Eurovision shine a light

Eurovisión tira de nostalgia para llenar su vacío

Ganadores históricos de otras ediciones recordaron grandes éxitos del festival

Nieves Mira

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Mascarillas, personal sanitario y distancia de seguridad. Nada de eso faltó en la gala especial que ayer debía cubrir el vacío de la 65ª edición del festival. Un repaso de dos horas por la historia del certamen musical europeo más importante de todo el año y que nunca antes había faltado a su cita. No hubo 12 puntos, no hubo nervios y ni siquiera fallos del directo… La gala, medida al milímetro con vídeos pregrabados, echó en falta la emoción que rodea al evento, aunque intentó suplirlo apelando a la nostalgia de tantos ganadores históricos.

Tras la cancelación, la Unión Europea de Radiodifusión tenía por delante el reto de dedicar espacio a todos los artistas que llevaban meses trabajando tanto por representar a su país, como en la canción con la que iban a participar. Las normas establecen que cada año los temas deben ser inéditos, así que de alguna manera los organizadores querían agradecerles el esfuerzo dedicándoles un especial «en casa». Muchos tendrán la oportunidad de participar en la siguiente edición de Eurovisión , aunque la evolución de la pandemia determinará cómo y en qué condiciones se vuelve a celebrar.

Conducido por los holandeses Chantal Janzen, Jan Smit y la eurovisiva Edsilia Rombley desde la localidad de Hilversum, uno de los momentos más especiales fue la emotiva canción grupal a ritmo de «Love shine a light» que fue el leiv motiv de la gala homenaje y no competitiva. Cada país de los 41 participantes tuvo sus 30 segundos de gloria para mostrar algún retazo de lo que pudo haber sido. También para mandar un mensaje de ánimo a sus conciudadanos europeos. Blas Cantó se dirigió a ellos en inglés, francés y español, y recordó que «estamos aquí para llevar una luz a Europa y al mundo» antes de despedirse «hasta el año que viene», ya que él, a diferencia de otros compañeros, sí que tiene garantizada su participación en 2021.

En el repaso no faltaron tampoco actuaciones acústicas de artistas históricos del festival, como Gali Atari , que recordó su «Hallelujah», ganador de 1979, desde un desierto Jerusalén, acompañada de los artistas de Eurovisión Júnior. El sueco Mans Zelmerlow (vencedor en 2015) dedicó su «Heroes» a los rostros de esta pandemia, los médicos, y la serbia Marija Serifovic, que ganó el certamen en 2007, cantó «Molitva» desde las calles vacías de Belgrado.

Una nueva cita

Entre los ganadores recientes no podía faltar Duncan Laurence, que se alzó con el micrófono de cristal el año pasado, que aprovechó la ocasión para presentar su nuevo single, «Someone else». También hubo sitio para Bjorn Ulvaeus , histórico guitarrista de ABBA, que reivindicó una «larga vida al festival de Eurovisión». En el horizonte, los seguidores del certamen ya tienen una nueva cita: Róterdam 2021.

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