cocinar una segunda vez estando en peligro. Finalmente, el jurado consideró que había conseguido una mejor fritura y sabor en la salsa el valenciano, por lo que Alicia tuvo que dejar su delantal y abandonó las cocinas de TVE .

De momento, Marcos continuará en el talent más complicado del mundo, y la próxima semana se volverá a enfrentar al veredicto de su mentor, Jordi Cruz, junto a Pepe Rodríguez y Samantha Vallejo-Nágera. Tal y como se pudo ver en el avance del tercer programa, el próximo martes se enfrentarán a seguir en tiempo real la receta de un pichón relleno con verduras risoladas y parmentier de patata y a la prueba de grupos en la localidad andaluza de Úbeda , en la que un helado mal preparado con nitrógeno líquido les dará muchos dolores de cabeza.

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