Sálvame

Actualización de la propaganda: apoyo expreso al gobierno y el concepto «doble epidemia»

Jorge Javier Vázquez apoyó personalmente al Gobierno en «Sálvame»

Jorge Javier Vázquez, en «Sálvame» Telecinco
Hughes .

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Denunciado estos días el comportamiento de las televisiones como útiles órganos de propaganda gubernamental, ayer se observó algo más. Sirva «Sálvame» , el programa estrella, como ejemplo. Porque a la omisión de los muertos y de la crítica se añadió algo nuevo. En un momento dado del programa, Jorge Javier Vázquez apoyó personalmente al gobierno.

Antes entrevistaba a una epidemióloga española afincada en nueva York que aplaudió la gestión española y denunció la americana. Se repitió algo que vemos estos días, y es que la crítica sí es admisible para el extranjero , con el que se usa un tono agravado: se duda abiertamente de los datos chinos, pero no se dice una palabra de los datos españoles; se aplica la palabra «devastadora» para Estados Unidos, pero no para nuestra realidad.

El presentador reforzó esta visión positiva recordando que España ha sido felicitada por la OMS, «como ejemplo a seguir» y dando, ya sí, su valoración personal: «No tengo datos para pensar que el gobierno lo está haciendo mal. Sigue teniendo mi confianza». El apoyo directo a la gestión es un paso adelante desde la «no crítica» anterior a la confirmación gubernamental que pudo verse en esas horas también en La Sexta , donde el «Barómetro» habló de un 60% de apoyo a la gestión de la crisis.

El argumento de Jorge Javier, afirmando su apoyo al gobierno, tomó una forma particular e intermedia. Se hizo mediante una doble negación de la crítica (hubo un error: «No tengo datos para pensar que (no) lo está haciendo bien»). Se aplaude la gestión de Sánchez mediante la expresa no negación de la misma. Por eso preguntó a la epidemióloga: ¿Era posible no equivocarse? En esta misma línea, curiosamente, Elisa Beni dijo en esas horas algo similar, habló de fallos «que no podían dejar de cometerse».

De no criticar al gobierno se ha pasado en horas a apoyarlo mediante la vía intermedia de negar la posibilidad de crítica , o de afirmar la imposibilidad de acertar.

Pero ayer hubo algo más. El salto de ayer fue doble. Del apoyo explícito (por esta vía algo rebuscada) se pasó a acuñar definitivamente el concepto de la «Doble Epidemia».

«Sálvame», por asombroso que parezca, se convierte, como Ferreras en la mañana con su recurrencia al «fact check», en órgano de validación informativa. Se habló del mal uso de la «información» de Trump y Jorge Javier Vázquez quiso alertar sobre algo parecido en España. En línea con lo mantenido por PSOE y Podemos del día anterior, denunció ser víctima de una campaña de bots ultraderechistas en la red (la palabra «ultraderecha» la repitió varias veces y vocalizando mucho, como si hablara de repente para personas duras de oído).

Un ejército de bots de ultraderecha persigue a Jorge Javier, que se dijo «víctima» y denunció en Internet una «maquinaria de extrema derecha para que nos callemos ». Este cambio de tono coincide con el victimismo gubernamental ante las «injurias» en la red.

Vemos aquí el paso siguiente en el cambio de tono informativo ante esta crisis: las televisiones alertando e invalidando los canales alternativos de internet mediante el concepto «doble epidemia». Por un lado está el virus, contra el que el gobierno lucha eficazmente (y en vanguardia mundial) y que exige de nosotros la dócil y acrítica reclusión en casa (la crítica después), y otro segundo virus que es el de la información: los bulos, los bots, lo que se lee en internet, denunciado a la vez por PSOE, Podemos y por las televisiones. El primer virus es el COVID-19, el segundo es el de la extremaderecha organizada.

Por tanto, resumiendo: se ha pasado en horas de la «no crítica» al apoyo expreso al Gobierno mediante el paso intermedio del «no se podía no equivocar». Además, el virus se desdobla en otro «virus informativo» contra el que piden movilización y conciencia ciudadana. Es decir, las estrellas televisivas se contra Internet, a favor de su monopolio (duopolio en este caso) de la información.

Pero ayer se produjo otro salto más en la cuestión mediática. El veterano periodista Pérez Henares se dio de baja en «Al Rojo Vivo», la tertulia de García Ferreras en La sexta. Esto no es un hecho aislado ni anecdótico. El post-sorayismo mediático se cae del caballo como San Pablo y descubre el «sesgo» informativo . La derecha mediática, que convivió con las privadas pacíficamente durante años, descubre ahora en ellas una naturaleza propagandística.

Otro efecto de estos días es que algunos, encerrados por obligación, se enfrentan a una realidad televisiva que no conocían. Sea como fuere, se produce aquí otro cambio más: la derecha mediática descubre a Ferreras. En 2020.

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