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Amor al primer colmillo en «First Dates»

Juan, que fue al programa a buscar una «nena» con la que poder hablar «sin palabras técnicas», quedó prendado con los dientes de su cita, la azafata de eventos Iracema

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Fue un amor al primer colmillo, si bien no se llegaron a besar, al menos ante las cámaras. «Me han llamado mucho la atención los colmillos que tiene, me han gustado muchísimo», dijo Juan –que se presentó como un hombre « un poco cavernícola »– de Iracema.

Los «despellejers», que así es como se denominan los seguidores de « First Dates » en el Twitter, aprovecharon la ocasión para hacer sangre. Y chistes sobre vampiros.

Lo que los colmillos unió a punto estuvo de separarlo la carne. La carne de animal. Iracema no la come. Juan, sincero, confesó que había trabajado en un matadero, pero se cortó a la hora de decir que le gusta poco hecha, sangrante, cual cuello recién mordido por un vampiro. O vampira. «Cualquiera se lo dice», bromeó.

El «cavernícola», de 34 años, buscaba a una «nena» con la que poder «hablar sin filtros, sin palabras técnicas». Separado y con una hija, tras esta frustrada relación decidió analizar cómo quería que fuese su siguiente pareja, y después de poner en una balanza « el físico y la personalidad », decidió decantarse por la segunda. Iracema –28 años, azafata de eventos y estudiante de Medicina– también venía de una relación fallida: su pareja la dejó estando embarazada de su hijo.

Además de sus biografías amorosas, sintieron que los unían más aficiones . Como las motos, o incluso sus extraños miedos. Iracema tema que se le aparezca un oso en la montaña. La pesadilla de Juan es toparse en el mar con un tiburón blanco, lo cual no deja de ser llamativo, pues sabido es que este animal está dotado de unos majestuosos colmillos. ¿Qué opinaría el psicoanálisis de esta fijación de Juan?

Todo estuvo a punto de irse al traste en el último momento. Ella le preguntó su opinión sobre el feminismo. «¿Feminismo te refieres al radical y extremo?», preguntó él. Iracema matizó que no, que se refería a cosas tan simples como a no sentirse acosada cuando vuelve tarde a casa y le dicen cosas por la calle. Quedaron para esa segunda cita. « Para explicarle lo del feminismo », remarcó ella.

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