Ven a cenar conmigo

«El Dioni» confiesa en qué se gastó las primeras pesetas robadas

El ex vigilante de seguridad ofreció a sus invitados detalles sobre el atraco que lo lanzó a la fama en 1989

«El Dioni», Carmen Borrego, Víctor Sandoval y Bibiana Fernández cenan en casa del primero Telecinco / Vídeo: ABC Multimedia

R. Novo

Y «El Dioni« acabó confesando en que se gastó el primer dinero que robó del furgón. Lo hizo durante una velada en su casa de Moratalaz , en la tercera entrega de «Ven a cenar conmigo».

Primero, antes de ir al grano, quiso mostrar sus dotes «pecunarias» (tal cual lo dijo) ante sus compañeros de concurso. Lo hizo con un menú inspirado en su delito más conocido y en el país al que se fugó tras cometerlo. Para cocinarlo, se quitó el peluquín, pues no era cuestión de que algún plato se aderezase con algún falso pelo. El entrante lo bautizó como «Delicias de Brasil» : una sopa de marisco con carabineros, almejas, rape, merluza, gambas y calamar. El plato principal fue el «Furgonazo» , que describió como «un buen solomillo de ternera gallega, con tomates cherry, patatas confitadas con mantequilla y una salsa de boletus». Se llama así «porque dan ganas de cogerlo», detalló. A los postres, «A la saca» , un sorbete de helado de limón con cava y mucho vodka. Sus invitados le concedieron 18 puntos (8 Bibiana Fernández , 7 Carmen Borrego y 3 Víctor Sandoval ), con lo que, a falta de la velada en casa de la hija de María Teresa Campos , el ex delincuente empata con Víctor mientras Bibiana sigue liderando la particular clasificación con 24.

La comida que preparó estuvo a un nivel aceptable, pero le falló el «timing», pues fueron largas las esperas entre plato y plato. Bibiana fue la que más lo elogió. «El Dioni» aprovechó que jugaba en casa para seguir su coqueteo con la actriz, iniciado en el episodio anterior . «Pareces Cenicienta », la recibió según pisó el umbral de su casa. Y después recibió con gran jolgorio que la musa almodovariana le preguntase por unas esposas que tenía decorando una mesilla. Sirvieron también para montar un poco de comedia con ellas: se las acabó poniendo, no hubo formar de sacarlas de una mano y acabó yendo a la cena un cerrajero para liberar del ex vigilante de seguridad.

«El Dioni» se quitó el peluquín para cocinar, y le faltó ponerse a continuación una máscara con la cara de Salvador Dalí , porque se siente como un personaje de «La casa de papel» . «Yo no he robado ni una peseta a un español», remarcó. El famoso robo del furgón fue un tema recurrente en la cena. «Ahora estoy jubilado de robar», recalcó. Pero no es por falta de socios, pues muchas veces la gente lo para por la calle y se ofrece a formar parte de una hipotética banda liderada por él: «Me dicen que, si hay una próxima vez, se apuntan y vienen conmigo». Quizá por ello –por el apoyo ciudadano– el ex vigilante de seguridad tiene la conciencia tremendamente tranquila: «Me arrepiento de haberlo hecho tan mal. Lo tendría que haber hecho mejor y me tendría que haber llevado más dinero. En comparación con lo que han robado los demás, me siento el menos hijopu...». ¿En qué habría invertido ese dinero? Pues en otro delito: «Me arrepiento de no haber llevado más dinero para poder comprar al juez».

Me arrepiento de haberlo hecho tan mal. Lo tendría que haber hecho mejor y me tendría que haber llevado más dinero

«El Dioni»

Ex vigilante de seguridad

«¿Dónde está el dinero?», preguntó una y otra vez Carmen Borrego . Víctor Sandoval pasó del dicho al hecho e inspeccionó la casa en busca de la «pasta»; lo hizo golpeando paredes en busca de algún sonido hueco que le proporcionase pistas.

«De 248 millones me gasté 40», admitió «El Dioni» ante las presiones, si bien no es nada que no hubiese dicho con anterioridad. Hablaba de extintas pesetas. Así que traducimos a euros: de 1,49 millones se fundió 240.000 euros. «¿Y el resto?», preguntaron sus compañeros de cena. «Deberían estar en mi bolsillo, pero no están». Entonces, ¿dónde están?: «No se lo dije a la Guardia Civil , te lo voy a decir a ti», le espetó a Víctor Sandoval , obsesionado con el paradero del botín de 1989. Ya puesto a hacer confesiones, reveló el primer capricho que se dio, en qué se fundió las primeras pesetas: «Lo primero que compro es una lata de caviar beluga . Me di un banquetazo». En su noche más loca de juerga se llegó a gastar 40.000 pesetas (240 euros), que era una cantidad considerable en el Brasil de finales de los años 80. Fiesta también hubo para poner punto final a la velada, pero no brasileña, sino flamenca, con «El Dioni» a la guitarra.

El flamenco protagonizó el fin de fiesta Telecinco

Así acabó una noche en la que sus invitados formularon una y otra vez la pregunta del millón de dólares, o, mejor dicho, de los 248 millones de pesetas. Pero nada. Dieron en hueso. Como dio la Guardia Civil. «Soy bizco y soy feo», repite constantemente «El Dioni» . Y cuando se quita el peluquín, calvo. Pero no tiene ni un pelo de tonto.

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