First Dates Crucero

«First Dates Crucero» muestra a dos solteros completamente desnudos en «prime time»

La primera noche del nuevo programa de Carlos Sobera en Cuatro presentó a los seis primeros participantes del formato, que navegarán durante una semana por el Mediterráneo en busca del amor

El nuevo reto de «First Dates»: emparejar solteros en alta mar con «First Dates Crucero»

Jero y Adriana, en «First Dates Crucero» MEDIASET / Vídeo: First Dates Crucero, el programa de Cuatro cobra una nueva dimensión

Á. Jiménez

Han pasado varios meses desde que Mediaset pusiera en marcha «First Dates Crucero», aunque por fin, el programa es una realidad. El pasado jueves, durante «La isla de las tentaciones», Cuatro anunció que sería este lunes cuando sus solteros embarcasen para vivir una experiencia totalmente pionera en televisión.

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First Dates Crucero

Con Carlos Sobera como «capitán» , secundado en sus labores por sus habituales Lidia Torrent, Matías Roure, Yulia Demoss y las gemelas Cristina y Marisa Zapata, el formato zarpó (sí, el chascarrillo era necesario) en la primera noche de la semana con una mecánica sencilla. Los participantes de «First Dates Crucero», infiltrados entre el resto del pasaje, marcharán de crucero por toda Europa durante una semana . A bordo del barco, conocerán a otros solteros del programa, con los que el equipo del formato ha concertado citas para tratar de emparejarles. Lo cual, sin embargo, no quita que puedan encontrar el amor sin necesitar de la ayuda del espacio de Mediaset.

Este lunes, «First Dates Crucero» presentó a sus tres primeras parejas de concursantes. Uno de los primeros en destacar fue Edgar, un joven militar de 25 años que desde el inicio dejó claro que otra cosa no, pero que se quiere mucho. «Nunca he tenido problemas para ligar. Soy muy guapo, lo sé, me lo dicen mucho. La gente me dice que tengo unas pestañas muy bonitas», aseveró el joven, ni corto ni perezoso. El programa trató de emparejarle con Fátima, una aspirante a «influencer» que al poco de hacer acto de presencia en «First Dates Crucero», asestó la primera patada al diccionario de la noche. «Soy una persona "materialística". Siempre me gusta tener lo mejor . Dejé los estudios con 18 años, pero sí que he ido a una universidad: la de la calle. Y ahora, me gano la vida con mi Instagram. Gano unos 3.000 euros al mes», aseguró.

Edgar y Fátima, de más a menos

A continuación, Sobera les presentó y la velada entre ambos fluyó. En ella, eso sí, Edgar volvió a dar muestra de su arrogancia. « Desde que soy militar, las chicas me han pedido fotitos. Suele llamar la atención que lo sea y eso gusta», espetó Edgar, muy arriba. Fátima. sin embargo, intentó contenerle desde el inicio. «Le gusto yo más que él a mí», aseveró a las cámaras del programa, aunque no ocultó su atracción hacia Edgar. «Me gusta tu físico, tu personalidad y tu seguridad», refirió la muchacha. «Tú también me has gustado. Estás "mu güena"», aseguró Edgar.

Viendo lo bien que iba la cita, el formato emplazó a ambos a continuar con su cita en un camarote. Allí, Fátima le pidió a Edgar que le hiciera un masaje. El joven accedió a regañadientes. «Es que estoy cenando», espetó, aunque finalmente comenzó a masajear las piernas y la espalda de Fátima. Pero entonces, empezaron a discutir. «Deja de hacerte el macho alfa», se quejó la joven, antes de que Edgar se separase de ella. «Estás "to" loca. Déjate de rollos», sentenció el militar, que terminó por colmar la paciencia de la pseudo-«influencer». «Me voy. Parece que estamos buscando cosas distintas» , soltó, antes de abandonar la estancia. Al día siguiente, el joven acudió al camarote de Fátima para intentar solucionar las cosas, aunque no terminaron de lograrlo. «Éste se piensa que voy a hacer siempre lo que él quiera. No le queda...», aseveraba la mujer.

La noche ideal de Adriana y Jero

Mucho mejor fue la cita entre Jero y Adriana . El primero era un hombre de 67 años que estuvo presente en el golpe de estado de Nigeria y que llevaba años adulando en secreto a Adriana, a la que el programa había invitado al crucero por petición de un «admirador secreto». «Nos hemos visto mínimo cuatro veces. Incluso en playas nudistas, pero nunca he tenido el valor de hablarla», comentaba Jero.

En cuanto los dos se conocieron, el amor comenzó a fluir. «Llevo muchos años buscándote», refirió Jero, casi en primera instancia. Lejos de asustarse, Adriana se dejó seducir y fue sucumbiendo poco a poco a los encantos de su pareja. «Estoy abierto a que sea mi media naranja. Estoy enamorado de ella y quiero estar con ella, si ella quiere, el resto de mi vida », le comentaba el hombre a las cámaras de «First Dates Crucero».

Al igual que sucedió con Edgar y Fátima, el programa invitó a ambos a seguir con su cita en una habitación privada. Un «camarote deluxe» en el que ambos se entregaron a la pasión hasta las últimas consecuencias. De hecho, se comieron a besos y llegaron a meterse juntos y desnudos en la sauna y el jacuzzi del camarote, lo que generó críticas en las redes sociales. «Vergonzosa esta escena», dijo una usuaria de Twitter durante la emisión. «No hace falta que lo enseñéis», se quejó otro espectador.

«Los dos somos nudistas, así que no pasa nada», bromeó Jero, que estaba radiante. «Fuera del barco estaría contigo hasta el final de mi vida», le dijo a la mujer, con la que terminó pasando la noche. Y no solo eso, sino que ambos parecen estar juntos a día de hoy, tal y como refrendó un vídeo que exhibió el programa en sus últimos minutos y en el que los dos posaban juntos y felices. «Gracias. Muchas gracias, "First Dates Crucero"», comentaba Adriana, con alegría.

La desastrosa noche entre Ramón y Ana

Mucho peor que las dos anteriores fue la velada entre Ramón y Ana, la tercera pareja de la noche . El primero, que trabaja como administrativo, no parecía cuajar con la mujer , propietaria de una tienda de ropa en San Sebastián. Sin embargo, Ramón no terminaba de cerrarse. «Me ha parecido una chica muy normal, pero ser una persona normal es una cualidad» , aseveraba a las cámaras de «First Dates».

La noche, sin embargo, no iba bien. «La cita no parece fluir y eso cuando estás en el mar y con una tormenta en el horizonte...» , refería Sobera, desde la voz en off. «No es lo que buscaba», afirmaba por su parte Ana, que fue muy clara a la hora de decidir si querría o no tener una segunda cita con Ramón. «Como pareja no podríamos estar juntos, porque te meriendo vivo », le dijo la mujer al administrativo, que parecía coincidir con su veredicto. «Ha faltado algo...», afirmaba el hombre. Pero nada está perdido para ellos, pues «First Dates Crucero» tratará de emparejarles con otros solteros del barco.

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