Las cadenas de pago tendrían que triplicar los precios para rentabilizar la compra de los derechos del fútbol
Los operadores quieren revisar el modelo de compraventa de competiciones como la Champions para abaratarlas
Movistar, Vodafone y Orange no parecen dispuestos a pagar cualquier precio por los derechos de emisión del fútbol. Las grandes «telecos» han abonado en las últimas temporadas multimillonarias cuantías por la Liga y la Champions para captar y no perder clientes de sus televisiones de pago. Si a eso se une la feroz competencia comercial, el resultado es que las tres están vendiendo los paquetes de fútbol a precio de coste e incluso a pérdidas. Ante la insostenibilidad de las cuentas, las «telecos» buscarán negociar en 2018 una rebaja en el precio de los derechos y hasta un cambio en el modelo de reventa.
La situación se ha vuelto especialmente acuciante para los tres grandes operadores a la vista de que Mediapro se hizo el pasado verano con el paquete de la Champions League para las próximas tres temporadas -2018/2019, 2019/2020 y 2020/2021- duplicando el precio pagado por el anterior trienio: frente a los 540 que abonó por las temporadas 2015-2018, esta vez habría desembolsado unos 1.100 millones, según estimaciones del mercado. Durante los próximos meses Mediapro tendrá que negociar el nuevo contrato e intentará hacer que Movistar, Vodafone y Orange se rasquen aún más el bolsillo para rentabilizar la inversión, pero estas podrían decir basta.
Las negociaciones entre las «telecos» y la productora propiedad de Jaime Roures, a la que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha abierto este año un expediente por posibles prácticas anticompetitivas en la venta mayorista de sus canales Bein Sports y Bein La Liga, aún no han comenzado. En todo caso, las partes parecen estar posicionándose ya de cara a ese momento.
Vodafone y Orange España han calificado públicamente de locura los precios que se están barajando en el mercado y sus ejecutivos han dicho que es necesario ir hacia unos costes más razonables. Telefónica, por su parte, indicó recientemente que « analizará el resultado de la ecuación entre costes y beneficios del contenido concreto de forma racional y tomará una decisión en consecuencia», aunque la inflación de los derechos preocupa internamente desde hace tiempo.
«Si el modelo es el mismo que en los últimos años, para Vodafone sería muy difícil entrar », dijo esta semana el consejero delegado de la compañía, António Coimbra, primer alto directivo de una de las tres grandes «telecos» en abrir la puerta a renunciar a esos derechos si el precio no baja.
Aunque las «telecos» aún no han hecho ningún planteamiento oficial a Mediapro, directivos del sector hablan de buscar alternativas al actual modelo cerrado como uno de pago por uso o que Movistar, Vodafone y Orange sean solo plataformas intermediarias y Mediapro se encargue de emitir en ellas cobrando un porcentaje de los ingresos de los operadores.
Ahora mismo, el propietario de los derechos, en este caso Mediapro, vende las competiciones en un paquete cerrado a las «telecos» para que estas puedan incluirla en su oferta televisiva, y cada operador paga en función de su número de abonados. Los responsables de Movistar, Vodafone y Orange llevan tiempo quejándose del alto coste de los derechos, pero siempre acaban pasando por caja por miedo a quedarse sin el fútbol y sufrir una fuga de clientes hacia la competencia.
En las últimas negociaciones, Movistar se resistió inicialmente a ceder ante Mediapro y no emitió los primeros meses de la Champions 2015/2016, pero finalmente en enero de 2016 cedió y le abonó 2.400 millones por la competición, además de pagar 750 a la Liga de Fútbol Profesional (LFP) por el «Partidazo». Vodafone , por su parte, se ha gastado 318 millones en derechos de fútbol y series , desembolso que le ha obligado a recortar sus costes comerciales y operativos.
El gran problema es que la inflación de los derechos es mucho mayor que el incremento del número de abonados y los ingresos. Actualmente las «telecos» tienen unos seis millones de usuarios e ingresan al año algo más de 478 millones en cuotas de sus clientes. El coste anual conjunto para los tres operadores de los contenidos de fútbol se sitúa alrededor de 1.250 millones.
Si se produce un nuevo incremento en la factura de los contenidos, se podría haber llegado a un punto en que a las «telecos» les resultaría más rentable perder clientes que pagar esos derechos manteniendo las mismas tarifas o no subiéndolas lo suficiente.
Vodafone ha puesto número a esa situación de desequilibrio. A grandes rasgos, y según explica, para hacer rentable la inversión en contenidos de fútbol los operadores tendrían que elevar las cuotas solo por el fútbol de unos 20 euros actuales a entre 50 y 60 euros . «A la gente del gusta mucho el fútbol, pero no tanto como para pagar 60 euros», dice Coimbra.
Movistar, Vodafone y Orange ya han aplicado incrementos progresivos de unos pocos euros en los precios de sus paquetes de servicios que promocionan como un aumento a cambio de más prestaciones -por ejemplo más datos de internet móvil-, pero que se explica por la necesidad de financiar esos contenidos. Así, todos los usuarios, suscritos o no al fútbol, están pagando la alta factura de sus derechos.
El encarecimiento de los derechos afecta al todos los países de Europa. Y esto es así en buena parte porque los vendedores de esos derechos, las competiciones, buscan elevar fuertemente sus ingresos por la retransmisión de los partidos. La UEFA manifestó claramente que en la puja por los derechos de la Liga de Campeones celebrada el pasado mayo esperaba obtener un 30% más que en la subasta anterior. A nivel nacional la cuestión no es muy distinta: el presidente de la LFP, Javier Tebas, acaba de anunciar que aspira a vender la temporada 2019/2020 por 2.300 millones.
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