First Dates
Buscaba un 'cayetano' y acaba burlándose de ella: «No te preocupes, eres rubia»
Entre broma y broma, Pablo ha cruzado el límite del buen gusto llamando tonta repetidas veces a Juliana
El refrán de ‘ para gustos, los colores’ cobra su máxima expresión en ‘First Dates’ . El programa de citas de Cuatro es experto (al menos la mayoría de las veces) en la misión de satisfacer los gustos de los comensales. Incluso si las peticiones rayan lo extravagante, como en el caso de Juliana (21).
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Esta joven italiana ha tenido una vida movidita. Nacida en Venecia, habla perfectamente español porque vivió diez años en Venezuela. Más tarde estudió inglés en Estados Unidos, y entre medias intentaron secuestrarla. Actualmente reside en Zaragoza, a donde llegó por amor. Y también está en busca un perfil de hombre muy concreto. «Me gustan 'cayetanos' y pijos. Una persona que vista con camisa, que no sea de pueblo, que se cuide bastante», explicó a Carlos Sobera .
Dicho y hecho. El presentador le presentó a Pablo (20), un gaditano que al cumplir la mayoría de edad se trasladó a Madrid a estudiar Economía. En su presentación arrancó lamentándose de que «a la que quiero, no me quiere; y a la que me quiere, no la quiero». Pese a todo, está abierto al amor. Y viendo cómo a Juliana se le hicieron los ojos chiribitas nada más conocerlo, resultó evidente que la noche prometía. «Súper 'cayetano', súper bien vestido, se me han quitado todos los nervios», lo describió, encantada de la vida.
La 'revancha' de Pablo
Solo que a él no le hizo gracia la catalogación. «A mí el término no me gusta. Y pijo es una palabra que tiene una connotación mala», señaló. Aún así, reconoció el atractivo físico de la chica, además de unos valores que casaban con los suyos. «Me gusta que sea religiosa, son valores que se están perdiendo, como amar al prójimo.
Eso sí, la cita funcionó gracias a que ella demostró un gran sentido del humor. Con otra persona la mofa que le dedicó su cita hubieran echado a perder la velada. Al charlar de los estudios de Pablo en Economía y Finanzas la italiana le preguntó en qué curso estaba, pero le extrañó que fuese ya por tercero. «Empecé a los 18. Es lo que tiene ir bien, curso por año», aclaró con sorna.
Un tanto nerviosa después de admitir que ella no va demasiado bien en los estudios, Juliana lamentó en voz alta la posibilidad de quedar «como la gilipollas de España». En vez de quitarle hierro al asunto, el gaditano sacó la chulería a pasear vengándose del calificativo de 'cayetano'. «No importa, eres rubia», respondió, intentando hacerse el gracioso. Una ‘broma’ que además repitió varias veces durante la cena, pero que la chica digirió con filosofía. «Este tonto me está vacilando todo el rato con que soy rubia y tonta. Me lo tomo a risa porque soy la primera que se lo toma con humor», manifestó al equipo de ‘First Dates’.
Tanto es así que los dos decidieron mutuamente darse una segunda cita para seguir conociéndose.