José Mota: «Nunca antes una generación había recibido tan poco y dejado tanto a sus hijos»

El cómico dedica a las personas mayores su especial de Nochevieja en TVE, «Adiós, dos mil vete»

José Mota, en el papel de fray Fernando Simonje, en el especial que emitirá La 1 en Nochevieja TVE / Vídeo: Las mejores frases de José Mota en su entrevista con ABC
Federico Marín Bellón

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José Mota seguía ayer por la tarde cosiendo los remates del especial de Nochevieja de este año, «Adiós, dos mil vete» , dedicado a los mayores y el cine. Ya son veinte las ocasiones en las que el cómico, que se define como «un tipo normal», ameniza en TVE la última noche del año.

Supongo que tiene que ver con la ilusión innata que uno tenga por su trabajo. Me siento afortunado de poder disponer de un escaparate tan bonito cada año, donde desfilan historias que quiero contar, más en un año tan especial. «Dos mil vete» ha sido como una pesadilla para todos. Tengo la gran suerte de que soy un loco de mi trabajo. Si eso lo puedes transmitir y a la gente le llega, creo que responde la pregunta.

En verano empieza la cabeza a dar vuelta. Pones en marcha el hilo conductor del programa. Este año es la película «Cinema Paradiso», de Tornatore . Dedico el especial a la gente mayor, esa generación tan maravillosa que son nuestros padres y abuelos. Hemos perdido a muchos de ellos en esta pandemia terrible. Son irrepetibles. Nunca antes una generación había recibido tan poco y dejado tanto a sus hijos. Merece la pena recordarlo. En la historia están Alfredo el proyeccionista y Totó el niño, que nos conducen a esa escena final que creo que nos ha quedado muy emotiva.

No, no, de verdad. Cuando alguien tira un chiste, el mundo de repente es un poquito mejor, más apetecible. El sarcasmo, la ironía o el humor son para intentar construir. La palabra destrucción no me mola nada. Mi objetivo no es nunca menoscabar el honor personal de nadie. Intento hacer una pequeña crónica de lo que me ha parecido el año y contar cosas desde la pequeña ventanita que tengo en el castillo de la vida, con la limitación de 72 minutos. Digo lo que pienso de la vida política y social, el día a día.

Tengo que decir que nunca he tenido una cortapisa o censura de ningún tipo con nadie. Me he sentido muy libre trabajando en TVE siempre. Es verdad que hago lo que me parece. Evidentemente, la gente de la casa ocupada de la ficción lo ve, como es lógico, pero que yo recuerde no he tenido con nadie la petición de quitar algo. Jamás. Tiene mucho que ver que para mí importan tanto los qués como los cómos. Las formas son importantes.

Alguien dijo que hay algo que se expande a mayor velocidad que la luz, y es el odio. Vivimos en la era del odio. Pero he reflexionado mucho sobre el egoísmo y el odio que hay y soy positivo, pienso que la gente quiere quererse, que tenemos un pueblo maravilloso. Soy muy optimista. Es cuestión de tiempo. También nos ha desbordado la prisa. En ese sentido sí que veo contaminación vital en el ser humano. Deja el móvil, relájate. Vamos todos con las prisas a cuestas. Estamos secuestrados por llegar al futuro inmediato que de vivir el presente. Es el ansia viva que nos devora.

Normalmente cuatro. Algunos llevan más tiempo, otros menos. Somos un equipo bien conformado de compañeros que hacen un trabajo excepcional, entre ellos algún monologuista tan bueno como Denny Horror, Mario Alvelo, Chema Lorite… Me dejo alguno... Es un equipo fantástico.

