Bienvenido, Roberto Leal

«Pasapalabra» regresó a la parrilla televisiva, y lo hizo por todo lo alto. Antena 3 recuperó el concurso que ellos mismos estrenaron hace 20 años con una edición especial en prime-time . Sacaron sus mejores galas. Invitaron a personajes veteranos en esto de jugar con palabras, como Alaska y Mario Vaquerizo, e hicieron debutar a una no muy acertada (pero sí divertida) Chenoa. Recuperaron a dos grandes concursantes, Juan Pedro (Juampe) Gómez y Paco de Benito; y subieron el bote hasta los 500.000 euros. Incluso apostaron por un cambio de look , con un plató y un rostro nuevo, el de Roberto Leal . Pero el programa más familiar del plantel televisivo nos pilló lejos de los nuestros.

Esta vez no estábamos junto a nuestras madres, peleándonos, si es que se puede llamar a eso pelea, por ver quién acertaba más letras de El Rosco. Pero sí que hubo algo reconfortable, como si por ver algo a la vez nos acercáramos un poco más. «'Pasapalabra' va a ser un bálsamo muy necesario . Hemos vivido demasiado días grises y los que aún nos quedan por delante. (...) Pero también debe haber momentos para salir de ahí, descansar, desconectar», dijo Roberto Leal a este periódico. Puede que llevara razón.

La noticia del cese de la emisión de «Pasapalabra» cayó como un jarro de agua fría. Eran muchos los españoles que habían incorporado el concurso en su rutina diaria. Por ejemplo, en casa no se podía coger el teléfono mientras El Rosco estuviera en pantalla y cuando este terminaba era la hora de cenar, no importaba quién hubiera en casa o qué estuvieras haciendo. Sea como sea, el concurso ha vuelto. Habrá a quien eche de menos a Christian Gálvez , pero Roberto Leal ha dejado claro que es el candidato ideal para llenar ese vacío, y con un bonito acento. ¡Y que alegría que el equipo sea el mismo!

Pese a lo esperado del regreso, el prime-time se le quedó algo grande. Faltaba algo de dinamismo en su desarrollo, y eso que sus concursantes lo dieron todo. Puede que fuera la falta de público. Uno que volverá cuando el Covid-19 permita pasar a esa nueva normalidad . Pero lo compensó despidiéndose de la audiencia cuando apenas habían pasado unos segundos de la medianoche. ¿Por qué no puede nuestro prime-time terminar a una hora decente? Una que nos permita poder levantarnos al día siguiente después de unas horas adecuadas de sueño.

Puedo entender que espacios como «Supervivientes» necesiten sobrepasar unas horas para poder hablar de amores, desamores y enfrentamientos. Como ya hacía «Crónicas marcianas». Pero, ¿es que ahora todos los programas de nuestra parrilla necesitan recurrir a eso? ¿O es que no queremos que los pequeños de la casa vean «Operación Triunfo» o «MasterChef» ?