Manuel Balsera

Feliz día de la Metatelevisión

Manuel Balsera

Un día no es suficiente en 2021 para celebrar la televisión . Este año que está terminando ha sido probablemente el más destacado en la historia de este medio de comunicación. Tras la etapa pandémica que nos obligó a permanecer durante largos periodos en nuestros domicilios, la ansiada libertad y movilidad arrojaba la duda de si continuaríamos consumiendo intensivamente contenidos televisivos… y la respuesta ha sido que sí y que incluso más.

Nadie duda que la televisión ha mutado definitivamente y que los canales de televisión -abiertos o de pago- ya solo son una parte de una televisión total que se compone de muchos aspectos diferentes. La televisión total no es ya un sector, es la suma de muchos. La audiencia ha roto la manera de ver la televisión, los tipos de contenidos que vemos en ella, los dispositivos por los cuales consumimos televisión e incluso los actores que forman parte de este ecosistema rico, variado, plural y universal.

La verdadera cuestión en estos momentos es hacia dónde evolucionará en las próximas décadas un sector que produce a nivel mundial más de 1.000 temporadas de series de ficción y que expande la presencia de las plataformas de vídeo bajo demanda a todos los géneros, desde el cine a los 'realities' o del documental al DIY ('Do It Yourself'). Si todos los canales, plataformas y sistemas de distribución producen y distribuyen de todo, ¿cómo podrán sobrevivir tantas ofertas globales?

Mi respuesta es que sobrevivirán gracias a la especialización, el foco y la marca… y que entraremos en una nueva era de nano canales: ofertas audiovisuales mucho más especializadas y asociadas a marcas y personas-personajes que actúen como programadores de televisión, agregando contenidos de distintos proveedores. Estos nanocanales se consumirán linealmente o bajo demanda y contarán con sistemas de pago, con publicidad, con donaciones, con microcoproducciones, con 'barters' y un sinfín más de modelos para conseguir ingresos de las audiencias.

La especialización y concreción serán tan habituales en el mundo de la televisión como lo es en el mundo de las redes sociales o lo fue en las publicaciones periódicas, como las revistas. Nuestra televisión sumará y será lineal, abierta, de pago, con y sin publicidad, interactiva, general y especializada, personalizada y global, planificada e improvisada…y consumiremos más y más y en todas las pantallas y opciones posibles.

Los críticos y pensadores vaticinan una gran saturación audiovisual en los próximos años , acompañada de problemas psicológicos en una parte de la población que ya consume de promedio más de seis horas de contenido audiovisual diariamente. El futuro acrecentará el consumo audiovisual en nuevas fórmulas, que no solo afectaran al entretenimiento sino al trabajo o las redes sociales. Una nueva configuración del fenómeno televisivo que invadirá aspectos complementarios de nuestra realidad con tecnologías como VR (realidad virtual), AR (realidad aumentada) y los múltiples metaversos que se desarrollarán en breve. Una nueva Metatelevisión que extenderá sus brazos hacia nuevas actividades alejadas de su actual realidad de información y entretenimiento y que creará en la próxima década una televisión social, participativa, real, profesional, virtual, aumentada, integrada e incluso física.

La Metatelevisión extenderá su influencia a nuestras actividades más cotidianas, será parte de nuestro trabajo en la integración con instrumentos de comunicación como Teams o Zoom, y configurará un mundo televisivo virtual con la participación de avatares en reuniones sociales, juegos o historias participativas. Una televisión que extenderá su existencia más allá de las pantallas de distintos tamaños o las gafas y cascos a trajes para poder experimentar sensaciones asociadas a los contenidos audiovisuales. Los formatos permitirán por medio del 'deep fake' integrarnos de manera artificial en películas, series, documentales o 'realities' y hacernos pseudo protagonistas de nuestros programas favoritos.

El poder transformador de la Metatelevisión se extenderá asimismo a nuevas formas de turismo o de educación. Estas nuevas maneras de viajar o educar nos permitirán, por ejemplo, visitar Bali, incluyendo la sensación de calor o lluvia, o recibir una clase en Harvard que se esté produciendo en ese mismo instante sentado al lado de estudiantes reales a miles de kilómetros de distancia y donde asistiremos como hologramas tan reales como nuestros compañeros.

El rol de los actuales actores televisivos podría ampliarse a nuevas fórmulas , negocios y aspectos cada vez más alejados de métricas como el GRP ('Gross Rating Point'), el CPM (costo por mil) o la suscripción. Modelos y tecnologías que ampliarán el abanico de opciones y que configurarán un sector híbrido y mucho más complejo que el actual.

La complejidad de esta nueva realidad requerirá nuevos perfiles profesionales, pero sobre todo visionarios en la gestión y la creación que puedan anticiparse con la suficiente rapidez a las opciones tecnológicas. Perfiles que puedan desarrollar opciones atractivas para los distintos tipos de audiencias, desde las más jóvenes a las más maduras. De todo y para todos, a nivel global e individual.

Una Metatelevisión para una nueva sociedad.

Manuel Balsera es director general de AMC Networks International para el Sur de Europa y presidente de Conecta, la Asociación de Canales Temáticos.

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