Cuando llegamos a Madrid, Juan y yo nos instalamos por la zona centro en alguna pensión, pero el tiempo mitifica las vivencias. La mente lo embellece todo. Voy a contar una anécdota que no sabe nadie. Había una caja, Caixa Laietana, ya desaparecida, y necesitábamos un crédito de un millón de pesetas. En la plaza de Santo Domingo había una sucursal. Entramos y nos dicen que es necesario tener una cuenta abierta ahí. Salimos, nos damos una vuelta y a los 30 minutos volvemos para abrir una cada uno con veinte duros. Inmediatamente después, es mítico, decimos que queremos solicitar el crédito. Y nos dicen: «No está el ingreso frío y ya estáis pidiendo un millón de pesetas». Pasaron los años y nunca volvimos. Hace lo recordaba y pensaba: ¿qué habrá pasado con esas cien pesetas?, ¿quién las tendrá?, ¿habrá caducado o crecido? El motor de mi vida es saber dónde están esos 20 duros.

En fin, que pasamos muchas penurias, pero cuando eres joven te mueve una ilusión desbordante. En mi ingenua juventud, me planteaba: ojalá el bienestar no desplace nunca la ilusión por el trabajo. Y esa es mi gran fortuna hoy. Me hace sentir vivo. Me quedo sin Navidades ahí metido todo el día, pero lejos de ser esclavo, a mí me hace libre. Una de las lacras de la sociedad es no tener trabajo. Que ese derecho no lo tengan algunos ciudadanos me parece terrible.

Sin duda. Has apuntado a diana. Todo lo que tiene que ver con la ficción me interesa muchísimo. Acabo de terminar una película, «García y García», con Ana Murugarren y Pepe Viyuela , que si Dios quiere se estrenará este verano. Y sigo en otro proyecto con Sayago Ayuso , un director novel. Llevas razón, me apetece muchísimo ese mundo.

Voy a hablar con sinceridad aplastante. Paolo Vasile se portó superbien, de maravilla. Fue un caballero. Llegamos a un acuerdo de solucionar el contrato mutuo. Cada año nos felicitamos el cumpleaños, Nuestra relación es extraordinaria. Y el recuerdo que tengo de mi paso por allí es muy bueno. Simplemente, anhelas tocar otros palos. Lo que hice fue hablar con él y lo entendió perfectamente. Me tendió su mano y solo puedo hablar de él y de su directiva como auténticos caballeros.

Es verdad que era más obsesivo hace tiempo. Luego terminas entendiendo que la mezcla, en el equilibrio de la visceralidad y la inmediatez de cuando haces un sketch , también radica el éxito. Te das cuenta de que lo has escrito en una mesa, pero el guion en humor termina de escribirse con la vitalidad del momento en el que lo haces.

El humor con mayúsculas reside en lo cotidiano, en tener buena capacidad de observación para contar cosas. La comedia tiene mucho de ese clic que todos llevamos dentro. Te lo lleva al lado consciente y por eso te ríes, porque lo traes al consciente y es un logro tuyo también. Cuando te ríes, das luz a una cosa que tenías en la oscuridad. Es un premio. Es magia emocional, como decía Florentino Fernández en una expresión muy bonita.

Este año no he tenido demasiado tiempo. Estoy bastante metido en la elaboración y escritura de un guión de cine, en hacer realidad esos otros anhelos. Son juegos. Mientras tú diviertas al niño que llevas dentro, seguirás apasionado por lo que hagas.

Bueno. Es… la comedia siempre está. Eso lo puedo decir. No la puedo abandonar. Me casé con ella.

Florentino Fernández, Santiago Segura y yo tenemos una gira común, que tuvimos que parar. El otro día volvimos al teatro Príncipe Pío y estaba lleno, dentro de los límites de la nueva normativa. La gente se lo pasó muy bien y ves el anhelo de volver a reír. Pero con mascarillas no deja de tener ese punto de tristeza. Es duro, sobre todo por la gente que nos ha dejado. Por eso dedico el especial de Nochevieja a los sanitarios también, Son el nuevo ejército. Llas guerras futuras van a tener que ver con la microbiología. Los héroes que uno admira no llevan capa ni vuelan. Son gente así. Han puesto su vida en juego, en primera línea, para que la palabra esperanza tenga un sentido. Por eso este año he querido que el especial fuera un poquito más especial.

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