First Dates

El peculiar experimento poliamoroso de «First Dates»

Tres comensales se sentaron a cenar juntos en busca de una experiencia amorosa poco convencional

Marilyn propuso en «First Dates» un interesante experimento: una cita poliamorosa CUATRO

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First dates

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«First Dates» , con Carlos Sobera al frente, sigue empeñándose en su tarea de erradicar la soltería en España. Tarea difícil la suya, pero no es esa razón paa claudicar. Por el plató de Cuatro han pasado los personajes más excéntricos que uno pueda imaginarse, y no pocos de ellos se han ido del programa acompañados. Ninguna misión es imposible . «Este no es un restaurante cualquiera», recuerda siempre Sobera al empezar el espacio de Cuatro.

Rompió el hielo este martes Gileta, una catalana de 39 años que se dedica a la micropigmentación. « En el amor me ha ido bien pero siempre se ha acabado. Lo que duró, duró y estuvo bien». Venía con un prototipo muy claro de lo que buscaba en su pareja: «Tiene que ser alto, fuerte, tiene que estar bien económicamente y tener tiempo para disfrutar de la vida». Para cenar con ella llegó Miguel, un sanitario catalán de 47 años que también está satisfecho con su vida amorosa: «Estoy muy agradecido por todo lo que me ha dado el amor. Ahora estoy buscando a alguien para una relación estable ».

Los dos estuvieron satisfechos con su primera impresión: «La he visto como una mujer, guapa, exuberante y muy femenina...Una mujer que destaca sobre las demás», reconoció Miguel. En un principio todo iba sobre ruedas, pero a Gileta empezaron a suscitarle sospechas algunas de las palabras de su pareja: «Me crea desconfianza que nunca haya estado casado ni tenido hijos, lo que me hace pensar que tal vez haya llevado una vida muy alocada, de ir a su bola». No obstante, pronto dejó de lado sus suspicacias y reconoció estar encantada con Miguel. El desenlace fue positivo, y los dos quisieron darse una segunda oportunidad para seguir conociéndose.

La segunda pareja de la noche la formaron Roberto y Fabio, de 41 y 29 años. El primero es un auxiliar de vuelo que llegó lamentándose porque «no he tenido suerte en el amor, pero todo se puede cambiar ». No llegaba con las ideas muy claras a «First Dates», y dijo que buscaba «no una persona con la que pueda tener una relación como tal, simplemente quiero el hecho de iniciar algo ».

Con una predisposición semejante llegó Fabio, arquitecto que declaró tener ganas de « volver a sentir ilusión conociendo a alguien». Este italiano se definió como una persona «afectuosa y bastante romántico, aunque reconozco que me he ido enfriando con las experiencias». El primer bache que tenían que superar era el de la diferencia de edad, pero a ninguno de los dos parecía importarle mucho los doce años de diferencia . Al final los dos quedaron satisfechos y se dieron el «sí, quiero».

Marilyn, separada, sin hijos, de 39 años, buscaba una cita con unos requisitos muy especiales: «Yo quiero amar libremente y para mí no hay límites, por eso busco una cita poliamorosa». A lo largo de su vida, sus inclinaciones le han salido caras ya que «hubo parejas que me dejaron porque no entendían el poliamor ». Llegó a continuación para participar en el experimento Gozra, un fotógrafo londinense que ya tenía experiencia en el programa: «Soy lo suficientemente experimentado para saber que no existe una pareja perfecta y para siempre».

La tercera del experimento fue Eva, una madrileña de 39 años que llegó con disquisiciones filosóficas : «El concepto de amor tiene que revisarse y actualizarse mucho. No podemos seguir con los tópicos del amor romántico del Siglo de Oro. Esa no puede ser la base de una sociedad». El triángulo amoros se sentó a cenar y fueron contándose su vida.

La última en llegar era algo diferente a los otros dos por su incontinencia verbal. Marilyn y Gozra eran más callados y tranquilos , pero Eva estuvo casi toda la cena acaparando la palabra. Pese a esas pequeñas diferencias la cita fue distendida y aparentemente agradable para los tres. Al final debían decir si querían tener una segunda cita con los dos o solamente con uno de ellos. Las dos chicas estuvieron dispuestas a tener un segundo encuentro poliamoroso , pero Gozra mostró sus reservas y se marcharon las dos mujeres por su cuenta.

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