Aurora, ganadora de «MasterChef Junior», marca un récord de precocidad

R. Ventureira

20/01/2021
Actualizado a las 10:01h.

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Ha sido la mejor mini chef entre 12.000, que son los que se presentaron al casting. El premio (el trofeo, 12.000 euros para continuar con su formación y un curso de cuatro días en el Basque Culinary Center) fue para la gaditana Aurora , que lo bordó en los dos cocinados de la prueba final. Demostró un dominio absoluto de la situación y no mostró nerviosismo en momento alguno, lo que es asombroso, y más en una cría de 9 años que se ha convertido en la ganadora más joven de la historia.

La primera prueba de la noche fue un clásico de «MasterChef» : replicar un plato de un chef estrella siguiendo sus frenéticos pasos. En este caso, se trataba de Jesús Sánchez , quien luce tres estrellas Michelin en el Cenador de Amós (Cantabria). «Perfecto de hondos con caldo de garbanzos» era el plato que había que emular.

Javier (el benjamín de la edición, un vallisoletano de 8 años) se perdió casi al principio. «¿Y ahora qué hago?», preguntaba constantemente. Cuando se enteraba del paso a seguir, no encontraba los artilugios, porque su mesa estaba más desordenada que la de un piso de estudiante un sábado por la mañana. En vez de seguir al chef, fue a su bola. Su plato fue el resultado de ese caos, pero se podía comer. «Los genios también tienen un mal día», se justificó el muchacho, que tiene la autoestima muy alta.

A Nicolás se le quemó la compota de manzana en el microondas. Se bloqueó y enmendó algo la plana, pero no mucho porque le faltó concentración. Hizo un buen plato, con todas las elaboraciones, pero falló en el emplatado.

Las chicas, la madrileña Henar y la gaditana Aurora , se comportaron como hormiguitas . Callaron –raro en la primera, que habla por los codos– y cocinaron. Pero el resultado no fue similar.

La madrileña se salió del carril: «Has hecho otro plato», juzgó Jordi Cruz . El caldo estaba rico, y el resto también, pero nada tenía que ver con el de Jesús Sánchez. Y Henar se puso a llorar: «Me da mucho rabia haberme esforzado y no haber tenido un resultado decente», explicó entre lágrimas.

Aurora bordó su propuesta. Hizo una réplica impresionante para una niña de 9 años. Quedaron impresionados por su precocidad, y le preguntaron si en el cole también iba adelantada: «Soy superdotada y me subieron un curso», reveló entonces la gaditana. Fue, por supuesto, la primera en ponerse la chaquetilla blanca, al vencer en esa primera prueba, superando, por este orden, a Nicolás , Henar y Javier .

Otro menú elaborado por un tres estrellas Michelin, Ángel León , fue el siguiente reto. Para ello se desplazaron a Aponiente , en el Puerto de Santa María, en Cádiz. Allí dieron de comer a doce aspirantes de la última edición de «MasterChef Celebrity» .

Las elaboraciones eran complicadas ya desde sus nombres. A Nicolás le tocó preparar ostiones alcalinos y puchero de mar. Henar tuvo que lidiar con navajas con halófilas y jarrete de almadraba (atún rojo). A Javier le correspondió hacer puntillas rellenas de morcilla marina y un postre de toque marino, a tono con la prueba.

Javier , el más juguetón, sacó sus platos adelante con nota, pero con la ayuda de Jordi. Henar se quemó la mano, que le dolía, y habría podido aspirar a más si no hubiese fallado con el pil pil de las halófilas. Nicolás fue el más rápido y mostró su dominio de varias técnicas, por lo que fue premiado con la segunda chaquetilla. Y entonces Henar volvió a llorar.

Aurora y Nicolás dispusieron de dos horas para hacer un menú libre que incluyese primero, segundo y postre.

La gaditana quiso hacer un homenaje a su familia con esta propuesta: tartar de gamba blanca con aire de remolacha y jengibre (primero), lubina a baja temperatura con salsa de gamba roja y multiesférico de aceituna (segundo) y helado de mango, puré de fruta de la pasión y espuma de yogur (postre).

Nico hizo un homenaje a su Sevilla consistente en una crema fría de maíz con cigalas y huevas de tobiko (primero), raviolis de calabaza con queso de cabra florida con confitura de naranja y esféricos de albahaca (segundo) y helado de almendra con espuma de coco y cúpula de caramelo (postre).

A Nicolás –que compareció con el pitorro de un sifón marcado en su mejilla, consecuencia de un incidente en la prueba de exteriores cuando agitó de más el aparato– se le vio más nervioso ya desde el principio. Y su tensión aumentó, cuando superada la hora de cocinado, se quemó la compota de su segundo. Sus compañeros y su familia no paraban de darle consejos desde la galería: «Por favor, dejarme en paz», rogó. «Es 'dejadme'», precisó su madre, quien no pudo abandonar tal condición ni en ese instante de nervios. Después, la chavalada se puso a cantar y el joven finalista pidió silencio por aquello de la concentración.

Aunque hubiese irrumpido una manada de búfalos, Aurora habría seguido concentrada. De hecho, ni levantó la cabeza cuando la fueron a ver en su mesa de trabajo los chefs Oriol Castro y Mateu Casañas .

Y llegó la hora del juicio final. El primero de Nicolás recibió un notable, pero fue superado por la «maravillosa» ( Pepe Rodríguez dixit) propuesta de Aurora . «Nunca he visto una cosa igual», añadió Samantha Vallejo-Nágera sobre el plato de la niña.

En su segundo, Aurora aún fue más allá: su lubina fue «perfecta», elogió Jordi Cruz , y los otros no se quedaron atrás; de hecho Samantha propuso un brindis por el futuro de la niña como cocinera. Al segundo de Nicolás le quedó espesa la crema, un esférico que no era esférico y un relleno escaso en los ravioli.

Los postres de ambos fueron originales y sabrosos, pero a esas alturas la suerte estaba echada. El trofeo de «MasterChef Junior 8» tenía nombre: el de la precoz, talentosa, trabajadora y tranquila Aurora .

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