'La jefa', por mi hijo mato

La carrera vence a la religión y a la moral, pero el instinto vence a la carrera

Fotograma de 'La jefa' (Netflix)
Hughes

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Sin ser una película con demasiadas ínfulas, 'La Jefa' (Netflix), toca varios temas de gran interés para la mujer , que es quien realmente importa ahora mismo: el aborto, la gestación subrogada y la maternidad; la maternidad en un sentido amplio, cultural y social, pero también puramente biológico. Lo hace a través del duelo psicológico, físico y por supuesto actoral entre Sofía (Cumelén Sanz), joven ambiciosa que se queda embarazada, y Beatriz (Aitana Sánchez-Gijón), mujer madura y triunfadora que lo tiene todo menos lo que más desea : un bebé. Aitana llora en soledad, siente ataques de pánico, busca sexo anónimo en aplicaciones (sexo intenso y garañón sin llegar a ser duro) y se gasta dinerales en sushi y vinos, pero no tiene bebé.

Para conseguirlo recurre a Sofía con la prepotencia y ambivalencia moral que da el dinero y el poder en la relación laboral. La lucha es entre clases y entre mujeres . El discurso ante la maternidad se modula en función de la posición social, de un modo contradictorio: es imposible combinar carrera y maternidad, pero al final el bebé es el gran dador de sentido para la mujer. Sin el niño, las facciones se endurecen, el piso se llena de sombras; ponte otra copa de vino...

Que la joven Sofía sea argentina no es casual. Al ser sudamericana, tiene más viva la religión y es posible un conflicto ante el aborto . Aparece incluso la figura del confesor. Su novio es un chico colombiano abriéndose paso en Madrid y muestra también la firme voluntad de 'fundar una familia'. En jóvenes españoles estas posiciones serían menos verosímiles o incluso nada verosímiles . La combinación de acento colombiano y musitación interpretativa, tan del cine español, dificulta a veces la plena inteligibilidad.

La película, ópera prima de Fran Torres, adquiere un tono de thriller psicológico con instantes de delirio hormonal casi divertido. La carrera vence a la religión y a la moral, pero el instinto vence a la carrera. El empoderamiento sumo es la gravidez, el 'somos dos', y toda madre es coraje.

Las dos actrices están muy bien con sus magnetismos respectivos.

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