La CNMC estrecha el cerco a las plataformas y a los «influencers»
«Es un cambio muy relevante», asegura la propia Comisión, que conlleva el control de empresas como Netflix, Amazon Prime Video y HBO, incluso si operan desde otros países europeos
La CNMC quiere adaptar la legislación a la era digital. Entre sus objetivos destacan dos: vigilar más de cerca a las plataformas de streaming y a los llamados «influencers» o «prescriptores de opinión». De momento, ha publicado un informe sobre el anteproyecto de Ley General de Comunicación Audiovisual , elaborado a petición del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital.
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia pretende algo que las cadenas privadas reclaman desde hace tiempo: que las exigencias legales se equiparen para todos. Así, el anteproyecto amplía las obligaciones de financiación de obra audiovisual europea , incluso si los prestadores del servicio operan desde otros países de la Unión Europea. «Es un cambio muy relevante, que conlleva el que la CNMC pase a controlar el cumplimiento de esta obligación por parte de empresas como Netflix, Amazon Prime o HBO», asegura la propia CNMC.
Un obstáculo hasta ahora es que la normativa europea obliga a garantizar la «libertad de recepción» e impide obstaculizar las retransmisiones de los servicios procedentes de otros Estados miembros. Así, la supervisión de lo que hagan estos prestadores instalados fuera de España no corresponde a la CNMC, sino a la autoridad de regulación de dicho Estado miembro. Esto es algo que ocurre desde que se aprobó la Directiva de Televisión sin Fronteras en 1989.
Colaboración entre países
Lo mismo sucede a la inversa, en canales establecidos en España que emiten hacia otros Estados miembros. La CNMC cita los ejemplos de Disney/Fox, NBC y Sony, que sí están sometidos a su supervisión. De igual modo, los prestadores de servicios de vídeo bajo demanda como Netflix, Amazon Prime Video y HBO están sujetos a la jurisdicción de otros países de la UE, «sin perjuicio de que también haya prestadores sujetos a la supervisión de la CNMC (Rakuten, Filmin, Flixolé )», algunos de los cuales ofrecen también servicios en otros países.
Todo esto «va a tener gran relevancia en la regulación audiovisual de los próximos años», asegura la CNMC, ya que la Directiva de Servicios de Comunicación Audiovisual permite la «quiebra del principio de país de origen» y hará posible que la CNMC controle el cumplimiento de empresas como Netflix, Amazon y HBO. Competencia admite, no obstante, un problema mayor, el control de aquellos operadores que emiten desde fuera de la Unión Europea . Hay propuestas para que se bloqueen sus contenidos cuando incumplan nuestras normas, pero no hay nada resuelto al respecto.
Aviso a las privadas
La CNMC también lanza algún mensaje inquietante a las privadas tradicionales, ya que propone, «al objeto de favorecer la competencia», reducir la duración de sus licencias de TDT, ahora fijado en 15 años, y eliminar el sistema de renovación automática e indefinida. Como mínimo, recomienda «limitar e identificar de manera más precisa las condiciones para que dichas licencias sean objeto de concurso».
En otro de los apartados del extenso documento, de casi un centenar de páginas, la CNMC también considera que en los cada vez más populares servicios de television conectada a internet, «los usuarios deberían poder dar su consentimiento previo a la recepción de publicidad híbrida o interactiva , así como desistir de dicho consentimiento mediante un procedimiento simple y gratuito».
«Prescriptores de opinión»
Por otro lado, la CNMC ha reparado en que los nuevos tipos de contenidos incluyen vídeos cortos generado por usuarios individuales, a los que se accede a través de plataformas como Youtube, Tik Tok, Instagram y Twitch . «La irrupción o consolidación de estos nuevos agentes que operan sobre internet requiere de un marco jurídico actualizado», que permita también la «protección del consumidor y la competencia», dice el informe.
En este sentido, la CNMC ha elaborado ya un análisis de más de 600 vídeos, con una dedicación de más de 400 horas de visionado en las plaataformas citadas, en busca de contenidos que pudieran vulnerar la Ley Audiovisual. «Lo más relevante, por su presencia en más de la mitad de los vídeos visionados , es la existencia de contenidos que pudieran vulnerar la normativa sobre protección de los menores y de comunicaciones comerciales» en YouTube y Twitch, así como la presencia de comunicaciones comerciales en Instagram.
Mientras se desarrolla la ley, los «influencers» que cumplan ciertos requisitos serán considerados «prestadores de servicios de comunicación audiovisual». De momento solo deberán cumplir, «además de a los principios generales de la comunicación audiovisual», las obligaciones específicas de protección del menor y del consumidor .
